Críticas

Posturas extremas bajo la lógica de una época

Crip Camp

Otros títulos: Campamento extraordinario.

James Lebrecht, Nicole Newnham. EUA, 2020.

Crip Camp afiche 2El filme documenta la importancia de un campo de verano para discapacitados a inicios de los 70 en Nueva York –Jened–. Una experiencia que promueve tanto el autoconocimiento como el reconocimiento de la participación política para los cambios sociales. Un antes y un después en la vida de los participantes, coraje a prueba de balas que enfrenta al establishment sin claudicar. Jened está presente, es  la raíz de una planta que intenta multiplicarse sin cesar.

Muy buen documental de James Lebrecht y Nicole Newnham, quienes adhieren al acto heroico de una comunidad en busca de afianzar su identidad a partir del reconocimiento de derechos humanos fundamentales. Un documento que exhibe el combate a la versión más rancia y mezquina de la política en los Estados Unidos, la que sale en defensa de la lógica de un sistema economicista y degrada al ser humano.

Los protagonistas son personas con discapacidad, fundamentalmente, víctimas de poliomielitis y parálisis cerebral. Pululan las sillas de ruedas bajo el marco de una efervescencia de época, que se empecina en la obtención de derechos para los descuidados y oprimidos por el engranaje capitalista. Discapacitados que son reivindicados desde capacidades intelectuales normales. Firme demostración de lo importante de una actitud proactiva frente a los problemas de la vida. No es tiempo de dádivas, el derecho prima por sobre la caridad. La postura social estigmatizadora debe ser aniquilada.

Por sobre todas las cosas, la amistad, el andar. Un camino que sorprende;  explosión de recursos hasta ahora desconocidos; Jened es la instancia clave que conecta toda una reacción en bloque.

La tecnología se adosa a la diferencia y cobra realce desde sillas de ruedas motorizadas; una producción de Netflix que jamás pierde pie en el tratamiento del tema; los conflictos no suelen zanjarse desde enfoques asistencialistas traducidos en favores dignos del aplauso de las masas. Aquí el planteamiento es puro y duro, en clave de derechos humanos inalienables para un colectivo castigado por la historia. Las condiciones cambian y el ambiente se vuelve propicio para reclamos militantes. Las posturas extremas se recortan en la lógica de una época. Hasta los Panteras Negras participan del principio de solidaridad, mientras la Asociación de Discapacitados en Acción hace honor a su nombre y asume la militancia como razón de ser.

Crip Camp escena

Crip Camp conjuga la frescura de la adolescencia con la firme demostración de que la discapacidad no implica ausencia de lucidez. La categoría de lo humano es extendida por doquier; sobran ejemplos de personas enfrentando problemas desde posturas emocionalmente adultas y racionales.

El descubrimiento del ser discapacitado viene mediado por la experiencia de comunidad. Cuestiones comunes son experimentadas en el compartir. Reunión de campistas para el esclarecimiento de problemáticas personales desde lo colectivo; Jened es una especie de terapia de grupo que desemboca en acciones de autoconocimiento, un ámbito lúdico y distendido donde la normalidad cambia de signo.

La humanización viene dada por la experiencia vital propia del humano, la enfermedad y los parásitos son tolerables y dignos de celebración por ser prueba fiel de naturales vivencias negadas. El ejercicio de la sexualidad se convierte en trofeo, símbolo de una normalidad asociada al vivir como sinónimo de inalienable capacidad universal.

Una denuncia retroactiva que conserva su vigencia; en términos de lógica estructural pone de manifiesto el conflicto entre el sistema de producción capitalista y condiciones de vida dignas para los sectores más vulnerables de la población. Un filme político que apela a la defensa del comportamiento solidario como herramienta para el cambio en las condiciones de vida de los pueblos. Un ejemplo que trasciende la época y alcanza el presente para decirnos que el collar será distinto pero el perro sigue siendo el mismo; asociaciones por desplazamiento a la interna de una lógica que se intenta implosionar.

Crip Camp plano

Muchas virtudes para un montaje que expresa la sensación de algo aun inacabado. El material de archivo se combina en una suerte de secuencias que avanzan a lugares donde da la sensación de que la “cinta” se acaba, pero no, el trayecto es largo, continúa. Experiencia de suceso inacabado; falta mucho por hacer y el filme juega, amaga sobre una culminación esperada que no es tal, presagio para el actual estado de cosas, ya lo expresó Judy: las reivindicaciones no surgen solas, la lucha continúa.

Relevante utilización de fotografías para ilustrar desde el presente los relatos del pasado, el paso del tiempo es referenciado de manera permanente, una dinámica que supera la imagen de estancamiento como prejuicio hacia la discapacidad. Mérito compartido con un guion prolijo, que no deja detalle sin cubrir; lenguaje indirecto, comunicación en imágenes que trasciende la palabra y un orden de asociación que introduce sutilezas a cada instante.

Crip Camp es la apología del éxito por el esfuerzo ante condiciones desventajosas; una lección de compromiso optimista que trasciende lo personal y lo temporal. Clima en ascenso que rompe con el prejuicio, conmovedor ejercicio que transforma la lástima en potencia creativo-combativa, de la mano del liderazgo como facultad propia de todo grupo humano. Judith Heumann es la abanderada, ella ocupará el rol, será quien oriente e impulse al grupo. Compromiso militante con la causa que nunca culmina. La evolución profundamente asociada a la lucha por los derechos, un camino registrado en imágenes que asumen el compromiso en una constatación desde adentro. La protesta es sostenida por intercambios grupales que señalan el respeto mutuo, más allá de la diferencia en la condición. La opinión de todos tiene el mismo valor, el sentimiento de pertenencia sale fortalecido, un punto de partida para el éxito.

Crip Camp fotograma

La semilla fue plantada en Jened, las condiciones socio-históricas hicieron el resto; a los discapacitados les llegó su hora. El pasado se asocia al presente, no es posible volver atrás, las conexiones están tendidas, incluso hacia el futuro. Un documento para la reflexión desde una frescura y vigencia que pone los pelos de punta. Pura realidad que conmueve las fibras más íntimas, un relato que vale la pena transitar.

Cabe la mención a un montaje excelente, la administración del tiempo en imágenes se articula desde una recurrencia conceptual persistente, machacona. Es la insistencia del vulnerado que no se rinde ante la adversidad representada en la presunta culminación de algo que no cesa. La peripecia culminó, la historia continua.

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Ficha técnica:

Crip Camp  / Campamento extraordinario ,  EUA, 2020.

Dirección: James Lebrecht, Nicole Newnham
Duración: 107 minutos
Guion: James Lebrecht, Nicole Newnham
Producción: Higher Ground Productions. Productor: Barack Obama, Michelle Obama. Distribuidora: Netflix
Fotografía: Vicente Franco, Mario Furloni, Tom Kaufman, Justin Schein, Jon Shenk
Música: Bear McCreary
Reparto: Documental

3 respuestas a «Crip Camp»

  1. Pésimo tratamiento de la información en la nota periodística. No es correcto el uso de «discapacitado», lo correcto es decir «persona con discapacidad». El término «discapacitado» es limitante y condicionante.

    1. Estás diciendo lo mismo pero agregándole “personas” lo correcto es decir Personas con limitaciones especiales. Al fin y al cabo al decir personas con discapacidad también las estas limitando y condicionando.

      1. No daniela, es PERSONAS CON DISCAPACIDAD. Lo dice la CDPD. Que tus ansias de lo «políticamente correcto» no denoten tu ignorancia.

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