Entrevistas
Entrevista a Christopher Grant Harvey
Christopher Grant Harvey nace, vive y trabaja en Sudáfrica. En su larga lista de trabajos en el mundo del cine lo encontramos en el rol de director para tres cortometrajes: H-49, A Life with Less Meaning y Tears in the Rain. En esta charla nos habla de este último cortometraje.
EL ESPECTADOR IMAGINARIO: Primero, me gustaría subrayar la capacidad del cortometraje de darnos una nueva perspectiva en relación al universo de Blade Runner. Espero no estar diciendo algo incorrecto, pero yo diría que tu inspiración se debe a una frase del largometraje original (“Have you ever retired a human?”), sobre la cual se construye la estructura, lo cual nos lleva a un momento profundamente perturbador. ¿Cuál fue la razón que te llevó a trabajar sobre (y en) este universo? ¿Por qué Blade Runner y no otra película (o algo completamente nuevo)?
Christopher Grant Harvey: Tienes razón en lo que se refiere a la inspiración de Tears in the Rain. La pregunta de Rachel, “Have you ever retired a human by mistake?”, crea una estructura tripartita, elegante y clara, llena de conflictividad y de dudas. Es muy grande el alcance que encontramos en los universos, el literario y el fílmico, de Do Androids Dream of Electric Sheep y de Blade Runner. El cortometraje solo podía funcionar en el territorio de Blade Runner, lo cual me llevó a explorar las temáticas y las ideas que se encuentran en este espacio limitado. Mientras lo hacía me di cuenta de que esta decisión asilaría a los espectadores que no conocieran a Philip K. Dick o Blade Runner, pero los que sí los conocieran obtendrían un gran resultado. El objetivo inicial de mí y de mi coguionista, Evan Dembskey, nunca fue el de crear una obra de aficionados, sino que acabó evolucionando hacia aquella dirección.
En lo que se refiere al hecho de elegir Blade Runner y no hacer otro cortometraje de Star Wars, por ejemplo, con espadas laser, esto se debe a que no hay mucha conflictividad. Creo que podemos afirmar que Blade Runner es mi largometraje favorito, y en tanto film-maker es allí donde encuentro la mayoría de mi inspiración. La música de Vangelis se encuentra muy arriba en mi playlist. En lo que se refiere a la creación de un cuento nuevo, un cuento en el que se podría explorar libremente el mundo de la ciencia ficción, se trata de algo que me importa mucho. Quizás un día encuentre una perspectiva nueva en relación a nuestra fascinación por los humanoides robóticos.
EEI: Un aspecto interesante de Blade Runner es que no nos resulta fácil decir quién es el protagonista. Deckard, por ejemplo, parece ser un personaje secundario que se encuentra en un rol principal por casualidad. Creo que lo mismo se podría decir de tu cortometraje. ¿Quién es el protagonista? ¿John Kampff o Andy Smith?
CGH: Tears in the Rain fue escrito tomando el punto de vista de Andy Smith. Empezamos el cuento con él sentado en el restaurante mientras piensa en sus asuntos, después aparece John Kampff para arruinarle el día. Solo en los últimos borradores se puede notar cómo el énfasis va hacia John y a cómo reacciona a los eventos. Se trató de un cambio de perspectiva muy sutil, pero que nos ayudó con la premisa, o sea cómo reaccionaría una persona si se diera cuenta de haber matado a una persona equivocadamente. En el mundo de Blade Runner, el “retirement” no equivale a un homicidio, así que los personajes no tiene ningún sentido de culpa. En Blade Runner, Deckard tiene un cambio a la hora de descubrir que Tyler no le había dicho a Rachel que ella era un replicante. Se trata de una alteración fundamental para el personaje, ya que por primera vez se encuentra ante un caso así ambiguo. Cuando llegamos al final del largometraje, podemos decir que Deckard se ha enfrentado a cinco replicantes singulares que le han otorgado cierta humanidad.
EEI: Diría que tu cortometraje juega con nuestras expectativas. Empieza de una manera y acaba de otra. Lo mismo se podría decir en lo que se refiere a por cuál personaje sentimos cierta simpatía. Me permito decir que, desde un punto de vista temático, lo que se nos presenta es una estructura abierta. El final, por ejemplo, no resuelve mucho, ya que nos deja sin una solución. ¿Qué tipo de reacción esperabas (y esperas) por parte de tu público?
CGH: Nunca nos pusimos a pensar en qué pensaría el público de nuestra película. La historia sería una precuela de Blade Runner, y se podría decir que explica por qué es importante el uso de la máquina Voight-Kampf, la que usa Deckard. No es importante que se trate de algo que se encuentra, o menos, en el canon, lo que nos pareció bueno fue que encajaba bien con los métodos de detección de replicantes. He recibido algunos comentarios, la mayoría positivos, sobre todo por parte de personas que conocen muy bien el mundo de Blade Runner. Muchos pensaron que John resultaba duro y despiadado, lo cual era nuestro objetivo. Creo que sería necesario continuar la historia después de la última escena de Tears in the Rain. En tal caso, creo que que nos encontraríamos ante una mayor investigación en lo que se refiere a los replicantes, y finalmente ante la invención de la máquina Voight Kampf. John estaría afectado profundamente por la muerte de Andy Smith y haría lo posible para que otros Blade Runner no se encuentren ante dudas a la hora de “retirar”.
EEI: Hay un momento en el cortometraje, en el cual Smith afirma que no es importante que las memorias sean verdaderas o falsas, ya que la vida es algo que “hacemos” en el presente, no en el pasado. Las memoria no serían un detalle importante para definir lo que es una criatura viva, por lo menos según Smith. ¿Estarías de acuerdo? ¿O es que, otra vez, estamos ante un momento perturbador e inquietante, cuyo objetivo es desestabilizar nuestras ideas preconcebidas?
CGH: Andy Smith representa a la verdad y a la mentira, así como a la naturaleza de la memoria. Si te alejas del momento en el cual se crea un recuerdo, ¿cuán objetivo puede resultar este? Muchas veces habrás discutido con un amigo o un miembro de tu familia en relación a un evento, y todos seguís jurando que no pasó así como lo recordáis. Todos tenemos un punto de vista subjetivo, y Andy cree firmemente haber experimentado aquellos recuerdos. Esta es la parte más interesante, ya que no damos una respuesta exacta a la pregunta sobre la humanidad de Andy. Todo esto acaba en el dilema “¿nunca has retirado a un humano por error?”
EEI: Una última pregunta. Quizás resulte un poco filosófica, pero creo que no podemos prescindir de ella. Todo empieza con la idea de preguntarnos qué es lo que nos hace humanos, y después se desarrolla hasta convertirse en algo más grande: ¿tenemos derecho de matar a aquellas criaturas que no encajan en la categoría “ser humano” pero que, contrariamente a lo que podemos pensar, poseen su misma personalidad? ¿Las máquinas conscientes son objetos o son entidades vivas?
CGH: Se trata de control. En tanto humanos, creemos ser la fuerza dominante, y si este predominio se ve amenazado, entonces actuamos. Las máquinas artificiales inteligentes son potencialmente la amenaza más grande, sobre todo si se parecen a los seres humanos. El cine y la literatura hablan a menudo de esta temática. Creo que no tendremos una respuesta hasta que algo explosivo pase en el mundo artificial, o hasta que una entidad desde la inmensidad del espacio nos revele algo nuevo.