Críticas

La historia detrás de Ciudadano Kane

Mank

David Fincher. EUA, 2020.

Mank - CartelAlrededor de Ciudadano Kane (Citizen Kane, 1941), considerada como una de las mejores películas de la historia, se ha tejido una cantidad de mitos e historias que solo han logrado cimentar la adoración y admiración de la que goza. Mank (2020), dirigida por David Fincher y escrita por su padre, Jack Fincher, se adentra en el Hollywood de 1930 a través de los ojos de Herman Mankiewicz, uno de los más grandes libretistas de la época, a quien el alcohol le hizo perder su reputación.

Y aun así, fue elegido por el admirado Orson Welles para que hiciera el guion de su película más conocida. Fincher, padre e hijo, se juntaron para contar la historia de cómo fue escrito uno de los clásicos del cine, en un hermoso e impecable homenaje a Kane y todo el cine de esa época, con todos los detalles al pie de la letra, desde los créditos, ángulos de cámara y transiciones, hasta la música —en manos de Trent Reznor y Atticus Ross— y los efectos especiales que usaban para rodar escenas en un vehículo en movimiento, hasta el grano de la película. El detalle llega al punto de la cámara, una RED Monstrochrome 8K, que solo graba en blanco y negro, y una mezcla de sonido monaural, similar al estereofónico de las películas a las que homenajea. Una película muy diferente a lo que Fincher nos tenía acostumbrados.

La “magia” detrás de las cámaras queda al descubierto con esta historia de la vida y decadencia del mayor de los hermanos Mankiewicz, el libretista poco conocido que, según el filme, escribió su mejor película mientras estaba convaleciente de un accidente y compartió el único premio Oscar que se llevó Ciudadano Kane con su director, que en el rodaje modificó muchas cosas a su parecer, finalmente era el “chico maravilla” que a los 24 años firmó un contrato con RKO que le daba total control creativo de sus películas, algo extremadamente raro para la época.

Mank - Fotograma

Pero la historia tiene demasiados toques de nostalgia y de comentarios internos de la industria que es fácil confundir con todas las referencias de la época, desconocidas para el espectador promedio, lo que puede llevar a perderse en la narrativa y dejarse llevar solo por el aspecto visual. Aunque el ritmo de los diálogos es ágil, inteligente y divertido, tiene momentos en que agota, algo que no es usual en las películas de Fincher. Pero seguramente es porque este film es muy cercano al corazón del director, ya que es el único guion escrito por su padre, que murió hace 17 años. Todo ese tiempo (o quizás más) lleva Fincher (el director) tratando de hacer realidad este largometraje.

A pesar de estar perfectamente ubicada en los años 30, en Estados Unidos, es un reflejo de las estructuras de poder que aún existen en ese país y en el negocio de las películas. La manipulación política, económica y de las influencias sociales parecen un retrato de la actualidad, pero en blanco y negro. El vestuario de Trish Summerville es soberbio y encantador. El poder detrás del poder y los hilos que mueven el dinero están ambientadas en una época recreada a la perfección por Erik Messerchmidt, el director de fotografía encargado de revivir el Hollywood de los años 30, que ya había trabajado con Fincher en Mindhunter (2017-2019), la serie de Netflix que dirigió y coprodujo. La actuación de Gary Oldman como Herman Mankiewicz es uno de los mejores papeles de su carrera y entra a competir fuertemente en la carrera por el Oscar al Mejor Actor Protagónico, galardón que recibió por primera vez en 2018 por El instante más oscuro (Darkest Hour, 2017). Amanda Seyfried es una revelación como Marion Davies, logra sacudirse su estereotipo de chica buena de comedia romántica y ofrece una gran interpretación, vulnerable y llena de matices.

Mank - Fotograma

Un homenaje a las raíces y el ego de Hollywood muy por el estilo de The Artist (2011), por lo que puede fácilmente llegar tan lejos en los premios Oscar y llevarse varias estatuillas, no solo porque a Hollywood le encanta premiar esas películas que recuerdan la época dorada, sino porque además lo merece. Pero el sentimentalismo solo no hace una buena película, al menos comercialmente hablando. David Fincher encontró en Netflix lo que Roma (2018) de Cuarón, El irlandés (The Irishman, 2019) de Scorsese y muchos otros directores hallaron: el lugar donde podían hacer ese cine de autor que tanto deseaban, seguramente para que la gran empresa siga en su búsqueda del Oscar a Mejor Película que le ha resultado tan esquivo, y continúe cimentando su reputación como la productora que deja que el director sea libre y pueda llevar a cabo la película que tanto sueña. Parece una historia del clásico Hollywood, pero la realidad supera a la ficción, incluso en la era de la pandemia…

Trailer:

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Ficha técnica:

Mank ,  EUA, 2020.

Dirección: David Fincher
Duración: 131 minutos
Guion: Jack Fincher
Producción: Ceán Chaffin, William Doyle, Eric Roth, Peter Mavromates, Douglas Urbanski
Fotografía: Erik Messerschmidt
Música: Trent Reznor, Atticus Ross
Reparto: Gary Oldman, Amanda Seyfried, Lily Collins, Tom Pelphrey, Monika Gossmann, Tom Burke

Una respuesta a «Mank»

  1. Realmente vale la pena ve el film. Es verdad que las relaciones que se manejan lo alejan del entendimiento del espectador promedio. Pero reflejan un aspecto que, para aquellos que tienen ciertos conocimientos extra, hace de la trama más interesante.
    El nivel estético es muy bueno, como lo mencionan refleja a la de «Ciudadano Kane», a tal punto que en ocasiones parece que presenciamos escenas de la misma que no fueron incluidas.
    A los amantes del cine, la recomiendo. Logra la nostalgia no solo por la época sino, también, del espectador.

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