Críticas

El horror en tiempos de Covid

Host

Joe Savage. EUA, 2020.

Póster promocional de HostVivimos tiempos complejos. No hace falta que haga aquí un resumen de la situación mundial, ni de cómo nuestra rutina se ha visto afectada de manera radical. En la mayor parte del planeta se han vivido situaciones inéditas, en las que hemos tenido que aprender a subsistir en el espacio mínimo de nuestros hogares, transformados en trinchera contra un enemigo invisible.

Situaciones tan extrañas, tan surrealistas que parecen extirpadas de las películas de ciencia ficción, nos recuerdan que la realidad supera a la mejor de las fantasías. Además, como no podía ser de otra forma, acaban afectando a nuestro imaginario y toda esa angustia claustrofóbica acaba plasmada en la pantalla.

Host (Rob Savage, 2020) es pionera en trasladar al cine el entorno pandémico que hemos dado en llamar «nueva normalidad», irritante eufemismo que pretende hacer más llevadero el peregrinar por el desierto que ha supuesto el año 2020 (y lo que llevamos del 21, que esto va para largo). La película de Rob Savage acepta las reglas de estos tiempos interesantes, aprovechadas como novedad para incrustar algunos de los lugares comunes del cine de horror sobrenatural. Rodada durante uno de los periodos de cuarentena, las mascarillas, el aislamiento social y las problemáticas del encierro forzoso forman parte del escenario.

Savage se ayuda de la tecnología como punto de partida para el despliegue de horrores, y es que las pantallas de nuestros dispositivos electrónicos han sido las ventanas al exterior, nuestra conexión con un entorno cotidiano que, de repente, parecía estar a distancias insalvables. Será a través de este truco visual y narrativo, variación del formato del metraje encontrado, como conectemos (nunca mejor dicho) con las desventuras del grupo protagonista.

El found footage, del que ya hemos hablado en otras ocasiones, es capaz de dejar para el recuerdo películas notables. Forma parte de la historia del cine el impacto de El proyecto de la bruja de Blair (Daniel Myrick, Eduardo Sánchezobra,1999), que colocó el formato en lo más alto, o Lake Mungo (Joel Anderson, 2008), falso documental que explora con bastante sensibilidad el dolor de la pérdida en un contexto sobrenatural. Incluso en el convulso 2020 hemos tenido otro buen ejemplo de lo mejor que puede dar con la sorprendente y opresiva Murder Death Koreatown (2020). No es menos cierto que estos aciertos se pueden contar con los dedos de las manos y se quedan casi en anécdota si contamos la cantidad ingente de productos infumables que se han perpetrado con una técnica que roza la excusa para la dejadez.

Imagen de Host

En el caso de Host, Savage muestra cierta astucia a la hora de plantear su producto, haciendo equilibrios entre el presupuesto, las intenciones y la realidad pandémica que sirve de escenario y fondo. Como detonante de la trama, una reunión entre amigas que deciden dar un toque tecnológico a la sesión espiritista de toda la vida. A través de videollamada, el grupo, cómo no, invoca la presencia de seres del más allá, que harán de lo que parecía un inocente pasatiempo, producto del aburrimiento de la clausura, el auténtico infierno.

Savage utiliza con ingenio los dos pilares de Host: los espacios, mínimos y concretos, y la tecnología, perfectamente integrada en la narrativa. Sí, es cierto, cae en los mismos tópicos del found footage que se llevan repitiendo película tras película en este formato, pero al jugar en los escasos metros cuadrados de los apartamentos de las protagonistas y con el concepto de videollamada como eje vertebrador de las interacciones entre ellas, parecen camuflados con cierto contexto que minimiza los resoplidos del espectador.

Otro de los puntos fuertes de Host es la noción temporal que Savage imprime en la película. Rodada en tiempo real, el impacto es constante y no se permite dar muchos rodeos respecto a lo que realmente importa: crear ambiente de normalidad dentro de la anormalidad del día a día en estos últimos meses e introducir el elemento extraño que produce el horror. Horror solitario, claustrofóbico e invisible que, no sé si conscientemente, es buena metáfora de la amenaza vírica, otro ejemplo más de que Host es hija de su tiempo.

A pesar de las formas y del contexto, no es precisamente original. Puede resultarnos cercano el entorno de las protagonistas, es sencillo identificarse con las rutinas que hemos tenido que adquirir en estos meses. Adapta la realidad, y esa historia que hemos visto infinidad de veces parece ofrecer algo nuevo. Pero es evidente que, cuando se supera la argucia, la película es otro tren de la bruja adaptado a los paladares del siglo XXI e incrustado en la más rabiosa actualidad.

No se confundan, esto no quiere decir que sea otro bodrio infumable a añadir a la lista de terrores infames. A pesar de sus notables debilidades, consigue algo fundamental en este tipo de producción: asusta.

La angustia de las protagonistas de Host

Host es inevitable y predecible, pero es consciente de las carencias que muestra, así que ,a base de tensión y trucos de magia visual, ofrece elementos de disfrute para aquellos que nos complacemos con la sencillez del terror directo y sin complejos, sin añadidos o justificaciones intelectuales innecesarias. Juega a su favor la escasa duración de la película, que obliga a ir directo al grano y evita los tropezones y cuadraturas del círculo que suelen estropear el visionado de ciertos ejemplos del género.

Host es simple más allá de la premisa, pero honesta y efectiva. Es extrañamente cercana y con muy poco muestra personalidad, aun a pesar de la escasa originalidad de Savage. Es probable que, pasado un tiempo, no sea más que otra curiosidad producto de este momento concreto, sin mucho interés para el futuro, pero en plena eclosión de rarezas, tiene su hueco en el corazón del fan del cine de horror. También es posible que la falta de otros estrenos haga que devoremos insaciables y con otros ojos ciertos productos, pero, estando como estamos, bienvenidas son pequeñas sorpresas como Host.

Tráiler:

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Ficha técnica:

Host ,  EUA, 2020.

Dirección: Joe Savage
Duración: 57 minutos
Guion: Rob Savage, Gemma Hurley, Jed Shepherd
Producción: Shadowhouse Films
Reparto: Haley Bishop, Radina Drandova, Edward Linard, Jemma Moore, Caroline Ward, Emma Louise Webb, Alan Emrys, Patrick Ward, Jinny Lofthouse, Seylan Baxter, Jack Brydon, James Swanton

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