Críticas

Lo que esconden las guerras

Soldados de Salamina

David Trueba. España, 2003.

Nunca es fácil adaptar un libro a un medio audiovisual. La facilidad que dan las páginas para describir personajes y hasta sus pensamientos no siempre se traduce bien a la pantalla. La novela testimonio de Javier Cercas, Soldados de Salamina, presenta tanto ficción como hechos históricos a la vez, narrados en primera persona. ¿Cómo traducir eso a la pantalla? Pues fue el director y libretista español David Trueba el que asumió el reto. Así nace Soldados de Salamina (2003), la tercera cinta dirigida por Trueba, que atrapó a los espectadores en esta historia que mezcla la Guerra Civil Española y la búsqueda de “los amigos del bosque”, un grupo de personas que dieron refugio al escritor Rafael Sánchez Mazas, miembro fundador del partido Falange Española.

La película cuenta la historia de Lola Cercas (Ariadna Gil), una periodista y profesora a la que le ponen de tarea escribir algo sobre la Guerra Civil Española, dada la cercanía del aniversario. En su artículo habla de la muerte del poeta Antonio Machado y el escritor Rafael Sánchez Mazas, quien se salvó de morir en un fusilamiento. Lola recibe una carta, en la que se entera de que a Sánchez Mazas lo recibieron “los amigos del bosque” en medio de su huida, ellos escucharon la historia de los propios labios del fugitivo y, posiblemente, al menos uno de los “amigos” sigue vivo.

¿Y quiénes fueron esos “amigos del bosque”? ¿Quién fue ese soldado que le perdonó la vida a Sánchez Mazas y por qué? ¿Qué pasaba por la mente de ese soldado, que decidió no seguir órdenes? Su curiosidad se vuelve una espiral de investigación que le revela a Lola más y más información acerca de lo que esconden las guerras: seres humanos tratando de sobrevivir, sin importar su raza o ideología, todos con las mismas ganas de vivir.

Trueba tomó varias decisiones al adaptar el exitoso libro. Aunque la cinta maneja el mismo estilo de suspenso y los tres actos en que se divide el libro, decidió que iba a cambiar el género del protagonista, que en libro es el propio autor, por una sugerencia del director Agustín Díaz Yanes. Sin embargo, se mantuvo la relación con Conchi (María Botto), que aunque es fabulosa en su trabajo, la combinación de las dos no termina de ser verosímil.

En lugar de incluira al escritor Roberto Bolaño en la historia, como está en el libro, Trueba decidió crear a Gastón (Diego Luna), un estudiante mexicano que toma las clases de Lola y le da la pista sobre Miralles (Joan Dalmau), un personaje clave en el libro que sale solo al final, pero que en la cinta toma más fuerza desde mucho antes, revelando pistas para Lola que se sienten un poco acomodadas solo para este fin.

El mayor logro es el uso de testimonios reales en la narración. Imitando el estilo de la novela, la cinta viaja entre la realidad y la ficción con absoluta facilidad. Así es como Lola va hablando con personas reales que vivieron la Guerra Civil y sale el tono documental suficiente para no confundir al espectador. Esos personajes de los que habla el libro y acá hablan con su propia voz son quienes van narrando lo que vivieron en carne y hueso. Esto ayuda a avanzar la trama y da las puntadas que necesita Lola para armar la historia que busca.

Además, Trueba recurre a los flashbacks para recrear la historia de Sánchez Mazas (Ramón Fontserè) en los lugares donde todo sucedió, sin detenerse tanto tiempo ni profundizar en la situación, sino enfocándose en los personajes, igual que hace el libro. Porque esta no es una cinta sobre la Guerra Civil, no es un retrato fiel de la época ni quiere ser una película histórica, es más bien una invitación a ver las dos caras de la moneda, es una exposición de la humanidad que hay detrás de los uniformes, las ideologías y los partidos políticos, para que el espectador reflexione y decida por su cuenta.

La cinta ayudó a Trueba a cimentarse como uno de los grandes directores de España, fue un éxito en taquilla en su país y recibió elogios por parte de la crítica especializada y el público en general. También logró hacer parte del Festival de Cine de Cannes en la categoría Un Certain Regard, fue elegida para representar a España en los Premios Oscar y obtuvo ocho nominaciones a los Premios Goya de 2004, además de un recorrido por festivales en Colombia, Dinamarca, México y otros. A pesar de los años, la cinta se sigue sintiendo vigente e interesante, las guerras en el mundo no han parado y los humanos seguimos siendo los mismos, luchando por sobrevivir.

Trailer:

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Ficha técnica:

Soldados de Salamina ,  España, 2003.

Dirección: David Trueba
Duración: 119 minutos
Guion: David Trueba
Producción: Andrés Vicente Gómez, Cristina Huete, Jessica Huppert Berman
Fotografía: Javier Aguirresarobe
Música: Raúl Lasvignes
Reparto: Ariadna Gil, Ramon Fontserè, Joan Dalmau, María Botto, Diego Luna, Alberto Ferreiro, Luis Cuenca

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