Críticas

Monstruos de goma

La guarida

The Lair. Neil Marshall. Reino Unido, 2022.

Póster promocional de La guaridaNeil Marshall nos ha hecho vivir grandes momentos a los aficionados al fantástico. Sus primeras películas lo situaron muy alto como gran esperanza del género, gracias a su atrevimiento, a la inteligente mezcla de distintas intenciones y a la pericia técnica que mostraba tras la cámara. Nos daba productos cuidados, de gran potencia visual con un sentido del ritmo trepidante, construyendo tensión y ambientes como pocos de su generación. Dejaba sin argumentos a los que suelen atacar al terror por demás, que tenían que admitir a regañadientes las virtudes de la propuesta del director.

Como tantos otros, su carrera ha sufrido demasiados baches y comprende un irregular conjunto de películas, que va de los celebrados trabajos de origen con otros menos vistosos. Eso sí, se ha granjeado una carrera de considerable calidad como director de memorables episodios de series tan aplaudidas como Juego de tronos o Westworld.

Pero, volviendo a lo netamente cinematográfico, no se puede negar que el entusiasmo inicial se ha diluido a lo largo de los años; por mi parte, todavía guardo esperanzas de encontrar destellos de los buenos tiempos en las nuevas películas de Marshall.

La guarida mira de frente al Marshall gamberro y enérgico de antaño, y está a punto de ser algo tan potente. El contexto bélico que sirve de escenario recuerda a su ópera prima, Dog Soldiers (2022) con la que demostró un talento descomunal que encendió los radares de aquellos que buscábamos novedad. Recuperaba la figura del hombre lobo como representante del horror atávico y salvaje de la naturaleza indomable, y conseguía una fabulosa química entre acción y terror. Nacía un clásico.

En La Guarida encontramos similitudes notables. Páramos alejados de la civilización, en el que un curtido grupo de combatientes hace frente a bestias imposibles, aunque descubre que su potencia de fuego poco puede hacer contra la amenaza, en este caso, extraterrestre. También tenemos el uso de efectos especiales prácticos, alejados de los excesos CGI que los espectáculos fantásticos suelen ofrecer, con los que Marshall dota al conjunto de aire artesano, invocando el espíritu de la serie B de monstruos gomosos. Hay trazos del humor negro y cafre, distintivo en la mayoría de producciones en las que se ve implicado, adornado con toneladas de sangre y festival de gore para los paladares menos sensibles.

Parece que con todo esto nos sumergimos de lleno en toda una función frenética de pura diversión sin complejos. Algo de esto hay, y es posible que, con perspectiva gran parte del público aficionado encuentre La guarida más que disfrutable. En mi caso, y con pesar, no entro en ese grupo de regocijo. La mezcolanza entre acción, ciencia ficción y terror tenía todo para mi disfrute personal, pero el conjunto me ha resultado indigesto. Se agradece el retorno a los orígenes de Marshall, a pesar de insistir con los mismas intenciones que hicieron de Dog Soldiers un pequeño clásico, La guarida está a años luz de lo mejor que puede dar el director.

Los protagonistas de La guarida

Hay momentos realmente contundentes, y Marshall se lo pasa como un niño pequeño con sus juguetes, a medio camino entre la autoparodia y el homenaje. Dirige con pulso, y las escenas de acción tienen empaque, hace que el evidente escaso presupuesto luzca como una gran producción. Esconde sus vergüenzas con trucos de prestidigitador que conoce al dedillo su oficio, y saca partido en un alarde del menos es más. Las criaturas harán las delicias de los fans del cine de antaño, apuesta que hace de la cutrez bandera, que gana con descaro.

Aún así, me falta algo. Porque da la impresión de que nadie acaba de tomarse en serio la película. Que hay mucho de broma, a la que todos estamos invitados. Me parece de aplauso el espíritu burlón del que hacen gala los implicados, pero, en esta ocasión, no me he podido unir a la fiesta. Las actuaciones plagadas de frases horripilantes, las situaciones desconcertantes, las soluciones totalmente fuera de quicio, entiendo que forman un todo con el que Marshall construye un mundo conscientemente ridículo, dejando en las manos del espectador la posibilidad de formar parte del juego.

La protagonista de La guarida

El protagonismo recae en Charlotte Kirk, que empieza a ser compinche habitual en las correrías de Marshall. En esta tesitura no queda otra que disfrutar de la función, y parece que Kirk abraza sin complejos la naturaleza de La guarida. Tira del ABC de la heroína de acción y supervivencia, tampoco se exige mucho más, y lo cierto es que tiene presencia física como para convencer. La cosa es la intención de Marshall de hacer de los clichés parte del chiste, que a veces funciona y, en otras ocasiones, queda forzado.

La guarida es un divertimento ideal para un domingo por la tarde, sesión de palomitas y cine en casa sin complejos. Magnífica para ver en compañía de otros locos de los monstruos de látex. Incluso tiene mimbres para tener su pequeña base de fans por la falta de complejos que luce como bandera. La falta de pundonor a veces tiene sus recompensas. Lamento, de verdad, no ser parte de esa banda descarada que hará de La guarida su lugar feliz. He arqueado demasiado la ceja durante el visionado como para justificarme en sus virtudes. Lo que me ofrece no llega al aprobado raspadito, además de una bajada considerable de la nota, porque tras la cámara tenemos a quien tenemos.

Marshall ha dirigido obras incuestionables como The Descent (2005), película que está por derecho propio entre las mejores del terror en el siglo XXI. Incluso, aunque acepte su faceta más traviesa, Marshall está muy lejos de lo mejor que puede dar. Con ciertos directores soy exigente, porque ellos mismos han marcado el listón. Así que, a pesar de esa mirada a los inicios, sigo esperando un retorno de Neil Marshall por todo lo alto, con toda la artillería pesada.

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Ficha técnica:

La guarida (The Lair),  Reino Unido, 2022.

Dirección: Neil Marshall
Duración: 90 minutos
Guion: Neil Marshall, Charlotte Kirk
Producción: Rather Good Films, Scarlett Productions Ltd, Ashland Hill Media Finance, Ingenious Media, Highland Film Group
Fotografía: Luke Bryant
Música: Christopher Drake
Reparto: Charlotte Kirk, Jonathan Howard, Jamie Bamber, Tanji Kibong, Leon Ockenden, Mark Strepan, Hadi Khanjanpour, Cesare Taurasi, Mark Arends, Adam Bond

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