Críticas

Normalizar el autismo

¿Conoces a Tomás?

María Torres. México, 2019.

Nos reconocemos como iguales y normalizamos nuestras relaciones de convivencia, porque la estructura social determina que así sea entre las personas aparentemente sanas. Con todo y eso, sabemos que cada cabeza es un mundo, que cada quien ve las cosas de manera distinta y que donde unos ven algo, otros ven otra cosa, aun con eso, las relaciones se normalizan entre personas denominadas neurotípicas.

También hay una parte de la sociedad con una forma distinta, quizá más acentuada y definida de percibir, socializar e interactuar con los demás, pero que están insertas en el llamado trastorno del espectro autista; y aquí es donde la realizadora mexicana, María Torres, pone sobre la mesa en su ópera prima ¿Conoces a Tomás? (2020) la premisa: ¿los autistas no deben ser tratados como personas normales?

La historia inicia con Leonardo, es músico en un espantoso grupo electrónico que ameniza eventos sociales junto a su amigo Christopher, el que hace como que es el vocalista de la banda. En uno de sus shows, cuando terminan de tocar un cover de Selena para una fiesta de millenials, los jóvenes los miran extraños. Es hasta que conectan un dispositivo con música cuando se ponen a bailar.

Leonardo tiene una relación de noviazgo muy solidaria, divertida y hasta cierto punto comprensiva con Fernanda, una joven doctora destacada quien tiene a su cuidado a su hermano Tomás, un joven autista que pasa sus mañanas en un centro de cuidados de personas con su condición.

Un día Fernanda invita a Leonardo a conocer a Tomás para pasar tiempo los tres, pero por una operación de emergencia ella se tiene que marchar así que deberán pasar el día juntos, pero esa misma tarde, Christopher obliga a Leonardo a tocar en la boda de uno de los hombres más influyentes de México porque saben que es una oportunidad perfecta para darse a conocer y ganar popularidad, así que visten a Tomás para la ocasión y se lo llevan al evento. La historia se centra ahora en dos personas en apariencia opuestas que sin planearlo deben pasar todo un día juntos.

María Torres realizó su primer largometraje inspirada en la historia de su hermano Pablo, quien padece autismo, y es notable la sensibilidad, el cuidado y la sinceridad para manejar el tema. Lo hace con conocimiento de causa.

La directora mexicana inserta a un personaje de ficción en un universo en el que se desarrolla una persona real y que ella conoce perfectamente. Fue muy cuidadosa en no hacer una película sobre el autismo, sino en normalizar su trato y su convivencia. No es sobre la tolerancia sino sobre la inclusión y la empatía.

El primer acercamiento a Tomás es hacía sus ojos. Y lo vemos cómodo, de playera y jeans. Con sus audífonos grandes -pues es una persona autista con hipersensibilidad auditiva-  y con un acordeón, su instrumento musical favorito. Después la cámara se vuelve su mirada. El espectador ve el sol a través de sus dedos, sus comportamientos y los movimientos con sus manos. Una invitación a ver el mundo como él. Cada secuencia con Tomás en solitario es así. Se toma su tiempo para conocerlo, como debe ser en realidad.

En algún momento Leonardo le pregunta a Fernanda cómo debe hablarle, si es necesario gritarle o hablarle despacio, a lo que ella responde que le hable normal y que simplemente “deje que suceda”.

Si bien es un tema que bien puede entrar en el terreno dramático, Torres apostó por colocarlo en el dramedy para darle un toque de comedia y es aquí donde la película despierta a los prejuicios en un género que está tan criticado y desgastado en México, sin embargo, acudió a probados actores para mantener el film en un justo equilibrio.

Hoze Meléndez (Mente revólver, 2017) lleva el peso de darle vida a Tomás y lo hace precavido y sin exageraciones, un trabajo que realizó tras dos años previos de investigar sobre el tema y pasar tiempo conociendo a personas en la Clínica Mexicana de Autismo. La química sin duda funciona con otro actor reconocido en el cine mexicano como Leonardo Ortizgris (Museo, 2018) y acompañan en el reparto Marcela Guirado (Nosotros los Nobles, 2013) y Alan Estrada (Casi divas, 2008).

Si bien hay filmes norteamericanos y europeos que abordan el tema de personas con discapacidad, ese concepto en ¿Conoces a Tomás? ni siquiera se menciona, y quizá el referente inmediato en el cine mexicano es El Alien y yo (2016) en el que un joven con síndrome de down se integra a un grupo juvenil de anarcocumbia. No hay un precedente en México de películas centradas en personajes con autismo.

Conoces a Tomás no busca educar sino tratar el autismo con normalidad. Un film que cauto, respetuoso y sensible, que invita acercarse al tema y empatizar con él a través de la comedia sin exageraciones, una buena oportunidad de pasar el tiempo con toda la familia.

 

Tráiler:

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Ficha técnica:

¿Conoces a Tomás? ,  México, 2019.

Dirección: María Torres
Duración: 91 minutos
Guion: María Torres, Enrique Vázquez
Producción: Alebrije Cine y Video, Pasajero
Fotografía: Carlos Hidalgo
Música: Renato del Real
Reparto: Hoze Meléndez, Leonardo Ortizgris, Marcela Guirado, Alan Estrada, Pamela Almanza, María Evoli, Martha Claudia Moreno, Juan Pablo Medina, Úrsula Pruneda, Eligio Meléndez, Carolina Molva

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