Críticas

Civilización y barbarie

Salvajes

Savages. Oliver Stone. EUA, 2012.

SalvajesSalvajes ha sido estrenada en la Argentina a la vez que se da a conocer en el Festival de San Sebastián. Oliver Stone y John Travolta fueron a recoger sus reconocimientos de mano de Benicio del Toro en el festival vasco. Las salas argentinas, dilectas consumidoras del cine stoniano, han dejado pasar esta cinta sin pena ni gloria. Tanto, que no se ha mantenido más de dos semanas en cartelera.

La historia de dos amigos que comparten una misma novia y cultivan plantas de cannabis en la Baja California discurre aparentemente feliz hasta que un cártel mexicano se instala en la zona y les disputa territorio y negocio.

Hace apenas unos meses, en Medellín, caía abatida por un sicario la Madrina de la cocaína, Griselda Blanco. Su historia de violencia salvaje bien puede haber inspirado a la Elena (Salma Hayek) de Salvajes. Las noticias sobre las muertes masivas con mutilaciones de cadáveres en la frontera entre México y los Estados Unidos también deben haber alimentado la recreación de varias escenas del film.

SalvajesCon una narradora que inicia, mantiene y cierra el relato, asistimos a una extenso flashback que nos cuenta la historia de los tres amantes, con un prólogo que nos retrae al inicio, a través de un subidón de imágenes compiladas, que se irán desenvolviendo a lo largo de las casi dos horas y media que dura el film. Y un final falso, o no…, que acusa cierta debilidad del guión y cuya resolución deja entrever, literalmente, como sucede siempre con las películas de Stone, la posición ideológica de su autor.

Salvajes posee fuertes influencias de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994). No solo por la presencia de una de sus figuras míticas: John Travolta, sino también por el look de una de sus protagonistas, Salma Hayek, que luce una peluca semejante a la que portaba Uma Thurman en el film de Tarantino. Pero no todo es apariencia, también el ritmo adrenalínico que posee la cinta, sobre todo en los momentos en los que el aire pareciera espesarse o cuando la acción violenta se impone a fuerza de salpicaduras de sangre en el rostro del asesino, o cuando la cámara despide imágenes en ráfagas, como lo haría una ametralladora… o también, aunque con menos capacidad efectiva, en los enfrentamientos coreografiados entre los ¿dos? bandos.

SalvajesEso en cuanto a la forma… En cuanto al contenido, Salvajes nos habla, en primer término, de la amistad, del amor, de la lealtad, de la valentía, de sentimientos materno-filiales… En un segundo plano, que por momentos, por la fuerza de las imágenes logra imponerse, nos habla de la violencia, del narcotráfico, de la complicidad, de las relaciones de poder, de la traición y de la venganza. Pero por encima de todo esto, que está expresado en el film, late una mirada xenófoba y misógina.

Ben (Aaron Johnson) y Chon (Taylor Kitsch) no se parecen en nada, ni siquiera su contraste serviría para complementarse: un budista y un marine ¡no pueden ser más opuestos! Sin embargo, quizá en su carácter disímil se encuentre la razón por la que Ofelia (Blake Lively) los ame sin poder decidirse por alguno de los dos. En una línea de diálogo lo expresa: uno es la fuerza, el otro, sentimiento. Así de lineales son sus personajes. Entre los dos, ella compone al hombre completo. Así de básicos parecen ser esos hombres que describe Stone con su cámara. Ella es amada por ambos y será la presa en disputa entre los narcos y los amigos. Hay una escena imperdible, en la que Elena (Salma Hayek) le dice a Ofelia, para referirse a la relación que mantiene con los amigos, que “ellos se quieren tanto entre sí que por eso pueden compartirte. Si alguno te quisiera más a ti, te celaría del otro”. Para mí, es una de las mejores escenas del film. Allí, aparece la actriz, ya que hasta entonces Lively solo era una cara bella y un cuerpo armónico.

SavagesLa vida de los matones del cártel no es violenta, es hiperviolenta. No hay seres que les hagan dudar antes de disparar, serrar, quemar, torturar… ni siquiera los niños. Todos son posibles víctimas de su ambición de poder y de su sed de sangre. Allí destaca el personaje de Lado (Benicio del Toro), que compone a un mexicano ladino y fiero, un ser imperturbable que atiende las urgencias más básicas; y la jefa narco, Elena, que vive la maldición de su «profesión» en el rechazo de su hija, verdadero punto débil de la Doña. Una mujer que se ampara en una voz digitalizada y masculina para dar a conocer sus pretensiones y amenazas. El toque de humor tarantinesco también está presente en la melodía de El Chavo con que se establece cada comunicación de los narcos con los norteamericanos, vía internet.

Entre ambos grupos, aparece el personaje de John Travolta, un agente de la DEA que no logra mantenerse en la legalidad, aportando su cuota de poder para que todo se desmadre y consiga una (o más de una, como propone Stone) resolución. La composición de su personaje está a la altura, porque se distancia de sus roles anteriores, pero mantiene la presencia del actor que es.

Queda, como último sabor, aquel discurso que sobrevuela toda la película. Aunque todos los personajes viven en la ilegalidad, la historia se esquematiza, presentándonos dos bandos, uno pretenciosamente bueno y otro decididamente malo. Por supuesto que los amigos norteamericanos, con grandes dosis de una aparente ingenuidad, serán los héroes de la historia y propondrán un juego en el que pasarán de ser víctimas a victimarios, componiendo un thriller en el que se despacha una larga serie de cadáveres para sostener el modus vivendi de los jóvenes arios.

SalvajesDemasiado extensa, con personajes encasillados en estereotipos y un ritmo desigual, que por momentos se torna cansador, irregularidad en el desarrollo de los personajes (Del Toro y Travolta se ganan su sueldo más que justamente, Hayek deja bastante que desear y el trío de enamorados está delineado tan básicamente que se le resta dimensión humana)… Oliver Stone siempre atrapa por la elección de sus historias y la fluidez de su narración, pero peca al dejar evidenciada su visión personal. Digo que peca, porque creo que, en su caso, desmerece el relato. Quizá sea una postura ideológica subjetiva la mía, pero resulta como verle la costura al film. Y eso, no le gusta a nadie.

Tráiler:

Comparte este contenido:

Ficha técnica:

Salvajes (Savages),  EUA, 2012.

Dirección: Oliver Stone
Guion: Shane Salerno, Don Winslow, Oliver Stone (Novela: Don Winslow)
Producción: Ixtlan / Onda Entertainment / Relativity Media
Fotografía: Daniel Mindel
Música: Adam Peters
Reparto: Taylor Kitsch, Blake Lively, John Travolta, Salma Hayek, Aaron Johnson, Emile Hirsch, Benicio Del Toro, Joel David Moore, Trevor Donovan, Mía Maestro, Demián Bichir, Gonzalo Menendez, Alexander Wraith, Jonathan Patrick Moore, Antonio Jaramillo, Aaron Kunitz, Jake McLaughlin, Matt Riedy, Joaquín Cosío, Sandra Echeverría.

2 respuestas a «Salvajes»

  1. Lei 97 reseñas en las principales ciudades americanas y el 90% juzga estupendo el trabajo de Hayek, a nadie le queda nada a deber, es curioso que a Usted le deje que desear. A mi como a la mayoria me parece un estupendo trabajo de la actriz nominada al goya español y seguramente al oscar y bafta 2012

  2. Por suerte no todas las miradas (ni los análisis) son iguales. Si no, sería muy aburrido. A mí, no me convenció su actuación, como sí lo hizo la de Benicio del Toro. En fin, se lo digo en tono de broma: Me temo que ha leído 97 críticas de más 😉

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.