Series de TV
Juego de tronos (temporada 8, episodios 1 al 3)
Parece que va llegando a su final uno de los grandes fenómenos televisivos de la última década y la gran apuesta de HBO, que ve cómo Juego de tronos va apurando sus últimos capítulos. Si ya la séptima temporada llegó a destiempo, en mitad del verano de 2017, la octava ha tenido en blanco a sus seguidores casi dos años, que es lo que hemos tenido que esperar para ver el enfrentamiento con el Rey de la Noche (Vladimir ‘Furdo’ Furdik). El 17 de abril de 2011, fecha de estreno del primer episodio de la serie, cruzamos por primera vez las puertas de Invernalia, pero ahora, ocho años después y tras muchas muertes en el camino, la gran amenaza de los caminantes blancos ya ha cruzado el Muro y está frente a sus puertas.
Como es sabido, esta última temporada consta tan solo de seis capítulos y ahora nos encontramos en el ecuador de la misma. Desde el pasado 14 de abril, ya se han estrenado tres entregas: “Winterfell”, “A Knight of the Seven Kingdoms” y “The Long Night”. Casi todos los capítulos (salvo los dos primeros, que no sobrepasan los 60 minutos) tendrán una duración aproximada de 80 minutos. David Nutter ha dirigido los dos primeros y Miguel Sapochnik, responsable, entre otros, de “La batalla de los dos bastardos”, se ha encargado de orquestar el enfrentamiento con el Rey de la Noche. Nutter y Sapochnik repetirán en el cuarto y quinto episodios de esta temporada, respectivamente, mientras que los creadores de la serie, David Benioff y D.B. Weiss, se reservan el capítulo final.
Con Cersei (Lena Headey) tratando de rearmarse en Desembarco del Rey gracias a su alianza con Euron Greyjoy (Pilou Asbæk), casi todos los efectivos de Poniente se concentran en el Norte, en el hogar fortaleza de la Casa Stark, Invernalia. En realidad, el regreso a Invernalia supone un retorno al origen, a aquel primer episodio titulado “Se acerca el invierno”. Es un buen lugar para empezar el final de esta larga historia. Resulta curioso comprobar cómo David Nutter, en los capítulos previos a la batalla contra el Rey de la Noche, se recrea mucho en la presentación de los personajes. En el primer episodio aparecen varios espacios, sobre todo Invernalia y Desembarco del Rey, pero eso cambia en el segundo, donde ya encontramos a la mayor parte de supervivientes de todas estas temporadas reunidos al calor del hogar de Ned Stark (Sean Bean), cuya desaparición en la primera temporada supuso la primera de una larga lista de muertes.
El primer capítulo de la octava temporada se cierra con la llegada de Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau) a Invernalia. Todavía tienen que llegar algunos personajes más, e incluso habrá una aparición sorprendente al comienzo del tercer episodio, pero ahora me gustaría detenerme en el segundo episodio, “A Knight of the Seven Kingdoms”, que, aunque ha sido objeto de la ira de muchos haters, es uno de los mejores de toda la serie. Juego de tronos ha sido siempre una serie de personajes, más que de acción, y aunque eso ha cambiado un poco en las últimas temporadas, este segundo capítulo nos reconcilia con una serie que se ha hecho grande gracias a la construcción de sus personajes, complejos, sometidos a dilemas irresolubles. Uno de los grandes ejemplos es Jaime, pero también Tyrion (Peter Dinklage), si bien los miembros de la Casa Stark que han sobrevivido son los que más han evolucionado, como es el caso de Lady Sansa (Sophie Turner), Arya (Maisie Williams) y Bran (Isaac Hempstead Wright), por no hablar de Jon Nieve (Kit Harington), aunque ya hemos descubierto que, en realidad, es también un Targaryen. Todos los personajes, en cierta medida, han crecido, progresado o caído en el entorno de su Casa, todos salvo Daenerys (Emilia Clarke), que ha tenido que hacerse a sí misma.
Ahora casi todos están en Invernalia, dispuestos a hacer frente a seres de otro mundo. Al comienzo del tercer episodio, en plena noche, la tensión se respira en el ambiente y, en realidad, sabemos que muchos de ellos no volverán a ver la luz del sol. Es el comienzo de una larga noche, pero puede convertirse en una noche sin final.
Tráiler: