Críticas

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El sol del futuro

Il sol dell'avvenire. Nanni Moretti. Italia, Francia, 2023.

Existen momentos en los cuales nos gustaría oír el silencio. Se trata, efectivamente, de aquellos instantes en los que alguien abre la boca y empieza a hablar sin darse de cuenta de que está cayendo hacia la sima del ridículo. Fuera del tiempo, incapaz de conectar con el cambio de las sociedades, esta es la situación en la que encontramos a algunas personas que nos piden que nos sentemos a su mesa y lenta y aburridamente nos dicen cómo el mundo contemporáneo ya se ha ido perdiendo, cómo la cultura de hoy ha ido sufriendo grandes problemas y cuánto nuestra sociedad está sumergida en un trastorno psicológico ya que una vez, sí, una vez las cosas eran mejores y se vivía con más decencia, con más bondad, con más “naturaleza” (lo cual nada significa, ya que todo es naturaleza, tanto la madre que nos acaricia como el marido que le pega a su esposa). Y, sí, el resultado de toda esta lluvia de palabras es un aburrirnos, un preguntarnos por qué estamos allí, escuchando a alguien del cual no se entiende bien el mensaje y del cual, al final, es como si estuviéramos escuchando un monólogo y no, como mejor quizás sería, un diálogo.

Manierista y egomaníaco en el peor de los sentidos, Nanni Moretti vuelve a la gran pantalla con un mensaje confuso, pedante y a veces ridículo. Se ha convertido en el representante de una farsa de la cual no parece estar en grado de salir, y en su voluntad de crear una mezcla de sátira y de ucronía fílmica cae en el lodo de un protagonismo intolerable. Falta, en esta obra, la profundidad del tema que solo puede darse con la ligereza de la autoironía, de aquella capacidad de reírse de uno mismo sin olvidar que, quizás, lo que queremos decir en un diálogo es algo que tiene su importancia. Falta la capacidad de controlar los tiempos cómicos, las actuaciones no barrocas, los diálogos bien calibrados, proponiendo así al espectador un resultado decepcionante, pesado, atado a una forma didáctica, que si bien en parte se vislumbraba en las obras precedentes del autor, ahora se arroja sobre las imágenes hasta una saciedad intolerable.

Ideológica hasta la incomprensibilidad, hija de una rememoración de un mundo que ya no fue y de una crítica justa pero tan manierista, la película de Moretti resulta un espacio cerrado en sí mismo, incapaz de mantenerse en vida ante la población de las butacas, amén de ser parte de su mismo mundo, de su misma estructura. Y, no, la cuestión no pueden ser las claves de un mensaje que se abre a quienes son capaces de comprenderlo; no es un problema de lograr entrar en sintonía con la narración, sino de estar ante una obra que se abre y se cierra dentro de los bordes de sí misma, un monólogo que poco tiene que ofrecerle a los que se le acercan para extraer de él una estructura con la cual analizar el mundo y, sobre todo, parte del pasado de una Italia que se hundió. Moretti habla de Moretti a través de Moretti con las palabras de Moretti en la seguridad de hablarle a Moretti (o, mejor dicho, a los Morettis), y así construir un discurso morettiano cuya clave de lectura solo puede ser la morettiana, sin utilizar aquellas técnicas de ironía típicas de Fellini o las que nos propuso Borges, en el cual se superponían las estructuras narrativas (comprensibles por todo lector) con los juegos culturales, bibliófagos.. Un abismo de incomprensión egomaníaca en la que la autoironía a veces se pierde en su exacto contrario, dejándonos pensar si al fin y al cabo la cuestión no es la de un hombre que está fuera de su tiempo, sino de la ya conocida cuestión de “sois vosotros y vosotras quienes fallan, una vez las cosas eran mejores” (o hubieran podido serlas, por lo menos dentro de nuestra visión utópica, inatacable).

Resulta quizás inútil esta película. Como si, de hecho, lo que Moretti quería decir de interesante ya lo hubiera hecho en sus obras precedentes y ahora, con sus setenta años, dejara paso a los defectos más fuertes de su producción artística. Si bien el guion tiene una estructura en la que se asoman momentos de estimulación tanto intelectual como narrativa, la autoronía que hubiera podido salvar las escenas se pierde en unas actuaciones y decisiones directoriales poco acertadas, demasiado autorreferenciales (tanto personal como culturalmente, en el sentido de un mundo cultural, como ya hemos dicho, cerrado en sí mismo) hasta un punto de no retorno. Es una película barroca, sí, muy manierista, asfixiante en su conexión con la historia, con el mundo contemporáneo, y sin embargo no son estos sus pecados capitales, su delito más grave. Es, desafortunadamente, una película que no divierte y cuando lo hace desperdicia en seguida su potencial. Aburre, nada más, nada menos, y nos lleva a preguntarnos si no sería mejor pasar nuestro tiempo con las obras precedentes del autor.

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Ficha técnica:

El sol del futuro (Il sol dell'avvenire),  Italia, Francia, 2023.

Dirección: Nanni Moretti
Duración: 95 minutos
Guion: Francesca Marciano, Nanni Moretti, Federica Pontremoli, Valia Santella
Producción: Nanni Moretti, Domenico Procacci
Fotografía: Michele D'Attanasio
Música: Franco Piersanti
Reparto: Nanni Moretti,Margherita Buy, Silvio Orlando, Barbora Bobuľová, Mathieu Amalric, Jerzy Stuhr, Teco Celio, Valentina Romani

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