Fuera de cuadro 

Stanley Kubrick: la perspectiva de un autor

Una odisea del espacioSi algo ha sido admirado en el mundo del cine es la manera que tiene Kubrick de relatar historias. Sus películas, únicas e inquietantes, dejan ver una innovadora forma narrativa que se expresa en el uso particular de la lengua cinematográfica.

Kubrick transita el modelo del cine clásico narrativo trazando caminos alternativos, superando los límites de lo ya conocido y reinventando con cada film las convenciones del cine de masas. El cine negro, bélico, la ciencia ficción, el drama, la comedia satírica y el cine histórico han sido algunos de los territorios recorridos. Dejando una obra que se destaca por el uso de dispositivos técnicos particulares, el tratamiento distintivo del espacio y el tiempo, y por la ambigüedad psicológica de sus personajes.

Quizá uno de los rasgos que caracterizan la obra de un autor como Stanley Kubrick sea el uso particular de los elementos que intervienen en el registro de las imágenes. El encuadre, la escala, la angulación, la profundidad de campo, la perspectiva y los movimientos de cámara han sido objeto de permanente estudio por parte de este autor, quien fue fotógrafo antes de convertirse en un gran investigador y creador de la imagen cinematográfica.

A través de una filmografía, donde cada película es completamente distinta a la que le antecede, se muestra la visión única de un autor que conoce de iluminación, de lentes, y que domina magistralmente la composición del encuadre.

Recientemente hemos visto un vídeo, muy bien editado, que muestra fragmentos de siete películas de Kubrick[1] donde se evidencia el gusto por la perspectiva de un solo punto y, en algunos casos, por cierta simetría en el encuadre.

the shiningAllí se puede ver cómo la puesta en escena en profundidad, en exteriores o con decorados (a veces reales), que permitan una visual profunda, es una constante en muchas de sus películas. Las imágenes que se ofrecen desde esta perspectiva, además de ser tremendamente narrativas, dan cuenta de una elección estilística. No siempre están al servicio de los personajes, a través de la combinación con tomas subjetivas,  sino que ofrece una vista más completa que se regodea en los detalles y que nos conecta con un mundo mucho más complejo que la vista parcial de algún personaje.

Esto ocurre, incluso en los famosos planos en los que se exhiben los impresionantes travelling que acompañan el paso del coronel Dax en Paths of Glory o el uso del steadycam en la persecusión en el laberinto en The Shining, donde las acciones de los personajes movilizan la escena. También, la profundidad de campo, con sus variaciones de escala y desplazamientos de cámara, son usados para apoyar más el nivel del discurso y no tanto el nivel de la historia tal y como lo vemos en la primera escena de A Clockwork Orange.

Digamos que con esta alternancia que va de planos generales a  planos cerrados o viceversa, el autor se permite cierto distanciamiento de sus personajes para que el espacio, los objetos, la luz, su atmósfera, en general, tenga un peso específico en la historia, sea, también, protagonista de ese mundo representado.

Los lugares, los espacios y los objetos están vivos en el cine de Kubrick (la mansión donde se hacen las orgías en Eyes Wide Shut, la nave donde viaja HAL en 2001: A Space of Odiyssey o el hotel en The Shining)  y tienen el mismo nivel de existencia que los personajes. En este sentido, el rol que juegan los movimientos de cámara, las escalas y las angulaciones es permitir que ese espacio sea también habitable por el espectador, de manera que pueda hacerlo suyo.

a clockwork orangeNo se trata, sin embargo, de la clásica postura del cine hollywoodense, que te dice “ven y mira, desde este lugar privilegiado”, donde es posible ver y también conocer tanto o más que los personajes de la historia.  En el cine de Kubrick, el espectador no está cómodo, aunque sí sumergido, seducido y atrapado por el mundo narrado. El espectador penetra y  se introduce en ese mundo creado y es también capaz de sentir o de soñar sus objetos, sus paisajes y las neurosis de sus personajes, hasta hacerlas por momento suyas, pero sin hacerle perder la razón.

Sus películas tienden a crear una especie de eterno vaivén entre la identificación con la historia y sus personajes y el juego magistral de un autor que nos sorprende continuamente: con la gestualidad de sus actores, con ciertos diálogos, con el uso de la música o con un final completamente inesperado.

Es el resultado del trabajo minucioso que le permitió crear nuevas soluciones expresivas en el manejo de la causalidad narrativa y en la construcción del espacio y tiempo fílmicos. Las cuales han sido absorbidas por el heterogéneo cine contemporáneo, por distintos cineastas que siguen esquemas y estilos que contrastan entre sí.


 [1] Paths of Glory (1957), 2001: A Space of Odiyssey (1968), A Clockwork Orange (1971), Barry Lyndon (1975), The Shining (1981), Full Metal Jacket (1987), Eyes Wide Shut (1999)

 

Kubrick // One-Point Perspective from kogonada on Vimeo.

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2 respuestas a «Stanley Kubrick: la perspectiva de un autor»

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