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América, América

America, America. Elia Kazan. EUA, 1963.

America_America_cartelHay un episodio oscuro y polémico en la vida del gran cineasta y novelista de origen griego Elia Kazan, que se puso de manifiesto cuando le entregaron el Oscar Honorífico en 1999 y algunos de los asistentes no solo no se levantaron, sino que ni tan siquiera aplaudieron, como protesta por la entrega de la estatuilla a alguien que, en 1952, había declarado frente al Comité de Actividades Antiamericanas del Senador McCarthy y había delatado a algunos compañeros de profesión. Ahora bien, su filmografía siempre estará ahí y lo cierto es que, durante la década del cincuenta, Kazan rodó una obra maestra tras otra. No valoraremos a Kazan como ciudadano, sino como cineasta. América, América es, en este sentido, la película más personal de uno de los grandes directores de la historia del cine, responsable de títulos tan importantes como Un tranvía llamado deseo (A Streetcar Named Desire, 1951), La ley del silencio (On the Waterfront, 1954), Al Este del Edén (East of Eden, 1955) o Esplendor en la hierba (Splendor in the Grass, 1961).

America_America_fotograma01América, América, rodada entre Grecia y Turquía con un reparto de actores mayoritariamente no profesionales, cuenta la particular odisea por la que pasa Stavros (un desconocido Stathis Giallelis) hasta que logra conseguir su sueño: llegar a América, la tierra prometida, la esperanza de una nueva vida. Para lograrlo, emprende un largo viaje que le llevará desde Anatolia hasta Constantinopla, pasando por Ankara, pero no desfallecerá. Debido a sus características técnicas y temáticas, da la sensación de que América, América tendría que haber sido una película inicial, pero es justo lo contrario, la última gran obra de Elia Kazan, ya que después solo dirigiría tres cintas más, El compromiso (The Arrangement, 1969), que es una suerte de continuación de América, América, Los visitantes (The Visitors, 1972) y El último magnate (The Last Tycoon, 1976). Después, Kazan se dedicó principalmente a la escritura. De todas maneras, una película como América, América no es, desde luego, un primer balbuceo, sino un proyecto realmente complejo, que cuenta una historia de vida con fuerza y rigor insospechados, muy alejada de la idealización propia del tema, que solo podría haber acometido un director experimentado.

America_America_fotograma02En realidad, Stavros, el protagonista, es trasunto de un tío de Elia Kazan, que vivió una experiencia semejante. Y es que, no en vano, la gran creación de América, América es precisamente el personaje principal, repleto de luces y sombras, que no duda en hacer todo cuanto sea necesario para alcanzar su sueño, que evoluciona y, poco a poco, va perdiendo su característica sonrisa. Hay otro personaje, Hohannes (Gregory Rozakis), cuyo nombre no conocemos hasta el final, que aparece en distintos momentos del metraje y adquiere un papel fundamental en el desenlace de la película. Hohannes es un doble de Stavros, un personaje que sirve como espejo, como si Stavros se hubiera escindido en dos personas distintas. La presencia de Hohannes le sirve a Stavros para plantearse una cuestión fundamental: para llegar a América, ¿ha tenido que renunciar a ser él mismo, ha tenido que traicionar sus principios, se ha corrompido?

America_America_fotograma03El viaje del protagonista no es, desde luego, un camino de rosas, y, como si fuera un Ulises moderno, en varios momentos se desvía de su objetivo principal, e incluso es tentado por la posibilidad de una vida acomodada y burguesa, tal como vemos en la parte más costumbrista de la cinta, que presenta a Stavros como futuro yerno de un acaudalado comerciante. Otro de los grandes aciertos de América, América es que presenta Turquía como un país de grandes contrastes, en el que hay zonas que no han cambiado prácticamente nada en dos mil años –un ejemplo es el lugar donde vive la abuela del protagonista– y ciudades de ambiente europeo. Hay en todo esto cierto toque neorrealista, por un lado, y una clara herencia del viejo cine soviético, por otro.

America_America_fotograma04El resultado es, desde luego, uno de los grandes relatos del cine, una suerte de película‑río que bebe de un texto mucho más amplio del propio Kazan, como se nota por el bulto redondo que ofrecen muchos de los personajes secundarios, ya que todos ellos esconden un pasado, tienen una historia. Desde luego, América, América fue una apuesta muy arriesgada de Kazan, pero consigue deslumbrar al espectador con una película verdadera, que emplea técnicas narrativas y recursos visuales inauditos en Hollywood. Todas las obras maestras resumen el mundo; América, América es, en este sentido, una obra maestra.

Premios:

Oscar a la Mejor Dirección Artística (Gene Callahan) y otras tres nominaciones: Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guion. Globo de Oro al Mejor Director y al Mejor Actor Revelación (Stathis Giallelis). Concha de Oro a la Mejor Película en el Festival de San Sebastián

Tráiler:

 

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Ficha técnica:

América, América (America, America),  EUA, 1963.

Dirección: Elia Kazan
Guion: Elia Kazan
Producción: Charles H. Maguire, Elia Kazan
Fotografía: Haskell Wexler
Música: Manos Hadjidakis
Reparto: Stathis Giallelis, Frank Wolff, Harry Davis, Elena Karam, Estelle Hemsley, Gregory Rozakis, Lou Antonio, Paul Mann, John Marley, Linda Marsh

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