Entrevistas 

A propósito de «Sequence».

Sequence_Carles dirigiendoCarles Torrens (1984) nació en Barcelona, sin embargo, se encuentra afincado en Los Ángeles desde hace años. Se trata de la ciudad a la que se marchó con 18 años y que le vio nacer como cineasta. Allí estudió producción cinematográfica en la Universidad de Chapman, donde se licenció en 2007, cuando ya contaba con dos cortometrajes importantes: Coming to town (2006) y Delaney (2007).

Ha dirigido y escrito hasta la fecha cinco cortometrajes (el primero de ellos, allá por 2005, rodado en video). Su primer largometraje (Emergo) fue escrito por Rodrigo Cortés. También ha dirigido televisión.

Sequence, realizado en Los Ángeles, inauguró el Festival de Cine Fantástico y de Terror de Sitges el año pasado. Hablamos con él acerca de su trabajo.

RAÚL LIÉBANA: Revisando tu obra, está claro que lo tuyo es el género fantástico/terror. ¿Has tenido claro desde siempre que es hacia ahí donde querías ir?

CARLES TORRENS: Al igual que muchos otros barceloneses, criarme con el Festival de Sitges fue lo que me unió al fantástico tan estrechamente, Si bien es cierto que es un género que me encanta, para nada descarto explorar otro tipo de cine; al final, de lo que se trata es de contar una buena historia, donde personajes bien construidos muevan la trama hacia adelante, a través de decisiones coherentes y no debido a estructuras predeterminadas. Mi primer largometraje, una TV-movie que rodé a los 23 años, es un drama.

RL: ¿Cómo valoras tu evolución, desde la realización de tu primer cortometraje en la Universidad, Frank´s First Love (2005), hasta el presente?

CT: Yo creo que ha sido una evolución muy lineal. He hecho algunas cosas mejores que otras, y no siempre de manera progresiva, pero en el ámbito técnico y de dirección de actores, cada proyecto ha sido un paso hacia adelante.

RL:M is for Mum es un remake de tu cortometraje Frank´s First Love. El año pasado decidiste revisitar tu primer corto, que ha mejorado, por supuesto, aunque a mí me parece que el primero sigue teniendo su encanto….

CT: La verdad es que iba a dirigir una TV-movie para TV3 que acabo cayendo, y para no quedarme de brazos cruzados, decidí presentar un corto al concurso “The ABCs of Death 2”. La condición era que el corto durase 3 minutos y que mostrase una muerte ocasionada por algo, o alguien, que empezase por la letra M. Llevaba mucho tiempo queriendo hacer una versión de Frank’s First Love con más medios, así que encontré en el concurso la oportunidad perfecta. Además, como quería meterme en publicidad, conseguí el apoyo de una productora especializada en anuncios, videoclips, y promos, que aceptó hacerlo a modo de bobina para promocionarme entre sus clientes.

RL: Sueles escribir y dirigir tus cortometrajes, ¿con qué faceta disfrutas o te sientes más cómodo, escribiéndolos o dirigiéndolos?                                                                                                                                                                     Sequence_Claqueta_Rodaje

CT: Dirigiéndolos, sin lugar a dudas. Escribir es un mal necesario que tengo que sufrir para poder pasar a la siguiente fase. Me encantaría encontrar a alguien que me escribiera los cortos, pero aún no he conocido a nadie con quien tenga suficiente afinidad. Por otro lado, es cierto que al no poder escribir largos, cuando me cogen ataques de ansiedad, me da cierta satisfacción poder ser guionista de algo.

RL: También has llegado a rodar un guion que no es tuyo, como el largometraje Emergo, que escribió Rodrigo Cortés. ¿Cómo fue esa experiencia?

CT: Cuando Rodrigo Cortés contó conmigo para Emergo, aún no era el Rodrigo Cortés consagrado que todos conocemos. Era el director de Concursante, película magnífica que nadie había visto, y de Buried, película magnífica que nadie había visto, tampoco, ya que aún no se había estrenado (salvo en Sundance, claro está). Así que nunca me planteé que Emergo fuera guion de alguien ilustre, sino un desafío colosal al que hacer frente a mis 26 años de edad, que es cuando hice la película. Mi obsesión era contarlo de la forma más eficaz e impactante posible, sin dejarme nada por el camino. Por suerte, Rodrigo fue un gran padrino y me ayudó mucho durante el proceso. En cuanto a rodar guiones de otro, ese es mi trabajo. Soy director de cine (o al menos lo intento), no guionista, y lo mío es plasmar historias que me gusten, independientemente de quién sea el autor.

Estanco_rodaje_SequenceRL: ¿Cuánto tiempo te llevó rodar Sequence? ¿Con qué presupuesto contaste? ¿Cómo se produjo el cortometraje? ¿Cómo se financió?

CT: Sequence fueron 6 días de rodaje, con un presupuesto de 50.000 euros. Todo empezó una vez estrenado Emergo, tras firmar con mi agencia. Los guiones que me enviaban eran todos de foundfootage, subgénero que no me gusta, pese a haber debutado con él; pero quería demostrar que podía hacer otras cosas. Además, quería plasmar la sensibilidad de mis cortos universitarios, que provienen del cien por ciento de mis entrañas, con un envoltorio lujoso y de peli «grande». Así pues, se podría decir que hice Sequence para llamar la atención.

RL: ¿Cómo surge la idea de Sequence? ¿Desde qué aspecto, idea o imagen empiezas a trabajar para crear una historia como esta?

CT: Aunque parezca mentira, cuando hicimos Emergo, se trataba de una película muy novedosa y original, formalmente hablando. El reto se hallaba en explicar una historia de fantasmas al uso, a través de una multitud de formatos y texturas diferentes, provenientes de cámaras de vigilancia, móviles, GoPros (fuimos los primeros en rodar un largo con dicha cámara) y otros dispositivos, creando así un lenguaje cinematográfico analógico al tradicional. Así pues, nos lanzamos a rodarla antes de que saliera Paranormal Activity 2,The Last Exorcism, Rec2, Insidious, The Devil Inside, Chronicle y muchas otras, creyéndonos pioneros.

El término foundfootage aún no existía, y mis únicos referentes eran The Blair Witch Project y Paranormal Activity, que salió en cines una semana más tarde a que me ofrecieran el proyecto.Por desgracia, Emergo no se estrenó hasta casi dos años después de su rodaje, a la cola de un aluvión de películas de found footage (la mayoría malas), que saturaron el mercado y hastiaron al público. Por aquel entonces, el ochenta por ciento de las ideas originales de Emergo ya se habían visto en otros films, y al no saberse que nuestra película era del 2010, nos tildaron de poco originales, de copiones y nos cayeron bastantes palos.

Yo, que siempre me he sentido muy orgulloso de haber hecho una película a los 26 años, que se estrenase en todo el mundo, y que hiciera dinero, no entendía por qué algunas críticas se ensañaban tanto con alguien que estaba empezando, queriendo destruir en vez de construir. Personalmente, cuando un film no me gusta, expongo el por qué, sugiero alternativas que lo hubiesen mejorado (a mi entender), hago un par de bromas y sigo con mi vida; sin embargo, algunos de esos blogueros querían sangre, como si yo les hubiera ofendido profundamente, como si hubiera matado a su perro. Y yo, por más que quería entender el porqué de su rabia, no lo conseguía. ¿Por qué tanta mala hostia contra un crío de 26 años, proveniente de gente que, en algunos casos, le doblaba la edad? ¿No bastaba decir que no les gustaba la película?

Sequence_Carles Torrens dirigiendo el cortoY de ahí surgió la idea de Sequence. Un hombre inocente se despierta una mañana, y se da cuenta de que TODO el mundo le odia. Al principio, quiere averiguar el porqué de ese odio, pero eso le lleva a caminos sin salida, donde recibe aún más golpes. Finalmente, llega a la conclusión de que si uno cree que hizo lo correcto, no tiene por qué sentirse culpable. Por eso, Billy elije no averiguar el contenido del sueño cuando se le presenta la oportunidad, ya que sabe que se sentiría mal por algo que siempre estuvo fuera de su control.

RL: ¿Cuéntanos un poco de qué mecanismos te ayudas para crear esa tensión que respira tu cortometraje, al igual que en el resto de los que has hecho?

CT: La tensión y la intensidad, esa arma tan poderosa que puedes regular a tu antojo para jugar con el espectador, se consigue a través del montaje, de la medida de plano, de la óptica, de la música, del diseño de sonido… son conceptos al alcance de todos los que quieran estudiarlos, están en los libros, y sobre todo, en las películas de otros. Yo los estudio a diario, y me queda mucho que aprender.

RL: Se trata una interpretación personal y a lo mejor no fue tu intención, pero da la impresión de que uno de los mensajes que pueda haber en Sequence es el relativo a cómo nos ven los demás y la excesiva importancia que le damos a eso. El personaje que interpreta Joe Hursley (Billy) dice en un momento determinado «¿Qué más da?, mientras yo sepa que soy buena persona, me importa una mierda lo que piensen los demás de mí». ¿Qué opinas acerca de esta idea?

CT: Como he dicho antes, esta es LA idea sobre la cual se alza Sequence, has dado en el clavo. El corto va de esto, pura y simplemente, y me alegro de que te hayas dado cuenta. Mucha gente se queda con los giros de la historia, con su vertiente de thriller fantástico, pero yo solo quería hablar de la excesiva importancia que le damos a la manera en que otros nos perciben.

Sequence_Rodaje_ExterioresRL: Una de las cosas que inquietan de Sequence es cuando Billy sabe que todo el mundo ha soñado con él. Esto es algo que le aporta a la película, de repente, un punto de vista como de «Gran Hermano». Me explico, se trata de un cocinero normal y corriente, que en su día a día seguramente pasa inadvertido, pero que de repente ha pasado a ser observado por todo el mundo. ¿Es algo que pretendías?

CT: Exactamente. La historia va creciendo de forma exponencial, a medida en que Billy descubre la magnitud de su maldición, siempre manteniéndonos fiel a su punto de vista. El «globo» empieza a hincharse al saber que su novia ha soñado con él. Se hincha un poco más al descubrir que su jefe, también. Luego, sigue hinchándose al ver que el restaurante entero, y más adelante, los vecinos del barrio, han tenido también el mismo sueño. Finalmente, al entender que el fenómeno abarca al mundo entero (a través de la tele), el globo llega al límite de su capacidad; podría estallar (si Billy se suicidara o muriera), pero la pericia del protagonista hace que finalmente todo quede como está (pese al inesperado giro final). Conseguir esta sensación era exactamente lo que pretendía.

RL: ¿Cómo trabajaste con los actores, en especial con Joe Hursley que es sobre el que recae el peso del corto?

CT: Soy bastante académico a la hora de trabajar con actores, sigo el método de Lee Strasberg, Meisner o Judith Weston. Me he empollado los libros y me apunto a talleres de dirección de actores para mantenerme fresco. Siempre se trata de dar un objetivo preciso a cada actor en la escena en cuestión, y sugerir que prueben tácticas determinadas para conseguirlo. Deben ser objetivos opuestos, para generar tensión dramática. Además, siempre les recuerdo lo que está en juego para que sus personajes consigan propósito, así como de donde vienen antes de empezar la escena y su relación con los otros personajes.

RL: Acerca de los encuadres que haces precisamente a Joe Hursley, hay varios planos contrapicados (la conversación final, por ejemplo, con el hombre extranjero del estanco) y, en otra ocasión, llegas a colocar la cámara, me da la impresión, que a ras de suelo (a la salida del restaurante, cuando Billy ha sido despedido). ¿Cuál es la intención?

CT: La intención es mostrar a Billy desvalido en los planos generales y picados, acentuando su soledad (como Gary Cooper en Solo ante el peligro) y contrapicar a medida que el personaje va adquiriendo fuerza y dignidad. Al final, aprende a convertir su desdicha en superpoder, y por eso contrapico tanto cuando le habla, triunfante, al estanquero. El poner la cámara a ras de suelo, cuando le echan por la puerta del restaurante, es una manera de conseguir impacto, violencia. Pero esto no lo he inventado yo, está en cualquier libro de cine. Son principios muy elementales.

Sequence_Carles TorrensRL: Tienes una extraordinaria habilidad para combinar, dentro del género fantástico, lo cotidiano, situaciones de una «aparente» normalidad y que inmediatamente se tornan en puro horror, sobre todo en Sequence. No sé si es fácil de responder, pero ¿Cómo lo haces? ¿Es algo pretendido, quiero decir, eres consciente de ello?

CT: ¡Muchas gracias! Y sí, siempre he intentado conseguir precisamente esto, mezclar lo cotidiano con lo fantástico de forma coherente. He encontrado dos maneras de hacerlo; una es enseñar a un ser fantástico en escenas domésticas, como en Coming to Town o M is for Mom, siendo completamente verosímil con los obstáculos que dicha situación supondría en la vida real. Por ejemplo, un monstruo comprando en el supermercado, o un goblin intentando ligar en un bar. Tim Burton sabe hacerlo muy bien. Y la otra, influenciado por Sam Raimi, es el desate de lo fantástico en lugares que no te esperas. Recuerdo el impacto que me supuso el final de El Ejército de las Tinieblas (el final original, creo que ahora hay otro alternativo), donde Ash se enfrenta a una bruja en el súper. O en Terminator 2, donde ves un tiroteo entre robots en pleno centro comercial, o un camión persiguiendo a una moto por un canal de desagüe.

RL: En el capítulo de agradecimientos de tus cortos, creo haber visto en todos ellos que siempre figura en primer lugar Brian Yuzna, ¿Qué te ha aportado o inspirado este director de cine filipino y, sobre todo, en concreto a Sequence?

CT: Brian Yuzna no es filipino, es más americano que John Wayne. Lo que pasa es que nació ahí porque su padre era ingeniero del ejército de los Estados Unidos, me parece. Yo iba al colegio en Barcelona con los hijos de Brian, y fue él quien me apadrinó y me abrió las puertas al cine. Me dio mi primer trabajo de verano en Filmax, a los 17 años, y siempre acabo pidiéndole consejo en todo proyecto que haga.

Sequence_Rodando_Carles TorrensEn el caso de Sequence, la relación es incluso más directa; la escena de «la mano» (no diré más, para no estropear la sorpresa), la copié de una peli suya, Society (muy recomendable, por cierto). La robé con toda la desfachatez del mundo, pero le pedí permiso antes.

RL: Estás preparando el que será tu segundo largometraje después de Emergo,  que se titulará Visceral. Sabemos que hay guion, que se rodará en Nueva Inglaterra y que el presupuesto con el que se contará rondará los 15 millones de euros, pero poco más, ¿nos podrías decir algo más acerca de esta producción?

CT: Pues aún es muy pronto para revelar nada. La gestación de una película así es larga y compleja, con variables que cambian constantemente. Es más, puede que haga una película más pequeña antes, para rodarla a principios del 2015.

RL: ¿Te consideras un cinéfilo? ¿De qué tipo de películas te consideras más afín? ¿Qué tipo de películas y directores te han marcado o definido en una forma de ver o entender el cine?

CT: Me considero cinéfilo empedernido, y me gusta todo tipo de directores y películas. No son necesariamente mis únicos directores favoritos (aunque puede que sí lo sean), pero a mí me inspiraron a hacer cine Tarantino, los Coen, Robert Rodríguez y Kevin Smith; es decir, los que hacían cine independiente en los 90, que es mi década. También me encantan Scorsese, Hal Ashby, Spielberg, Lumet, Spike Jonze, Carpenter, Almodóvar y David O’Russell.

RL: Para finalizar, mi última pregunta, ¿dónde crees que has aprendido más cine, en la escuela de cine, trabajando con profesionales y haciendo películas o viendo películas?

CT: Haciendo cortos, videoclips, películas, y siempre rodeándome de gente que sabe más que yo.

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