Guiones 

Indiana Jones and the Monkey King

¿El doctor Jones, supongo? Una pregunta, esta, que nos hacemos en la lectura del guión de Columbus, aquel director conocido sobre todo por haber escrito dos pequeñas joyas del cine americano (en el sentido de típicamente yanqui) como Gremlins y The Goonies, además de haberle dado a un joven Culkin, con la ayuda de John Hughes, la posibilidad de interpretar al más que famoso (para los nacidos en los ochenta, por lo menos) Kevin McCallister. Una pregunta, la con la que hemos empezado, que se inserta en el análisis de una obra que hubiera podido ser la tercera entrega del doctor de Lucas y Spielberg y que, como nos podremos dar cuenta en la lectura, se hubiera movido hacia un territorio con unos fuertes matices mágicos. Y, además, nos hubiera llevado al mundo africano, algo que, solo en parte, había sido ya el lugar de algunas excavaciones en el primer episodio (la parte africana de Columbus se sitúa, de todas formas, por debajo de y no sobre el desierto del Sahara); un viaje nuevo, entonces, que se abre con una pequeña aventura introductoria en el norte de Europa, más precisamente en un castillo escocés.

Y quizás sea aquí donde se presenta el problema de la película. El primer antagonista, un personaje que solo aparece en el prólogo, es un fantasma o algo similar. ¿Funciona, nos preguntamos, la introducción de estos elementos sobrenaturales en manera así directa? No es, obviamente, un problema real, por lo menos de por sí, sin embargo la presencia de lo trascendental o de lo que está entre nuestro mundo y el del más allá en los filmes de Indiana Jones es normalmente algo que llega después y que no abre el cuento (piénsese en los prólogos de los dos primeros episodios). Aquí es como si Columbus hubiera decidido cambiar la estructura dentro de los límites estructurales de esta y así dejar claro desde el comienzo que la obra va a ser algo que se sitúa en la voluntad de cargar hasta lo posible el producto fílmico de esta serie. Estamos, en otras palabras, ante una obra llena de manierismos hasta (y quizás más allá de) la saciedad, en un juego continuo de querer poner en evidencia el carácter de “aventura” del doctor Jones.

Es entonces un proceso de saturar la pantalla con todo lo que pueda caber dentro de los bordes de lo aceptable en la estructura, ya conocida, del mundo de Lucas (el segundo mundo, por supuesto, siendo el primero el de las galaxias pasadas), para así proponerles a los espectadores un sinfín de movimientos y de escenas que, por lo rellenas que están, produce una digestión de ideas nuevas. Y, efectivamente, si de digestión hay que hablar esto nos lleva también a pensar si de indigestión se pueda también discutir, ya que el efecto final se encuentra en el borde entre lo aceptable y lo demasiado, lo que puede estorbar por su misma hinchada presencia en la arquitectura del efecto escénico. Nos preguntamos, entonces, si todos los personajes funcionan, si efectivamente el sidekick representado por una joven estudiante tiene sentido y si, de hecho, los malos no se han convertido en algo que llega a rozar (o hasta caer dentro de) el ridículo.

Es un conjunto de buenas ideas, efectivamente, con algunas que nos dejan un poco perplejos, como si de una secuela de The Goonies se tratara, y no del más adulto Indiana Jones. Y no es una cuestión de público joven o de público maduro, sino de respetar las reglas internas del discurso narrativo del mundo del arqueólogo. Monkey King, de hecho, se aleja del primer episodio (el del arca) y se ajusta más a la precuela (el segundo episodio indiano), sin emabrgo yendo más allá, cargándose de elementos a veces más triviales y abrazando no solo el valor pulp de estas historias, sino el de las obras pulp un poco malas, un poco absurdas, un poco, podríamos decir, anárquicas y dadaístas en lo que a la imaginación se refiere. Es una obra que se deja consumir (leer, en nuestro caso, y ver por la fantasía que produce nuestro cerebro), y está claro por qué Lucas y Spielberg decidieron optar por otra historia para su tercera entrega; ante el carnaval de Columbus a lo mejor resultó más conveniente volver a la seriedad del primer episodio.

[La primera imagen es una obra de Struzan :

https://twitter.com/DrewStruzan/status/1644379973669752832 ]

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