Críticas

La soledad y sus fantasmas

Desconocidos

Otros títulos: Todos Somos Extraños.

All of Us Strangers. Andrew Haigh. Reino Unido, EUA, 2023.

Harry (Andrew Scott) es un guionista de televisión con bloqueo creativo, se pasa los días buscando cómo abordar la historia, pues está escribiendo sobre su familia. Regresa a la casa donde creció en busca de inspiración, y se encuentra que sus padres (Jamie Bell y Claire Foy) están ahí, así como los recuerda, y son quienes le ayudan a dialogar y tener esas conversaciones que nunca se dieron. Como jamás los vio envejecer, así es como los revive su mente, los recuerdos lo invaden hasta volverse palpables, como si ellos fueran reales y pueda interactuar con ellos. Por eso regresa constantemente a esa casa, a buscar inspiración y a continuar la vida que el destino le truncó.

Una noche, por culpa de una alarma de incendio que se activa sin razón, Adam sale de la soledad y el silencio de su apartamento y ve a Harry (Paul Mescal) en su ventana, observando. De repente, el mismísimo Harry aparece en la puerta del apartamento de Adam, ofreciéndole un trago o lo que se le ocurra, no hay límites. Así es como dos personas dejan de ser extraños y se acompañan mutuamente es un mismo edificio gigante y solitario. Esta es Desconocidos (All Of Us Strangers, 2023), la cinta más reciente del director y escritor británico Andrew Haigh, el mismo de Lean on Pete (2017), la hermosa 45 Años (45 Years, 2015) y escritor de la exitosa serie de HBO, Looking (2014-2015).

Parafraseando a mi colega Celia Sutton al hablar de las películas de Haigh, acá vemos cómo el autor hace de lo ordinario algo extraordinario. Es el estilo que lo ha caracterizado en toda su filmografía, y algo que sabe manejar a la perfección. En Desconocidos vemos una reflexión sobre la nostalgia y la soledad, esa es la razón de todo lo que hace Adam. Puede sonar sencillo y hasta aburrido, pero Haigh sabe cómo tomar temas así y transformarlos en películas profundas, extrañas y profundamente melancólicas. La nostalgia activa la memoria, sin duda.

Y la historia no se queda en la superficie. Basada en la novela “Strangers” de Taichi Yamada, el largometraje es también una profunda reflexión sobre la homosexualidad, de cómo se veía en épocas anteriores y de cómo se vive ahora. Todo ha cambiado, como le dice Adam a su mamá… Pero, al final, no es tan así. El constante regreso al pasado carga remordimientos, tristezas y conversaciones que nunca se dieron, la memoria nos tortura a todos con ese eterno “¿qué habría pasado si…?”, y el niño interno que carga los dolores todavía busca sanar sus heridas. Y por si no queda claro el mensaje, hay una hermosa escena con los padres cantando “Always On My Mind” de fondo, ese clásico de Willie Nelson en la versión ochentera y fabulosa de los Pet Shop Boys que activa la lágrima:

“Maybe I didn’t hold you all those lonely, lonely times…

And I guess I never told you, I’m so happy that you’re mine…”

(Tal vez no te abracé en todos esos momentos solitarios

y supongo que nunca te dije lo feliz que soy de que seas mío…)

¿Quién no quisiera continuar una historia que se cortó por razones ajenas a su voluntad? Siempre dicen que los escritores deberían escribir sobre lo que saben, lo que han vivido. Eso es lo que hace Adam, y además complementa ese vacío que le quedó. Hay una cierta magia al ver al personaje interactuar con sus padres, todos casi de la misma edad. ¿No sería fantástico poder hacer eso? ¿Visitar un lugar donde nuestros recuerdos sigan intactos? ¿Compartir con ellos todo lo que se han perdido de nuestras vidas, y poder volverlos a abrazar? ¿Dónde me apunto?

Andrew Scott es tremendo como Adam, demuestra una vez más el gran intérprete que es. Lleva al personaje en la piel y es transparente con sus sentimientos, con su mirada, cuando se le quiebra la voz… Son las sutilezas las que lo hacen honesto y real. Paul Mescal, el chico de moda en Hollywood, sorprende con otra actuación impecable, desde su forma de pararse y hablar hasta sus ojos, que transmiten la inocencia de su personaje. Los diálogos dejan claras las diferencias generacionales, los sutiles detalles en las conversaciones entre Adam y Harry esconden una gran profundidad, mientras las charlas entre el protagonista y sus padres se enfocan en la familia, las cosas que no se dijeron y el amor que se quedó congelado en el tiempo.

Algunos críticos y espectadores consideran que la gran debilidad que tiene Desconocidos es su final, pues a pesar de partir de una gran premisa, la cinta se vuelve predecible y con un tono de terapia moralista que le hace perder la magia con la que ha conquistado al espectador. Yo soy de los que opinan lo contrario. Aunque la resolución sí puede parecer predecible, eso no es lo importante. La madurez del protagonista es lo que llama la atención, su arco nos muestra la evolución de su duelo y la capacidad que le ha dejado ese recorrido, para aprender a seguir con ese eterno dolor y ser el apoyo de otros. Esta es una historia de amor en muchos niveles que se queda en la memoria, en el corazón y en las lágrimas que le ha dejado al espectador, que nos invita a valorar los pequeños momentos y la gente que nos rodea, porque “el tiempo perdido los santos lo lloran”, como dice un proverbio conocido en mi país.

Tráiler:

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Ficha técnica:

Desconocidos  / Todos Somos Extraños (All of Us Strangers),  Reino Unido, EUA, 2023.

Dirección: Andrew Haigh
Duración: 105 minutos
Guion: Andrew Haigh
Producción: Graham Broadbent, Peter Czernin, Sarah Harvey, Jeremy Campbell, Emma Mager
Fotografía: Jamie Ramsay
Música: Emilie Levienaise-Farrouch
Reparto: Andrew Scott, Paul Mescal, Jamie Bell, Claire Foy, Carter John Grout, Ami Tredrea

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