Críticas

Esta muerta está muy viva

Alimañas

Jordi Sánchez y Pep Antón Gómez. España, 2023.

La producción de cine español atraviesa una era fecunda en cuanto a proyectos que terminan su fase de rodaje. Otro asunto es cuántos de los títulos concluidos alcanzan su visibilidad en una pantalla comercial, delante del espectador para que este juzgue su calado. Bastantes piezas se presentan en el amplio panorama de festivales de cine, buscando un primer reconocimiento antes de pasar a los locales de proyección, siempre y cuando cuenten con una distribuidora que apueste por el producto. El thriller, el terror, el drama y la comedia siguen siendo los géneros preferidos. Sobre esos pilares se registra la mayoría de las películas que se exhiben en la actualidad. El otro cine, el más furtivo y que responde a parámetros menos convencionales y se ajusta a las características independientes es un punto y aparte para ser tratado al margen. De todas las fórmulas que suman atractivos y rozan un esplendor inaudito, qué duda cabe que la comedia, en sus distintas propuestas, es la que cuenta con el favor del público. La alta densidad de historias del variopinto exponencial del humor es una ráfaga bienvenida y aceptada como bálsamo terapéutico para disfrutar de un rato agradable. Aunque la chispa, la inteligencia, la inventiva y su sustrato más delirante e imaginativo solo aparece en contadas ocasiones.

Alimañas (España, 2023) es el típico cliché pensado y preparado para atraer a una masa de espectadores a los que les gusta la risa fácil y la astracanada más oscura y perversa. Que indague y muestre el lado más siniestro y despreciable del ser humano en su pecado egoísta desde un enfoque cómico y satírico. Empeño y requisito loable como producto. El cine como mercancía para el consumo de recalcitrantes incondicionales de un tipo de cine chusco en su forma y retorcido en su fondo puede funcionar cuando sus creadores convergen en capacidad de talento y osadía en el guion.

La película está escrita y dirigida por el tándem formado por Jordi Sánchez y Pep Antón Gómez. Para el primero supone su ópera prima. Pep Antón tiene la olvidada experiencia de Excusas (España, 2003). El largometraje que trato se lleva a cabo por la presencia de su actor principal, Jordi Sánchez, un intérprete surgido de la serie de televisión La que se avecina, que lleva emitiéndose desde 2003 y su longevidad alcanza las catorce temporadas ininterrumpidas. El actor zaragozano da vida en la serie a un peculiar, carismático y maniático pescatero llamado Antonio Recio. Este papel, de un costumbrismo extrovertido, algo zafio, puñetero y cascarrabias lo ha aupado a logros mayores. Es habitual verlo ya en el cine español dando todo lo que tiene en roles de hombre mediano sumido en una serie de inconvenientes y enredos a ras de suelo a los que se enfrenta con su extravagante sentido de solucionar los problemas y por su entrecortada forma de hablar, marcando muy bien la pauta métrica dejando para el final el toque cómico.

Jordi Sánchez es el reclamo de esta sátira bizarra sobre dos hermanos en posiciones de la vida contrapuestas deseosos de terminar por la vía rápida con la existencia de su madre enferma y postrada en cama por motivos de herencia. Sánchez encarna a Paco, un tipo vil, mezquino, despreciable y mafioso que se las ingenia para doblegar la filiación de Carlos (Carlos Areces), su hermano, hacia su madre, a la que respeta y ama mucho, y embaucarle en una treta para agilizar su muerte. Un planteamiento siniestro, inmoral e infame que estos dos secuaces muñen por intereses propios. Este enredo funciona con destreza.

La madre de los dos personajes centrales es una señora incapacitada para cualquier gestión rutinaria. Es la propietaria de un inmueble muy bien ubicado en Madrid cuya venta generaría una onerosa entrada de capital en las arcas de sus herederos. Los hijos se proponen embolsarse el dinero lo antes posible.

Como si se tratase de la enloquecida y paranoica La comunidad (España, 2012), de Álex de la Iglesia, el edificio en cuestión tiene inquilinos que gozan de un alquiler muy ventajoso y no quieren por nada del mundo que su propietaria fallezca. Porque el óbito las mandaría a la calle sin remisión. Por lo tanto, tres mujeres van a procurar estropear los planes asesinos de los arteros descendientes.

Ellas son tres actrices de reparto: Loles León, Carmina Barrios y Pilar Bergés, que conforman la parte noble del relato, aunque su metodología conspiranoica para detener el delito y asegurarse la estancia es de un canallismo de perfil bajo. En la misma línea, aunque por otros derroteros, pero también integrado en el mismo bloque de viviendas, se incluye una realidad objeto de una inusitada controversia relacionada con los ocupas, aquella gente sin techo que se dedica a introducirse en apartamentos vacíos y permanecer allí hasta que se dicte orden de desalojo. Pero el apunte carece de expansión y solo sirve para armar el consabido chiste y la posterior solidaridad del vecindario respetable con la gente que carece de techo para guarecerse. Del mismo modo que la alusión a la demencia senil de un personaje anciano parece querer decir que Alimañas se preocupa por el desvarío que produce la enfermedad neurodegenerativa, aunque su nota no pasa ningún trámite más allá de la desorientación y confusión de la figura que encarna el actor Saturnino García.

Para redoblar el miserabilismo moral de la película y acentuar su registro de comedia negra, se subraya, en su dispositivo visual, un ambiente expresivo decadente y siniestro, con una fotografía de colores marrones y ocres oscuros. Decorados opresivos y una atmósfera deprimente, que hunde todavía más a una panda de figuras cutres y deleznables, que se mueven por avaricia y agitan su peor ánimo por razones dinerarias. Alimañas deja un poso de viñeta que, en otros tiempos, cuando en el cine español se reflejaba en la pantalla grande, la rutina sórdida y bufonesca la versión era de alta gama de la mano de maestros de Luis García Berlanga y los guiones de Rafael Azcona. Ahora es un quiero y no puedo. Sucesión de viñetas de cómic armando un relato sobre la desfachatez humana.

Tráiler de la película:

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Ficha técnica:

Alimañas ,  España, 2023.

Dirección: Jordi Sánchez y Pep Antón Gómez
Duración: 84 minutos
Guion: Jordi Sánchez, Pep Anton Gómez
Producción: Feel good Media, Kowalski Films, Goblin Audiovisual, Movistar Plus+, RTVE
Música: Isabel Royán
Reparto: Jordi Sánchez, Carlos Areces, Silvia Abril, Loles León, Carmina Barrios, Pilar Berges, Saturnino García y Antonio Resines

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