Críticas
Cuando los robots luchaban en el cuadrilátero
Acero puro
Otros títulos: Gigantes de Acero.
Real Steel. Shawn Levy. EUA, India, 2011.
En 1956, la Revista de Ciencia Ficción y Fantasía (The Magazine of Fantasy & Science Fiction) publicó el cuento corto Steel, del escritor americano Richard Matheson. En ella, el boxeo profesional se prohibía en el mundo y era reemplazado por la lucha de robots.
La genial historia se convirtió en 1963 en un capítulo de La dimensión desconocida (The Twilight Zone, 1959-1964), la genial serie de televisión dedicada exclusivamente a la ciencia ficción. Casi 50 años después, en 2010, se empezó a desarrollar el largometraje basado en esta historia que parecía condenada al olvido. La película, Acero puro (Reel Steel, Shawn Levy, 2011), recogió casi 300 millones de dólares en taquilla en el mundo y recibió una nominación al Oscar, pero hoy parece condenada al pasado y en la eterna espera de una segunda parte.
La cinta nos cuenta la vida de Charlie (Hugh Jackman), que sigue detrás de un sueño que perdió hace años, él insiste en la vida de boxeador que quedó atrás y que fue reemplazada por la tecnología, robots que luchan y realmente se destruyen en el ring de boxeo. A Charlie le cuesta aceptar que el tiempo ha pasado y lo que él sabía, para lo que tanto se preparó, se ha quedado atrás, se ha vuelto obsoleto. El único pasado que continúa en su presente es el de las continuas deudas y los problemas en los que se ha metido por sobrevivir e insistir en la lucha libre.
Y para rematar, tiene que hacerse cargo de un hijo que ni siquiera se acordaba que tenía. Max (un explosivo Dakota Goyo) es un fanático de la tecnología y tan terco como su padre, a quien jamás conoció, pero la sangre no se puede negar. Ama las luchas de robots y sabe todo al respecto, las ha seguido todas y su sueño (¡Gran coincidencia!) se cumple con su padre, con quien tiene una pésima relación.
Gracias a la terquedad de Max, padre e hijo terminan rescatando un robot de Generación 2 de un basurero, olvidado por la tecnología y el mundo. Una de sus funciones es la imitación de los movimientos, lo que lo hace casi real, un ser vivo con consciencia, algo claramente imposible. Atom, como dice su nombre marcado en el pecho, es la pieza clave que los une en un sueño en común. Además, se le suma el interés romántico de Charlie, la hermosa Bailey (una fantástica Evangeline Lily), completando un trío maravilloso que funciona como un engranaje perfecto, se complementan tan bien que parece que se conocieran de toda la vida.
La película no parece ofrecer nada novedoso en términos de narrativa, pero a medida que avanza se mezcla con un road trip de padre e hijo con un objetivo en común y un mensaje muy poderoso: nunca es tarde para ponerle la cara al pasado y seguir el camino. Todo esto con una pregunta constante sobre la paternidad, ¿qué es más importante para un hijo? ¿Estar junto a su padre, un hombre sin dinero ni futuro, o con una familia que tiene todo el dinero que puede desear? Y también está el tema del «underdog», de aquel menospreciado al que nadie le tiene fe, que al final de la cinta estalla en una batalla épica y una conclusión memorable, dando un giro final a una historia que parece predecible pero sorprende con su frescura y humor.
El complemento es una banda sonora maravillosa, cargada de rock y hip hop con grandes representantes del género, desde Foo Fighters y Limp Bizkit hasta Eminem y Beastie Boys, que acompañan las peleas de robots como si fueran una coreografía de la canción de turno. Además, la música incidental de Danny Elfman es emocionante, adecuada para los momentos de más emoción y esperanza para Charlie y Max, y como antelación para todo lo que viene.
Los efectos especiales son otro protagonista, así como en Chappie (Neill Blomkamp, 2015) o Titanes del Pacífico (Pacific Rim, Guillermo del Toro, 2013), los robots han sido logrados con una precisión increíble, todo se ve tan fluido gracias a la captura de movimiento desarrollada para Avatar, los más de 20 animatronics y la asesoría del famoso boxeador Sugar Ray Leonard hacen de las secuencias de acción algo tan real como emocionante y preciso, son el plato fuerte de una cinta con muchas fortalezas. Con este trabajo lograron una nominación al Oscar por Mejor Efectos Visuales, premio que se terminó llevando La invención de Hugo (Hugo, 2011), de Martin Scorsese.
Siempre es bueno buscar en el baúl de los recuerdos y rescatar para la sección de Reencuentros estas historias que han tenido todo para triunfar. ¿Por qué ha quedado en el olvido esta película? Shawn Levy logró reunir un gran equipo de talento para hacer de esta cinta una película que, como fue llamada en España, es “acero puro”. El mundo de las peleas ilegales, pero con robots, es muy emocionante, una idea que lleva vendiéndose más de 50 años. Tiene unas excelentes actuaciones, una historia entrañable para la familia y la emoción elevada gracias a las escenas de acción. Y hoy, la película no se encuentra disponible en ninguna plataforma de forma gratuita.
¿Acaso ya superamos la época de las películas de robots? Después de la sobresaturación de la saga de Transformers del siempre mediocre Michael Bay, parece que los estudios decidieron invertir su dinero en otras cintas y no en los monumentales efectos especiales que siempre requieren estas cintas de ciencia ficción. O quizás por la desaparición de Touchstone Pictures en 2018, empresa que se encargó de su estreno, los derechos de la cinta se fueron perdiendo en el camino hasta quedar relegados al que quiera pagar por verla (Está disponible para alquiler en Google Play).
Es una lástima, en una época en que la sobresaturación de productos nuevos que no llaman la atención parecen reventar las plataformas del mundo, muchos espectadores buscamos esas apuestas seguras que nos hicieron disfrutar y que vale la pena repetir más de una vez. Acero puro es una de las mías.
Trailer:
https://www.youtube.com/watch?v=CPMkO3u_99Y
Ficha técnica:
Acero puro / Gigantes de Acero (Real Steel), EUA, India, 2011.Dirección: Shawn Levy
Duración: 127 minutos
Guion: John Gatins
Producción: Shawn Levy, Ron Ames, Susan Montford, Don Murphy, Rick Benattar, Eric Hedayat, Steven Spielberg, Robert Zemeckis
Fotografía: Mauro Fiore
Música: Danny Elfman
Reparto: Hugh Jackman, Dakota Goyo, Evangeline Lilly, Anthony Mackie, Kevin Durand, Hope Davis, Olga Fonda, John Gatins
A mi modo de ver esta pelicula establece un vinculo paterno filial manda un claro doble mensaje y es un lucha por tu hijo o haz que tu padre luche por ti. es una pelicula que realmente me engancho, la historia para mi es buena, todo el mundo espera un resultado distinto y sorprende por su final, emociona de una forma distinta a la que hemos llegado a ver en el cine, al menos considerando hasta la fecha de su estreno, a dia de hoy habia pasado mucho tiempo desde que la vi por primera vez la he visto una segunda y no descarto una tercera es una pelicula que me gusta, que gusta y creo que ideal para ver junto a tu hijo, quizas los mas jovenes no lo aprecien tanto pero cuando esos jovenes sean padres verán esta misma pelicula con otros ojos.