Críticas

Navegando en los vaivenes de la vida

El triángulo de la tristeza

Triangle of Sadness. Ruben Östlund. Suecia, 2022.

Triangle of sadness aficheUna comedia disimulada y profunda con caídas estrepitosas. Puestas en escena impecables donde lo hilarante hace gala de una pretendida sobriedad que se queda en la apariencia. Es el tránsito por diversos temas de actualidad que desembocan gradualmente en un análisis acerca de la génesis del poder como inherente a la necesidad humana. La oportunidad es aprovechada de diversas maneras, es el juego en la puja por el rédito, necesaria condición oculta en el cuidado de las formas inherentes al posicionamiento de cada quien.

Del lujo a la precariedad, del exceso a la escasez; dimensiones de la realidad que regulan vínculos sostenidos en la permanente lógica del costo-beneficio. Las formas sociales ocultan el trasiego de los movimientos en la conquista de posiciones. Del feminismo a la lucha de clases, se desemboca en la precariedad bajo el común denominador de la supremacía como objetivo. Los que acatan guardan la impronta de un proceder civilizado; aprendizaje social, evita la violencia y el sometimiento en la competencia por asegurarse un puesto ante la necesidad del momento.

Carl y Yaya son una pareja de modelos que comparten un viaje en crucero, serán la excusa perfecta para una sucesión de hechos que invertirán los tradicionales papeles sociales. Los sometidos obtendrán el poder representados por Abigail; naufragio mediante, habrá una transformación en las necesidades humanas que trastocará una escala de valores estrechamente dependiente de la circunstancia.

Ostlund sabe jugar con el asco en medio de la abundancia; la comedia establece un balance en su momento más evidente y aparatoso, lo repulsivo compite con el humor, lo diluye en medio de bromas políticas, un empate en las posiciones que nos desplaza de las ideologías a los procesos humanos inherentes a la obtención del poder y su relación con la comunidad.

Triangle of sadness escena

La comedia se mantiene en un plano de sobriedad que nos permite visibilizar lo trascendente y actual de sus planteos. Ingenio para unir la diversidad en un proceso que se acrecienta y decanta en ideas preparadas, preconcebidas a partir de sutiles puntualizaciones que denotan el uso de la manipulación en diversos momentos sociales. Los modelos, la pareja, ámbitos que trafican apariencias a medida. Sucesos nimios, como la dura expresión facial, o el talante disperso ante la cuenta de un restaurante constituyen sutiles ocasiones de demostración previa. Rica introducción de elementos dispersos, solo en apariencia oficiarán de antesala a lo que vendrá.

Es posible pasar del control al caos en un abrir y cerrar de ojos, los procesos revolucionarios (“granadas mediante”) traen consecuencias inesperadas. El poder, como constante, es desplazado por la circunstancia. La secuencia final es la oportunidad de Abigail,  culmina forjando la resistencia al cese del nuevo statu-quo.

El contexto establece condiciones, vacíos apropiados por quienes sienten la necesidad de explotar la dependencia ajena. Lógica de “esfuerzos” liderados por habilidades que cambian de valor según la ocasión. Una encargada de limpieza puede transformarse en capitán al cambiar las “condiciones materiales de existencia”.

Los valores se trastocan, nada es absoluto, las discusiones ideológicas son el botín absurdo que oficia de pasatiempo entre un empresario capitalista y un capitán de crucero socialista, ambos en estado de ebriedad.

Triangle of sadness fotograma

Trabajo versus capital, como medida en la apropiación del poder. El conflicto no es tal, se diluye en la circunstancia. El valor se genera a partir de necesidades propias del contexto, pero ya no de cara a conceptualizaciones mercantiles, sino a vinculaciones al marco social  configurado en relaciones de dependencia, las habilidades hacen la distinción. Abigail sabe pescar, hacer el fuego, cocinar; los demás, no. Es el “cangrejo bajo la piedra”; personaje sin importancia que se encarga del aseo de los baños; la narración sabrá situarla de improviso en el liderazgo, cual vegetal que germina ante una situación fortuita. No caben planificaciones ni teorizaciones, el caos sobreviene, algo surgirá.

El guion nos sitúa ante una lógica de derivaciones, los imprevistos se encadenan en sucesión, se destruye el orden. La dirección es hacia lo precario, nos muestra transformaciones, a pequeña escala, donde constantemente se apelará a recursos impensados: desde la adulación hasta el sexo, pasando por “costosos” objetos ofrecidos en medio de un discurso descontextualizado.

No es solo un tema de supervivencia, sino de prestigio social asociado a privilegios en un mundo alterado por el azar. El sobrevivir flexibiliza valoraciones, se transmutan en un absurdo, solo comprensible desde un statu-quo suspendido en la posibilidad de un eventual “rescate”. Las reglas de juego se alteran enmarcadas en una moral que impide exabruptos prohibidos por la “civilización”. Los individuos no pierden su cultura, la adaptan a circunstancias que terminan poniendo todo patas para arriba, debe haber un líder, el dinero no habilita, sí las habilidades culinarias y de caza. A partir de aquí, se entretejen vínculos en construcción donde cada quien busca su lugar de privilegio, el conductor recibe y ofrece propuestas que evaluará en función de sus intereses.

El triángulo de la tristeza plano

Impecable puesta en escena, sobre todo en la secuencia de “la cena del capitán”, con todo el movimiento del barco, y la pérdida de simetría hacia el consiguiente caos. Desorden que juega con los absurdos de la irresponsabilidad y la provocación, el asco es continuo: los pasajeros vomitan sin cesar, los baños caen en descontrol absoluto, estalla la materia fecal en ríos de líquido marrón que resbalan por las escaleras. Un toque de humor negro despiadado se encarga de poner en ridículo a los reyes de la opulencia. Es el primer ataque a su seguridad comprada con un dinero que irá devaluándose hasta la extinción.

Un filme a cámara fija con diálogos ingeniosos, imprimen un ritmo que no aporta la sucesión de planos y contraplanos. Bajo esta dinámica se introducen permanentes circunstancias nuevas que instan a un progreso. Toda posible especulación anticipatoria es exterminada. No alcanzamos a imaginar desarrollo y final, los esquematismos convencionales no funcionan.

Un filme prolijo, humor discreto que nos insta a pensar, desde la caída de estereotipos a modo de chiste filosófico, en medio de la obsesión por la manipulación feminista. La banalidad de los ricos es la tontería de sus juegos y preocupaciones. El poder del dinero es la complacencia de una tripulación que en sus resquicios ejercerá un estado de conciencia  hacia una lógica aceptada por todos, propia de un capitalismo que solo conserva los efectos morales de arraigo en la cultura. Es la aceptación del liderazgo sin más. La dependencia surgida de la carencia de habilidades es respetada y aceptada sin violencias. Cierta programación aun permanece bajo la extrema circunstancia de cambio. No necesariamente todo debe ser destruido para que las clases subalternas “conquisten” el poder, aunque sí, una base material representada por el barco. La moral prevalece, la supremacía cambia de manos dentro de una lógica del mérito extrapolable a cualquier revolución pasible de ser entendida como cambio radical en las condiciones de vida.

La película articula el asco con el ridículo y la picardía; logra un efecto contundente que distrae la atención, la discusión teórica es un chiste, las vicisitudes de la práctica arrecian de manera sorpresiva; se instalan en consecuencias inesperadas que ponen a prueba aspiraciones humanas inmersas en contexto hostil.

Triangle of Sadness fue merecidamente galardonada con la Palma de Oro en el Festival de Cannes 2022; sin lugar a dudas, una joyita a revisitar con frecuencia.

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Ficha técnica:

El triángulo de la tristeza (Triangle of Sadness),  Suecia, 2022.

Dirección: Ruben Östlund
Duración: 149 minutos
Guion: Ruben Östlund
Producción: Coproducción Suecia-Francia-Reino Unido-Alemania; Plattform Produktion, SVT, Film I Väst, arte, Coproduction Office, arte France Cinéma, Eurimages, ZDF/Arte, Imperative Entertainment, BBC Films, Essential Filmproduktion, Sovereign Films, Svenska Filminstitutet, Medienboard Berlin-Brandenburg, Det Danske Filminstitut, British Film Institute, Nordisk Film, Radio (DR), Bord Cadre Films, Canal+, Ciné+, Heretic, Piano Producciones, Creative Europe Media
Fotografía: Fredrik Wenzel
Reparto: Harris Dickinson, Charlbi Dean, Zlatko Buric, Dolly De Leon, Woody Harrelson, Vicki Berlin, Henrik Dorsin, Sunnyi Melles, Jean-Christophe Folly, Iris Berben, Arvin Kananian, Amanda Walker, Alicia Eriksson, Malte Gårdinger, Nana Manu, Hanna Oldenburg, Oliver Ford Davies, Linda Anborg, Carolina Gynning, Beata Borelius, Shaniaz Hama Ali, Camilla Läckberg, Mira Uszkureit

19 respuestas a «El triángulo de la tristeza»

  1. Definitivamente que película tan mala. No puedo creer que haya sido nominada a un Oscar. Cambios bruscos, una trama supremamente tonta. No la recomiendo para nada. Es una perdida de tiempo y la película es una falta de respeto con los reales cineastas. Que asco de película!!! Mala, lenta, aburridora y fea.

    1. Esque hay que pensar y reflexionar y eso le pesa mucho a el espectador promedio que está harto y aburrido de la vida, tanto que solo quiere que lo saquen de la realidad con explosiones y tramas explicativas para olvidar unos minutos su propia miseria

    2. Discrepo contigo, para mi exelente pelicula, muestra que la opulencia y dinero no tiene ningun valor en situaciones naturales y alejadas, simplemente caen en la vulgaridad de su vanidad absurda

  2. Los recursos usados, algo extremos pero qué película taaan buena. Quizá chocante para muchos, pero seguramente el mensaje no llegaría igual sin esos exabruptos. Magníficamente retratadas muchas realidades y la contraposición de ideologías. 👌🏼

  3. Aturde el golpe de realidad y confronta miento con los valores establecidos…. Sin duda toca y toca mas aún la sensibilidad de aquellos que se sienten suficientes y dueños del mundo

  4. La verdad me tomo por sorpresa. Me gustó mucho, la desigualdad de clases sin su sustento: el mundo material. Buenísima, me quedé con ganas de más

    1. Excelente película, las banalidades de los ricos acéfalos, con sus arrebatos de alimento de Ego, previsto por los simples esclavos del sistema, una maraña de situaciones bizarras, que habla de una construcción de sistema social, como siempre ha sido, de sometimiento de los menos favorecidos social y económicamente, con el derecho tácito deos millonarios de hacer y deshacer con ellos. Finalmente, todo se traduce a un mismo grupo humano, vulnerable, que dependen de ellos mismos, y el liderazgo del que justamente, sabe más de subsistencia en medio de la continua carencia, que en esta oportunidad, representa Salvación para todos.

  5. Quiero decir, entiendo todo el contexto de porque la crítica dice que es merecedora de un Oscar, al final de cuenta es algo que le gusta a los críticos, una película pretenciosa que los saca a ellos de su burbuja, sin embargo me cuesta tomarme enserio al filme cuando su resolución se basa en un episodio de la familia peluche

    1. Buenisima!!! Critica social dura y real, desnuda de manera grosera pero hermosa e inteligentemente la diferencias de clases, el poder, los roles de genero, la miseria de y egoismo incrustado en el ser humano, corrompido por la opulencia, la precariead, el deseo y supervivencia, mezclado en un cotel perfecto que te invita a beber su amrgo veneno, si no te gusto eres un puerco facho sin alma ni capacidad de pensar, mejor no la veas anda a comprar algo al mall, que es lo unico que mantendra despierto el vacio de tu existencia…

  6. Excelente película! Y muy buena crítica .
    Tan real y estruendosa que aturde a la mayoría de nuestra fatal construcción de nuestra sociedad y por eso molesta .
    Lo que te choca te checa ! Por ahí dice !!!

  7. Todas mis expectativas se han visto frustradas. No hay coherencia alguna, es demencial en todos los sentidos, además de i
    Exageradamente escatologica. Además, no se salva nadie, no es que se centre en los ricos el poder, la publicidad, los influencers, se pierde todo el rato sin centrarse en nada. Como decía un usuario, acerca de esta película: «caca, pedo, culo»… Pobremente demencual

  8. La película es un caos creativo que se mueve en extremos incluyendo al espectador: pésima o excelente. Cualquiera de las dos posturas tendrán razón. Eso es el éxito de T de la T.

  9. Acabo de verla en televisión.
    Para mí es excelente.
    Me quedo pasmada ante la creatividad de las personas que han intervenido en este proyecto.

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