Críticas

Una trinchera para Jack

The Way Back

The Way Back. Gavin O'Connor. EUA, 2020.

The Way BackUn padre que, a causa de una enfermedad terminal pierde a su hijo de 9 años de edad, se refugia en el alcohol para huir de su dolor. Una propuesta, en reconocimiento a su labor deportiva, abrirá una puerta hacia la posibilidad de sentido en franca colaboración con los demás.

El deporte, como símbolo de superación a partir de enseñanzas cotidianas, opera como símil hacia la reconstrucción de lo perdido. La tarea no se completa fácilmente, Jack no consigue del todo el pase de salida.

Un pasado de logros deportivos contrasta con un presente de evasión; la oportunidad es brindada a través de un recorrido que oficia de paliativo, aunque no es suficiente para la toma de conciencia.

Nos beneficiamos de todo lo que el protagonista capta de manera parcial. El progreso de un equipo, a partir de un cambio de mentalidad que opera desde el exterior, nos anticipa lo que vendrá. Gavin O´Connor nos alerta acerca de los accidentes en el “camino de regreso”, aunque también nos dará la esperanza desde lo posible. Es la salida que no somos capaces de ver para nosotros, pero sí podemos construir para otros. Un acto de fe en los demás que demorará en madurar para el propio beneficio. Jack es el prototipo de la solución a la vista que se aplica y no se ve.

Una firme defensa de la voluntad consciente como camino de salida. Dos ingredientes irreductibles a la composición de uno solo. Interdependencia que liga los resultados a la intención en conjunción con el apoyo social: la familia por un lado y el equipo de basquetbol por el otro.

Buena labor de Ben Affleck en la representación de un enojo constante, solamente disimulado por la depresión que se destapa ante la más mínima contrariedad; estado de ánimo que hace al momento del personaje, pero que contiene el ingrediente positivo de la pertinencia en el combate de regreso. Así, como el equipo de baloncesto debe encontrar el camino hacia los logros del pasado, Jack tiene que retornar a lo que fue.

The Way Back plano
Es la medida del éxito filtrada por la religión, se nos dice que el logro consiste en ser humano, en virtudes alcanzadas que no se miden por torneos deportivos, pero sí, por valores e intenciones incluidas en la competencia. El acceso de Jack a su rol de entrenador viene dado por la enfermedad de su antecesor, y no por los resultados obtenidos por el plantel de jugadores. Su destitución proviene por la presunción de un comportamiento alcohólico, no se vincula al rendimiento del equipo.

Una puesta en escena donde la cerveza es marco de referencia permanente. No quedan dudas acerca de la debilidad del personaje, su rutina es bien elemental, son los excesos mostrados en exceso. O´Connor se las ingenia para no pecar de denso, y el filme transcurre con cierta agilidad, a pesar de lo reiterativo que, además, es concebido como aporte a la idea de una vida que se debate en combate ante a la depresión. La batalla está siendo perdida por amplia ventaja. La experiencia como entrenador le permitirá revertir la diferencia, dar vuelta un camino en apariencia irreversible. Pero, el ejemplo no alcanza, no logra visualizar la enseñanza en aplicación a su propia vida, solo se transforma en un calmante que mejora en algo la situación, deberán ocurrir otras cosas para que se opere un despertar que, suponemos, quizá continúe.
Jack es el arquetipo del ayudador que no reconoce sus propias falencias, una omnipotencia solapada tras la fragilidad del estado actual. El prototipo del héroe educacional, que alecciona sobre la vida por el bien de los demás y a partir de la propia experiencia. La escena de ingreso a la planta procesadora de pescado da cuenta como ejemplo, propone un efecto de cercanía familiar: el señor Durret concurre a la cancha a ver a su hijo.

Un recorrido, en mención a una serie de valores necesarios a la vida, es expuesto sin mucho análisis, simplemente las cosas son como son y hay que hacerlas, típico razonamiento estadounidense por lo pragmático. Lo que se hace apelando a virtudes está bien y lo que se hace apelando a defectos está mal, el guion de Brad Ingelsby acude a la religión y la personalidad de Jack como modelos de una rigidez tan práctica como conveniente. La omnipotencia, como característica heroica, es conjugada en el dogma para ofrecer un blindaje a la propuesta.

The Way Back escena
No pretende ser un filme crítico, sino adoctrinador, desde la enseñanza inflexible de valores “buenos”: debes esmerarte por actuar bien, si actúas bien te irá bien, si actúas mal te irá mal. Aun así, hay un espacio para el desborde de lo inadecuado, la película se permite un grado de aceptación para con el que sufre a causa de una actitud equivocada; el restablecimiento de un pequeño equilibrio desde un margen restante de flexibilidad que, por supuesto, no debe ser identificado con la política eclesiástica. El sujeto es quien, haciendo uso de su libertad, debe reconocer las propias falencias a fin de revertirlas.
Una utilización conveniente de la agresividad es promovida desde puestas en escena en planos generales y compartidos. Son los entrenamientos y partidos donde Jack arenga a sus dirigidos pretendiendo inyectarles importantes dosis de firme actitud frente a la adversidad.

The Way Back plano
El “camino de regreso” es el de la integración en contraposición a la disociación que sirve a la negación de las propias falencias. Jack es el modelo que concentra, hacia afuera y hacia adentro, todos los ingredientes presentes en una circunstancia de crisis y su potencial salida. El inconveniente es que, a pesar de su omnipotencia, no puede ponerlos en funcionamiento, requiere de ayuda para aprovechar las circunstancias de forma adecuada.

La alusión al camino correcto viene dada por las reflexiones y consejos, traslado en camioneta mediante. Planos al interior de la cabina, en la penumbra de la noche, nos alertan de íntimos momentos. La experiencia de vida es volcada en una aleccionadora charla acerca del castigo, como mediador del sufrimiento redireccionado hacia uno mismo. Otra vez, el no reconocimiento del desacierto, la inconsciencia de los actos presentada en términos de moneda corriente para un camino equivocado: ni siquiera Jack, con toda su omnipotencia a cuestas, es capaz de abstraer su vida del error.

Un filme poco profundo, aunque rico en alusiones morales, pretende servir de ayuda y esperanza en “el camino de regreso”.

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Ficha técnica:

The Way Back (The Way Back),  EUA, 2020.

Dirección: Gavin O'Connor
Duración: 108 minutos
Guion: Brad Ingelsby, Gavin O'Connor
Producción: Warner Bros., Bron Studios, Creative Wealth Media Finance, Mayhem Pictures, Pearl Street Films. Distribuidora: Warner Bros.
Fotografía: Eduard Grau
Música: Rob Simonsen
Reparto: Ben Affleck, Janina Gavankar, Al Madrigal, Sal Velez Jr., Michaela Watkins, Brandon Wilson, Hayes MacArthur, Melvin Gregg, Rachael Carpani

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