Críticas

Dentro de la pesadilla

Mad God

Phil Tippett. EUA, 2021.

Póster promocional de Mad GodMad God ( Phil Tippett. 2021) es una obsesión plasmada en imágenes en la pantalla. Es el viaje a través de la oscura visión de una leyenda, despojado de cualquier atisbo de mesura o control. Es inclasificable, terrible, hipnótica, perturbadora, salvaje, única, desquiciante, repulsiva, incómoda, confusa. Es la pesadilla transformada en cine, ajena a cualquier realidad, público o crítica. La obra de un genio o un loco, según se mire, que nos lanza a las entrañas del abismo.

Phil Tippett es historia del cine, pura imaginación puesta al servicio de alguno de los grandes directores del género fantástico. Virtuoso del diseño y la animación, su nombre está ligado a películas que son imaginario cinéfilo. Las criaturas de Star Wars, sin ir más lejos, salen de la fértil imaginación de este visionario entre bambalinas, que durante años fue uno de los pilares de la factoría de George Lucas como pioneros de los efectos especiales.

Quizá su carrera como director no ,merezca tantos aplausos como la de especialista, con títulos bastante olvidables a las espaldas. Pero con Mad God deja para el recuerdo una obra maestra de lo bizarro, excentricidad exagerada y fuera de quicio que tiene la enorme virtud de no parecerse a nada que has visto antes. Mad God es un género en sí misma, ejemplo de libertad a cualquier precio, renunciando por el camino a cualquier atisbo de narrativa o cohesión.

Mad God, paseo por el infierno sin guía, el espectador lanzado a su cuenta y riesgo a un mundo son reglas, que se escribe con cada escena. Tippett nos arrastra entre criaturas repulsivas por los escombros de la civilización, por las fronteras del apocalipsis, perverso juego de espejos llenos de polvo y mugre extirpados de lo profundo de los lugares oscuros de la imaginación humana. La noche eterna se entremezcla con el naranja fuego del holocausto nuclear, los edificios derrumbados conforman el escenario del olvido, descenso a los infiernos en la búsqueda de un Santo Grial esquivo e ininteligible. Conglomerado conceptual de lo mejor del cine fantástico, Tippet subvierte los tópicos hasta hacerlos tan atractivos como repugnantes, capaz de generar sorpresa y expectativas, ansiosos de saber que encontraremos cuando se cruce la siguiente puerta.

El monstruoso mundo de Mad God

Phil Tippett ha pasado 30 años construyendo su universo particular, pieza a pieza, obsesivo trabajo de artesanía demente. El cosmos que ofrece en su película es de dimensiones colosales, infinitas, como si visitase distintas capas de un mal sueño, en profundidades cada cada vez más perturbadoras y terribles. No hay paz en la obra de Typpett, empeñado en encoger el alma del espectador a base de herrumbre y horror, sin sentido ni líneas rectas. Tan solo la sensación extrema de soledad y abandono, existencialismo cósmico lanzado a la cara del público sin paliativos. No encontraremos tregua o amabilidad en ninguna de las imágenes de Mad God, que se quedarán incrustadas en el cerebro durante días, junto a las sensaciones de vacío que acompaña el conjunto.

En esa esencia de rareza reside el poder de la película, pero también algunos de sus puntos flacos. Esos 30 años de proceso han sido testigos de muchos cambios. Se nota, en algunos momentos, la diferencia técnica respecto a los primeros compases de la odisea de Tipett a esos momentos en los que la modernidad llama a la puerta. No son cambios bruscos y, en realidad, el director nunca renuncia a la idea base que sustenta la película. Es inevitable ese encontronazo, pero lo cierto es que el conjunto funciona mejor que las partes, y que la cohesión visual es de primer orden incluso con estos baches.

Si la visión de Tipett sobre la pantalla es incuestionable, para el disfrute total de Mad God hay que hacer muchas renuncias como espectador. Principalmente, hay que aceptar las reglas, sin preguntas, sin cuestionar cada pisada sobre el terreno resbaladizo de la experimentación. Hora y media de ausencia de voz humana, en un viaje sin sentido, en el que todo parece la improvisación de, efectivamente, un dios enajenado, pueden poner a prueba la paciencia del más curtido de los sibaritas de lo bizarro. El viaje parece un sinsentido de final difuso, ideas lanzadas al azar con rupturas contantes de espacios y tiempo. Los escenarios subterráneos y malsanos se suceden sin descanso con la cadencia de un delirio onírico que destruye las fronteras de la congruencia. Cuando el viaje termina, la sensación de vacío es inevitable, pero según hemos digerido el proceso nos separaremos entre rendidos incondicionales de la locura insana de Typpett o abominaremos de lo que parece ser una broma de mal gusto, alejada de cualquier tipo de narrativa o intención.

Dentro de la pesadilla

Algo de eso hay en Mad God. La ausencia de hilo conductor o historia de fondo invita a pensar que Tippett no está especialmente interesado en contar un relato. Para este director desatado y libre las imágenes hablan por sí mismas, sin necesidad de añadidos o distorsiones. A pesar de que eso aleje sin remedio a un sector del público.

Mad God parece la adaptación psicodélica y perversa de La Divina Comedia de Dante en un videoclip de Tool, dirigido por Clive Barker poseído por el espíritu de un David Lynch con serios problemas mentales. Es experiencia y experimentación, es la ausencia de sentido, metidos en un universo de puro caos, que se destruye constantemente para surgir de las cenizas en forma de algo terrible, maligno e impuro.

Gracias al festival de Sitges hemos podido recorrer este particular infierno. Adaptarse o morir, claro. El año pasado la versión online salvó las distancias en pandemia, y este año han apostado por pases en este formato de alguno de sus títulos. Así que sin salir de casa, nos sumergimos en las tinieblas.

Menudo viaje. No se lo pierdan. Con todas las consecuencias, claro.

Tráiler:

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Ficha técnica:

Mad God ,  EUA, 2021.

Dirección: Phil Tippett
Duración: 83 minutos
Guion: Phil Tippett
Producción: Tippett Studio
Fotografía: Chris Morley, Phil Tippett
Música: Pray for rain
Reparto: animación

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