Series de TV 

La Fortuna

En su primera incursión en el mundo de las series televisivas, Alejandro Amenábar ha rodado una pequeña joya para Movistar+, una historia basada en un cómic, inspirado, a su vez, en una historia real. Los seis episodios de La Fortuna tienen el sabor del cine clásico de aventuras, pero también el aliento de las grandes películas de juicios, y en este título, más que en ningún otro de su producción, notamos la devoción de Amenábar por Steven Spielberg, por los cómics de Tintín y por Jacques Cousteau. La Fortuna habla de un tesoro, el de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, que hoy en día se puede visitar en el ARQUA (Museo Nacional de Arqueología Subacuática) de Cartagena, gracias precisamente a las gestiones diplomáticas, culturales, políticas y judiciales que emprendió el Gobierno de España contra la empresa norteamericana Odyssey Marine Exploration, que es la que encontró el tesoro y se lo llevó a Florida.

Amenábar, junto a Alejandro Hernández, no ha partido directamente de los hechos, ocurridos entre 2007 y 2012, sino de la versión en cómic de los mismos que hicieron Paco Roca y Guillermo Corral en El tesoro del Cisne Negro (Astiberri, 2018). La adaptación que Hernández y Amenábar hacen de la novela gráfica de Roca y Corral es muy fiel al original, pero introduce pequeños detalles que, sin alterar la historia, enriquecen el desarrollo de la misma. Hay, desde luego, cierto baile de nombres, sobre todo en el nombre del pecio (en el cómic es La Merced y en la serie, La Fortuna), del dueño de la empresa cazatesoros (Frank Stern en el cómic; Frank Wild en la serie) y de la propia empresa (Ithaca en el cómic; Atlantis en la serie), pero tanto la serie como el cómic se pueden disfrutar de manera independiente y complementaria. Amenábar, en los seis episodios de casi una hora de duración de la serie, puede desarrollar más los personajes principales, que son el diplomático Álex Ventura (Álvaro Mel), la funcionaria Lucía Vallarta (Ana Polvorosa), el abogado Jonas Pierce (Clarke Peters) y el cazatesoros Frank Wild (Stanley Tucci). En segundo plano quedarían el ministro de Cultura Español (un genial Karra Elejalde) y la abogada de Wild, Susan McLean (T’Nia Miller).

El director se ha rodeado de parte de su equipo habitual, y así, además de Alejandro Hernández, con quien ya escribió el guion de su anterior proyecto, Mientras dure la guerra (2019), ha contado también en la fotografía con Alex Catalán, con quien trabajó en esa misma película, al igual que ocurría con Karra Elejalde. Solo en un par de ocasiones Amenábar ha renunciado a componer la banda sonora de sus películas, lo que ocurrió con Ágora (2009), cuya partitura era de Dario Marianelli, y con Regresión (Regression, 2015), que la había compuesto Roque Baños, con el que vuelve a trabajar en La Fortuna.

Me pareció deslumbrante el primer episodio de la serie, cuando presenta a Frank Wild, del que llegamos a enamorarnos hasta que mantiene un duro cara a cara con el abogado Jonas Pierce, y entonces nos damos cuenta de que Wild es un vendedor de humo que nos había embaucado también a nosotros, pero no a Jonas. A partir de ahí, toda la serie se transforma en una partida de ajedrez en la que los dos bandos, el Gobierno de España, por un lado, y la empresa Atlantis, por otro, tratan de llevarse el gato al agua, con giros de guion inesperados al final de cada capítulo. En los dos primeros episodios hay una recreación muy ambiciosa de lo que fue el hundimiento de La Fortuna, pero se echa en falta una mayor producción para una serie que no ha escatimado gastos en otros aspectos, como optar por un reparto internacional o alternar diversas localizaciones españolas con las de Washington y Atlanta. En su momento creo que se llegó a plantear y luego se descartó, pero habría estado bien homenajear El tesoro del Cisne Negro recreando la batalla naval mediante la animación del cómic original.

Por lo demás, Amenábar se permite profundizar en la relación que se establece entre Álex (un auténtico Quijote, como se dice de forma explícita en algún momento de la serie) y Lucía (defensora incansable de causas perdidas), pero también en los fantasmas comunes que pueblan el pasado de Jonas Pierce y Frank Wild, por no mencionar la relación de este último con su hija. Y todo esto con un ministro de Cultura con la cara de Karra Elejalde, que venía de haber sido ya Unamuno. Cómo nos gustaría tener un ministro como el que interpreta Karra Elejalde, Enrique Moliner, y que, en buena medida, está inspirado en César Antonio Molina. Como afirma el ministro en la serie, “la cultura es nuestro petróleo”, pero se nos olvida tan a menudo…

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