Críticas

Nada que no hayamos visto

El Rehén

Beirut. Brad Anderson. EUA, 2018.

El Medio Oriente es escenario de una disputa que, se podría decir, lleva miles de años. En la historia reciente, el conflicto se agravó luego del fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando las Naciones Unidas decidieron otorgarle parte del territorio palestino al pueblo judío, conformando la nación israelí. Esto propició que la zona sea escenario de constantes guerras, ya que los israelíes buscan recuperar lo que consideran el territorio original de la tierra de Israel. Sin intención de polemizar sobre el tema, países como Líbano, Siria, Egipto, Jordania, Palestina e Iraq no solo viven estas disputas con Israel, sino que sufren peleas internas con crueles dictadores, grupos de rebeldes financiados externamente y bombardeos de países occidentales en pos de «pacificar» la zona. Uno de esos conflictos internos fue la guerra civil libanesa, contexto elegido para envolver la historia que muestra El Rehén.

No es fácil recuperar una ciudad que sufrió una transformación negativa luego del inicio de la guerra Civil, sin embargo, El Rehén muestra en su inicio una Beirut situada en 1972, una ciudad próspera y llena de vida. Tanto, que Beirut era considerada la Suiza de Medio Oriente. Brad Anderson logra situarnos perfectamente en esta urbe con costas al extremo más oriental del Mar Mediterráneo. A través de un bloque inicial que muestra sus días más gloriosos, el golpe inicial lo da un grupo terrorista al asesinar a la esposa del diplomático estadounidense Mason Skiles (Jon Hamm) en un tiroteo durante una fiesta en su casa. El director de El Maquinista (The Machinist, 2004) logra así atraparnos, y aunque quizás ese interés se diluya un poco durante el segundo acto, nuestra atención seguirá en pie.

La cuestión de Medio Oriente es algo que suele seducir a los guionistas de Hollywood, tan es así que Ben Affleck ganó el Oscar por Argo (2012). Tony Gilroy retoma esta temática, que involucra espías, rehenes y conflictos diplomáticos para El Rehén, guion que escribió originalmente a principios de los años noventa y que recién ahora ve la luz. Si bien el guion resulta interesante y bastante atrapante, por momentos se pierde un poco en la historia secundaria de la vida personal de Skiles y su conflicto con el alcoholismo. Otro punto en contra que exhibe Gilroy es una historia plagada de clichés relacionados con la imagen que Occidente creó (convenientemente) sobre el pueblo árabe, aspecto por el que fue bastante criticado y hasta acusado de racista. Consultado al respecto, el escritor desestimó tales acusaciones, alegando que sus historias no tienen por qué satisfacer a todos, llegando a preguntarse si por esta cuestión, los guionistas deberían dejar de escribir sobre estas temáticas.

Ya tuvo la oportunidad de deslumbrarnos en la pantalla chica, a través de su excelente interpretación de Don Draper, así que para los que nos hemos visto emocionados con su papel en Mad Men (Matthew Weiner, 2007-2015), Jon Hamm es garantía de un trabajo de gran calidad interpretativa. Debemos decir que más allá de su protagónico en El chico del millón de dólares (Million Dollar Arm, Craig Gillespie, 2014), Hamm todavía no había tenido oportunidad de demostrar su categoría en la pantalla grande, algo que en El Rehén comienza a manifestar. Por otra parte, Rosamund Pike ya ha mostrado su nivel en Perdida (Gone Girl, David Fincher, 2014). En esta ocasión interpreta a Sandy Crowder, quien se presenta como agregada cultural estadounidense en Beirut, estableciendo el nexo entre la embajada y una negociación para intercambiar rehenes que busca a Skiles como principal actor. El gran reparto con el que cuenta El Rehén no se detiene allí, con Dean Norris, Shea Whigham, Mark Pellegrino, Larry Pine, todos como integrantes del cuerpo diplomático norteamericano en el Líbano. Irid Chender, Ben Affan y Mohamed Attougui, a pesar del primero ser francés y los otros dos marroquíes, interpretan a los libaneses que tienen de rehén a Cal Riley (Pellegrino), objeto principal de la negociación.

Teniendo en cuenta lo polémico del asunto, El Rehén revive la discusión de la mirada occidental sobre Medio Oriente y, especialmente, sobre su pueblo ¿Debería seguir abordando estos temas con su propia mirada? ¿Debería adaptarse a la realidad? O como respondiera Jon Hamm a la pregunta sobre si se debería haber involucrado más a libaneses, en lugar de marroquíes, tanto en lo que concierne a actores como locaciones: “Esto no es un documental, esto es ficción, no estamos obligados a filmar en locación, así como tampoco lo estuvieron Casablanca o Star Wars”. Esto es simplemente una historia. Tómalo o déjalo.

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Ficha técnica:

El Rehén (Beirut),  EUA, 2018.

Dirección: Brad Anderson
Duración: 109 minutos
Guion: Tony Gilroy
Producción: Radar Pictures, ShivHans Pictures
Fotografía: Björn Charpentier
Música: John Debney
Reparto: Jon Hamm, Rosamund Pike, Dean Norris, Shea Whigham, Mark Pellegrino, Larry Pine, Irid Chender, Ben Affan, Mohamed Attougui

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