Críticas

La trascendencia del amor

Don Jon

Joseph Gordon-Levitt . EUA, 2013.

Don-JonJoseph Gordon-Levitt se ha caracterizado por ser un actor que con cada papel que elige muestra una faceta nueva, tratando de ampliar su aspecto histriónico. Esto es que no se ha encasillado en el papel memorable de su juventud, a lado de Heath Ledger en 10 cosas que odio de ti (Gil Junger, 1999), sino que ha explorado la acción, el drama, la comedia y ahora incursiona como director. Su ópera prima se titula Don Jon.

Jon es un joven ítalo-americano, hijo de familia, soltero, católico, que tiene claras dos cosas: su rutina diaria y su hedonismo, representado por el placer y por su físico. Sin embargo, comienza a darse cuenta que es momento de conocer a la mujer que será su compañera de vida. Ahí aparece una hermosa (aunque un poco vulgar) Scarlet Johannson, quien comenzará a obligarlo a realizar ciertos cambios en su personalidad, lo que orilla a Jon a ser una persona distinta sin la convicción de actuar así.

Hasta ahí todo parece ir de la manera correcta; sin embargo, hay un detalle particular que Jon no puede dejar: es adicto al porno. Así que en su rutina cotidiana de gimnasio, misa, amigos, fiestas, mujeres, siempre hay un momento para autosatisfacerse, mientras explora por horas la red buscando el mejor vídeo. Es esto lo que lo mete en problemas y lo que le impide encontrar la plenitud en su vida personal.

DonJon-01La anécdota es muy sencilla, pero lo interesante es la manera en la que Gordon-Levitt la ha ejecutado. Aunque la forma es simple, tiene detalles que la hacen recordable y que permiten su lectura coherente e impactante.

En primer lugar, queda establecida, a través de la repetición, la rutina que el personaje sigue a diario. Se ven en pantalla, una y otra vez, los aspectos de su vida –trascendentales- que cubren su día a día. Es curioso, porque en realidad no es cansada su costumbre, porque cada episodio tiene alguna particularidad, aunque parece un disco rayado. Es el cambio en sus hábitos lo que irá mostrando la transformación del personaje a lo largo de la película.

Su vida simple se representa con secuencias llenas de elipsis que marcan los momentos más importantes del día, y en estos se incluyen las visitas a las páginas de pornografía, mientras explica las razones por las que él considera que es mucho mejor disfrutar de esta forma del sexo que del intercambio con otra persona que le exige un ritmo y estilo particular.

Paulatinamente, sus costumbres se irán transformando; primero, al conocer a Barbara (Johansson) y, luego, por encontrarse con Esther (Julianne Moore). Mientras, su familia sigue siendo un bloque disfuncional pero amoroso que evalúa cada una de sus decisiones. Llega el punto en el que, entre la rutina y el quiebre del personaje, pasa por un estadio depresivo que es reflejo también de un período de abstención ante un vicio del que nunca se había percatado.

DonJon-02Gordon-Levitt deja muy clara la motivación del personaje y lo vuelve una persona real y coherente, que convive con sus circunstancias y actúa de acuerdo con ellas. La gente que le rodea, si bien parece dibujada (por no decir estereotípica) responde a la historia y ayuda a contar el tema principal de la película. Es notable también la labor del joven director, no sólo con respecto a la forma que ha decidido, sino también a la manera en la presenta a los actores, que si bien podría verse acartonada, en realidad logra acompañar a Jon y le da las razones suficientes para tomar sus decisiones.

Moore, en particular parece un personaje mucho más humano y natural, con complicaciones de una persona madura, con temores, dolor y ganas de salir adelante, aun a pesar de las circunstancias. Es el encuentro con este personaje, lo que hará que Jon pueda comenzar a replantear su forma de vivir y note las carencias que anteriormente desconocía. Descubrirá que la intimidad es algo que se tiene que crear y que el acto sexual es algo mucho más profundo que ver una pantalla del ordenador.

Ningún personaje es enteramente bueno o malo, simplemente, es. Gordon-Levitt ha sabido combinar con honestidad y frescura una temática tan difícil como un vicio (y sus consecuencias), con un tono de comedia, en un ambiente de normalidad y en una familia como cualquier otra (sucede, hasta en las mejores).

DonJon-03Él, por su parte, representa a un hombre con un cuerpo muy diferente al musculoso que suele mostrar en la pantalla, y se ha transformado en un Don Juan de bar, sin estilo, con mucho gel para el cabello y sin un tema de conversación; un hombre superficial, que parece vacío, pero que simplemente muestra lo que su interior emana, que es insatisfacción y parafernalia.

Aunado a esto, el director ha logrado equilibrar las escenas de sexo –que son necesarias- para tener una película que no raya en lo grotesco o incómodo, ni requiere de momentos enteramente explícitos para narrarla. Eso le da también una dimensión única, puesto que el sexo es un punto medular de la historia, pero ha logrado introducirlo en la trama y encuadrarlo en la pantalla, de tal forma que muestra lo suficiente para que el público aprecie lo verdaderamente importante que son los cambios internos de Jon.

Si bien no es una obra de arte, Don Jon es una comedia agridulce que muestra que es posible la redención del ser, a través del amor desinteresado, que se  demuestra a través del cuerpo y en la intimidad. Utiliza recursos y formas totalmente cinematográficas (aunque sencillas) que resultan en una película interesante y entretenida, que promete que las próximas incursiones del actor en el papel de director pueden ser aún mejores.

Tráiler:

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Ficha técnica:

Don Jon ,  EUA, 2013.

Dirección: Joseph Gordon-Levitt
Guion: Joseph Gordon-Levitt
Producción: Ram Bergman
Fotografía: Thomas Kloss
Música: Nathan Johnson
Reparto: Joseph Gordon-Levitt, Scarlett Johansson, Julianne Moore, Tony Danza

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