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Dino de Laurentiis

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Mi filosofía es muy simple. Para sentirse joven, uno tiene que trabajar todo el tiempo que pueda.

Estoy convencido de que la vida debe ser abordada con ironía. Sin miedo. Siempre me entregué en todo lo que he hecho. No todo me salió de forma exitosa. A veces te sientes como cuando sales del estadio después que tu equipo perdió. Pero otras veces, cuando menos te lo esperas, es como ganar el mundial. Y el juego, es el gran desafío de la vida.”

Dino de Laurentiis

Los directores cinematográficos, por lo general, desarrollan un estilo propio a lo largo de su trayectoria. Es posible encarar diferentes análisis de su obra, basados en cualquier aspecto del lenguaje cinematográfico. Estos aspectos son más difíciles de captar en un productor, y en particular en una figura tan grande como la de Dino de Laurentiis. Prácticamente toda su vida estuvo inmerso en la industria del cine, durante la etapa adulta de sus 91 años de vida fue productor de alrededor 170 films y se calcula que de alguna forma estuvo involucrado en unas 500 películas.

Es difícil definir qué estilo o en qué tipo de cine participó mayormente. La realidad es que el productor napolitano se inclinaba de la misma forma a proyectos artísticos o al cine de acción, a películas de clase B o a súper producciones, a proyectos con buena perspectiva o no tanto. Jamás le importó la opinión de la crítica y al ser imposible encontrarle un patrón en sus elecciones, lo único que podemos concluir es que siempre mantuvo una determinación inquebrantable, trabajando hasta su muerte para hacer más…  más y más cine.

Es indudable que siempre contó con una energía infinita, sin interesarle demasiado cuán grandes eran sus éxitos o fracasos. Ante los contratiempos, siempre se levantó para continuar produciendo películas con la misma decisión de siempre.

Dino 1La figura del productor independiente surge de una razón histórica. Entre 1945 y 1951 la ley anti-trust obliga a las grandes majors o Big Five de los años veinte (Paramount, MGM, 20th Century Fox, Warner Bros. y RKO) a cerrar las salas en las cuales se distribuían las mismas películas para las cuales realizaban la producción. Este nuevo productor no está atado a ningún estudio, y tiene acceso a los canales de distribución y exhibición de su propia producción cinematográfica.

Las principales tareas del productor son por lo general realizar un plan de trabajo, obtener los recursos económicos, técnicos y artísticos, administrar el presupuesto y promocionar la película. En el caso de De Laurentiis, toda su vida contó con el rol de productor y tuvo muy clara que esa era su participación en la industria del cine.

A pesar de que el productor es el que tiene a cargo decisiones muy relevantes, es siempre el director el que tiene mayor protagonismo en el film de cara al público. Es quien le da el sello artístico, y a quien relacionamos instantáneamente con la realización de la película. Esto deja al productor en cierta posición de sombra, incluso en casos de hombres con una inmensa trayectoria como la de De Laurentiis.

Este productor cuenta con al menos dos biografías publicadas (Dino De Laurentiis, la vita e i film, de Tullio Kezich y Alessandra Levantesi y Dino De Laurentiis: The Italian Years & Beyond, de Dino De Laurentiis), y diversos libros sobre algunas de sus producciones más espectaculares: King Kong (John Guillermin, 1976) y La Biblia (The Bible: In the Beginning, John Huston, 1966) entre otras.

Una gran cantidad de artículos salieron a la luz con su muerte, el 10 de noviembre 2010. Pareciera que sólo al momento de su fallecimiento se realizaron balances para calcular los números que ilustran los logros de este productor. Estos artículos cuentan con datos que se contradicen entre sí y anécdotas dudosas de probar. La mayor causa de estas confusiones es la cantidad de información a procesar (entre todos los nombres de películas y directores, años y alianzas productoras), pero en mayor medida lo es el mito que se creó con su figura.

Es clarísimo que esta nota dejará de lado muchos de los proyectos en los que el productor estuvo involucrado, la idea es ilustrar los principales de las distintas etapas de su vida. Me gustaría que podamos pensar, al compartir esta nota, la riqueza de una persona con la cual tantos directores compartieron sus sueños, tantos actores estrecharon su mano, tantas personas lo aplaudieron, pero también tantas que lo deben haber detestado. Sin duda, un ejemplo de vida de unos 91 años vividos de forma súper intensa y productiva.

Agostino De Laurentiis nace el 8 de agosto de 1919 en Torre Annunziata, provincia de Nápoles, Italia. Se va de su casa a los diecisiete años para estudiar en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma. Para solventarse obtenía trabajos esporádicos como actor o cualquier otro puesto relacionado con el cine. Tan sólo a los veintiún años produjo su primer film L’amore canta (Ferdinando Maria Poggioli, 1941).

Silvana ManganoDurante la Segunda Guerra Mundial peleó en el ejército italiano. Al regreso, su primer gran éxito fue el filme neorrealista Arroz amargo (Riso amaro, Giuseppe De Santis, 1949), interpretado por Vittorio Gassman y Silvana Mangano, quien se convertirá en su esposa ese mismo año.

En 1952 funda, junto a otro productor célebre, Carlo Ponti, la compañía Ponti-De Laurentiis Cinematografica. La primer producción es Totò a colori (Steno, 1953), primer filme italiano en colores. De 1952 a 1956 la firma produce varias películas clase B y varias cintas de Mario Soldati, pero también brinda soporte a figuras del Neorrealismo como Roberto Rossellini (Europa ’51, 1952 y Dov’è la liberta…?, 1954), Vittorio De Sica (L’oro di Napoli, 1954) y jóvenes talentos como Federico Fellini, que realiza La strada en 1954 y recibe el Oscar a mejor película extranjera.

Ponti y De Laurentiis dominaron la industria italiana del cine, monopolizando a las estrellas más exitosas, como Marcello Mastroianni, Silvana Mangano y Sophia Loren (quien se casa en 1957 con Carlo Ponti).

La primera producción internacional de la dupla fue la grandiosa y espectacular Guerra y Paz (War and Peace, King Vidor, 1956), con la actuación de Audrey Hepburn, Henry Fonda y Mel Ferrer. Se filmó completamente en Italia, principalmente en Cinecittà, en Roma.

De Laurentiis fue uno de los primeros productores en entender el potencial de las audiencias extranjeras, y ayudó a inventar las coproducciones internacionales. De esta forma se juntaban fondos en pre-venta de distribución de derechos afuera del país de origen.

Dino 2En 1956, la sociedad se rompe y Dino funda la compañía De Laurentiis Cinematografica. Por su estructura y medios se asemeja a una de las “Major” de Hollywood. Cuenta con su propia cadena de distribución y a partir de 1959 también con sus propios estudios de filmación en Roma: Dinocittà. Produce filmes de Dino Risi, Alberto Lattuada, Luigi Comencini, Mario Monicelli y también la exitosa Las noches de Cabiria (Le notti di Cabiria, Federico Fellini, 1957), ganando nuevamente un Oscar por mejor película extranjera 1958.

Desde sus comienzos, Dino De Laurentiis tuvo una inclinación hacia los actores norteamericanos (por ejemplo, logra la inclusión de Anthony Quinn en La strada) y hacia las producciones internacionales. Es en este período cuando afianza sus negocios con Estados Unidos mostrando una gran diversidad de proyectos.

Filmó una película épico cristiana, Barrabás (Barabba, Richard Fleischer, 1961), interpretada por Anthony Quinn, y una imitación de James Bond, Bésame y no me mates (Se tutte le donne del mondo, Henry Levin y Arduino Maiuri, 1966).

Dino 4La Biblia fue una producción extravagante de la primera parte del Antiguo Testamento. Dirigida por John Huston, contó con las actuaciones de George C. Scott, Richard Harris, Ava Gardner y Peter O’toole, interpretando a figuras bíblicas.

También produjo una película de la Segunda Guerra Mundial, La batalla de Anzio (Anzio, Edward Dmytryk y Duilio Coletti, 1968) y dos exitosas adaptaciones de comics: Diabolik (Mario Bava, 1968) y Barbarella, la Venus del espacio (Barbarella, 1968), para la cual contó con una joven y seductora Jane Fonda, dirigida por su marido en ese momento, Roger Vadim.

Los secretos de la Cosa Nostra (The Valachi Papers, Terence Young, 1972) es una historia de tráfico de drogas y jefes de la mafia. Se estrena el mismo año y se ve opacada por un film más exitoso, El Padrino (The Godfather, Francis Ford Coppola, 1972).

Waterloo (Sergey Bondarchuk, 1970) fue una costosa producción filmada enteramente en los estudios De Laurentiis, que nunca logró recuperar su costo.

A principios de los setenta, una serie de fallidas operaciones financieras en conjunto con una crisis en la industria cinematográfica italiana determinaron la quiebra de De Laurentiis Cinematografica y el cierre de Dinocittà. Así que De Laurentiis vendió su propiedad al gobierno y movió su base de producción a los Estados Unidos.

Dino 5Es admirable ver cómo, en ese momento, el productor con sus más de cincuenta años y tantos éxitos en su haber, decide recomenzar su vida en Estados Unidos. Allí crea una nueva estructura con De Laurentiis Productions, mucho menos ambiciosa que la anterior, sin estudios de filmación y utilizando a las majors para la distribución. Se afianza enseguida gracias al éxito de Serpico (Sidney Lumet, 1973) donde Al Pacino interpreta a un oficial que se enfrenta a la corrupción de la policía.

Dentro de este mismo período también produjo Los tres días del Cóndor (Three Days of the Condor, 1975), dirigida por Sydney Pollack y protagonizada por Robert Redford y Faye Dunaway. La espectacular King Kong (John Guillermin, 1976), interpretada por Jessica Lange y Jeff Bridges, remake de la de 1933, fue un éxito mundial, aunque vapuleado por la crítica.

El éxito de King Kong derivó en otros films de animales gigantes que resultaron en grandes fracasos, El desafío del búfalo blanco (The White Buffalo, J. Lee Thompson, 1977) con Charles Bronson y Orca, la ballena asesina (Orca, Michael Anderson, 1977).

Para balancear el estilo de sus películas, al mismo tiempo apoyó filmes de autor, como El huevo de la serpiente (The Serpent’s Egg, Ingmar Bergman, 1977) y Ragtime (Milos Forman, 1981). El principio de los ochenta estuvo plagado de ciencia ficción con Flash Gordon (Mike Hodges, 1980), Conan, el bárbaro (Conan the Barbarian, John Milius, 1982), en la que se hizo conocido Arnold Schwarzenegger, y Dune (David Lynch, 1984), adaptación de la obra de ciencia ficción de Frank Hebert. Dune contó con un presupuesto demasiado alto y falló frente a los espectadores.

APP1999120757189En 1981, el matrimonio Mangano-De Laurentiis se vio sacudido por la pérdida de su único hijo varón en un accidente de avión. Silvana deja Estados Unidos, vuelve a Europa y se establece en Madrid. Los trámites de divorcio comienzan en 1988, pero en 1989 Silvana Mangano muere.

En 1988 De Laurentiis Entertainment Group se va a la quiebra. El productor, con sus setenta años, comienza una vez más, y en menos de dos años tiene una nueva esposa, la productora Martha Schumacher, de 29 años, con quien comienza una nueva etapa de vida.

En los noventa trabaja en algunos proyectos para la televisión y produce El cuerpo del delito (Body of Evidence, Uli Edel, 1993), con Madonna, y el thriller Escondido en la memoria (Unforgettable, John Dahl, 1996) con Ray Liotta.

U-571 (Johathan Mostow, 2000) y dos films de Hannibal Lecter, Hannibal (Ridley Scott, 2001) y Dragón Rojo (Red Dragon, Brett Ratner, 2002), fueron grandes éxitos económicos en Estados Unidos y en el mercado internacional.

En la ceremonia de los premios de la Academia de 2001, De Laurentiis recibió uno de los galardones más prestigiosos del cine: el Irving Thalberg Memorial Award. Fue el primer italiano, dentro de la lista muy escasa de cineastas no norteamericanos, que fue laureado.

Dino 7En 2007, la carrera de producción de Dino llegó a su fin, debido al fracaso de Hannibal, el origen del mal (Hannibal Rising, Peter Webber, 2007) y de La última legión (The Last Legion, Doug Lefler, 2007). Su último filme fue Aprendiz de Caballero (Virgin Territory, David Leland, 2007),  y dejó en preparación al menos cuatro filmes más en sus últimos años, que quedaron estancados.

El mito que se ha creado alrededor de la figura de Dino de Laurentiis se debe a que se trata de un personaje que pertenece a una clase completamente extinta. Es difícil imaginar hoy un productor independiente que pueda tener una carrera tan vasta. Por otro lado, sólo una persona que vivió la Segunda Guerra Mundial, con sus secuelas de dolor y pobreza, puede lograr esos niveles de energía inagotable, ese coraje sin miedo a nada ni a nadie y el sentido del trabajo, de la forma que lo vivió el mítico productor.

Referencias:

Tullio Kezich, Alessandra Levantesi, Dino De Laurentiis, la vita e i film, Feltrinelli Editore, 2001.

The Guardian – Dino de Laurentiis obituary

npr – Dino de Laurentiis For decades a Big-Picture Guy

The Globe and Mail – Italian film producer Dino de Laurentiis dies

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3 respuestas a «Dino de Laurentiis»

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