Críticas

La edad del crecimiento

Sin malos rollos

Otros títulos: Hazme el favor.

No Hard Fellings. Gene Stupnitsky. EUA, 2023.

El Bildungsroman representa parte de lo que nos constituye en cuanto sociedad humana. La idea de crecer supone, de hecho, dejar atrás nuestro viejo yo y construir otro con el cual demostrar nuestra capacidad de independizarnos. Quizás sea porque todos pasamos por estas fases que, efectivamente, obras de este tipo logran tener cierta fascinación; es, si una visión más literaria es lo que queremos, lo que encontramos en el análisis de Campbell, ya que, como los héroes de los cuentos ancestrales (y no solo), la superación de nuestros miedos, la capacidad de llegar a un objetivo que pensábamos inalcanzable, o tan solo la muerte (metafórica, desde un punto de vista artístico) del enemigo provocan la aparición de un cambio en lo que a nuestra estructura mental (psicológica, sentimental) se refiere. Y, en el acto de transformarnos, obtenemos lo que es la aceptación de nosotros mismos como parte de la sociedad en cuanto adultos; es, al fin y al cabo, el camino hacia una madurez que demuestra cómo podemos ser elementos positivos de la sociedad (desde la general hasta la más restringida de las amistades o de la familia).

Si de novela de formación se habla, esta película de Gene Stupnitsky se sitúa, así, entre aquellos productos que intentan, con cierta liviandad, jugar con el público, ofreciendo un cuento divertido. Hay que disfrutar, entonces, de la caracterización de los personajes que se encuentran en un contexto social que los limita y que, desde un punto de vista personal, por una serie de decisiones subconscientes les impide aprender a leer y analizar sus propias mentes. Son, en otras palabras, los personajes principales dos elementos negativos (aquella negatividad que se presenta como abolición de la felicidad en un acto de auto-sabotaje) que se encuentran, por puro caso, y que, aprendiendo a conocer al otro, logran conocerse más profunda y correctamente a sí mismos; el resultado, bastante obvio, es un crecimiento que logra donarle al filme un momento de mayor profundidad gracias al hecho de ser, uno de los dos protagonistas, una adulta que no ha logrado resolver sus problemas (el otro, obviamente, forma parte de aquella edad en la que crecer es algo natural).

Teóricamente graciosa, la película en realidad quiere rozar el reino de lo bittersweet y jugar así con el hecho de ser, silenciosamente, algo más de lo que parece representar. No es, efectivamente, una película con la que pasar una hora y medio a carcajadas, mientras, sí, es posible reír unas o dos veces cada diez minutos (lo que en inglés se define como chuckle y que, en castellano, toma el nombre de “risita”). El humor nunca llega a ser así grosero (lo cual no es ni nada positivo ni nada negativo) y las escenas menos púdicas en realidad son inofensivas hasta el extremo; es un querer jugar con temas y situaciones adultos sin caer en la posibilidad (sin que esto nada malo tenga) de ser demasiado explícito. Y, al fin y al cabo, toda la película logra cubrirse de cierta inocencia que nos recuerda cómo los personajes mismos son, efectivamente, perdedores, sí, y sin embargo, tan humanos como nosotros.

Es una estructura que funciona, entonces, pero que no logra ir más allá de un mensaje bastante obvio y de una resolución que deja al espectador la sensación de no haber aprendido mucho de esta aventura. Y, efectivamente, si la caracterización de los personajes (como su actuación) es de alto nivel, y si, de hecho, la temática tiene sus puntos de fuerza, la estructura de los sucesos y la ejecución de ellos mismos son tales que no logran subir el nivel de calidad general. Una vez vista, la película ya se la olvida y se pasa a otro producto; no es de por sí algo malo, y la cuestión no se sitúa en la mediocridad (o casi suficiencia) de la narración, sino en el hecho de poder vislumbrar una serie de elementos que, más bien desarrollados, hubieran podido crear una obra por lo menos de culto en lo que a su (sub)género se refiere. Inocua, en parte divertida, con una dirección sólida, quizás solo baste para pasar un rato sin pensar demasiado.

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Ficha técnica:

Sin malos rollos  / Hazme el favor (No Hard Fellings),  EUA, 2023.

Dirección: Gene Stupnitsky
Duración: 103 minutos
Guion: Gene Stupnitsky, John Phillips
Producción: Alex Saks, Naomi Odenkirk, Marc Provissiero, Jennifer Lawrence, Justine Ciarrocchi
Fotografía: Eigil Bryld
Música: Mychael Danna, Jessica Rose Weiss
Reparto: Jennifer Lawrence, Andrew Barth Feldman, Laura Benanti, Natalie Morales, Matthew Broderick

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