Los hombres libres de Jones

El director y guionista Gary Ross dirige Los hombres libres de Jones -también llamada El valiente o Lucha por la libertad (The Free State of Jones)-, una historia basada en hechos verídicos y filmada con gran realismo, que narra importantes fragmentos de la osada vida de Newton Knight, interpretada por Matthew McConaughey (Interestelar, 2014; Dallas Buyers Club, 2013), un granjero pobre del pequeño condado de Jones en el estado de Mississippi, al sur de Estados Unidos, en plena Guerra de Secesión, que va desde 1862 a 1866.

Knight debe luchar al lado de los confederados en una brutal guerra que encuentra absurda y sin sentido, en la que los pobres pelean para los ricos: se muestra, además, irritado por la nueva norma de que quien posea al menos veinte esclavos se verá exento de pelear. Así que opta por desertar para regresar a su aldea, donde lo espera su mujer Serena (Keri Russell), y en la que ya sólo quedan los viejos, mujeres y niños a merced de los guardias de los confederados, que al verse en una precaria situación económica, comienzan a tomar por la fuerza la cosecha de las granjas, al cuidado de las esposas desprotegidas.

Debido a que Knight es perseguido por la ley, se adentra en los pantanos del Mississippi, donde se esconde al lado de esclavos que han huido de sus amos, y entabla amistad con ellos, sobre todo con Moses (Mahershala Ali) y Rachel (Gugu Mbatha-Raw), una antigua esclava de quien se enamora. Al poco tiempo, se les unen nuevos desertores y otros esclavos, y juntos forman un ejército de hombres libres que se rebelan contra las injusticias de la Confederación y exigen derechos esenciales para los negros, ocasionando una especie de guerrilla dentro de la guerra, que provoca graves disturbios, molestando al bando confederado, que no logra frenarlos.

El filme está fielmente apegado a la historia, Ross (Pleasantville, 1998; Seabiscuit, 2003; The Hunger Games, 2012), busca darle sustento, alternándola con imágenes reales en blanco y negro, además de subtítulos que narran los hechos como sucedieron, asimismo, es su deseo abarcar el mayor tiempo en la historia posible, así que nos muestra, además del desarrollo de los eventos a lo largo de varios años, un salto en el tiempo hasta el futuro, en un flash forward cincuenta años más adelante, en el que se ve el juicio que se le hace al nieto de Knight por querer contraer matrimonio con una mujer blanca contando con un cierto porcentaje de sangre negra, demostrándonos que el racismo continuó permeando en la sociedad, sobre todo en la sureña, a pesar de la ley que se promulgó al final de la Guerra de Secesión, en la que se prohibía mantener a la gente de color como esclavos. Y como consecuencia, al ser emitida la ley de no esclavitud, el odio racial se manifestó aún con más coraje de distintas formas, una fue continuar comprando negros como “aprendices” (término que disfrazaba su condición, aunque su trabajo consistía en lo mismo), otra, bajo las filas del terror del naciente Ku Kux Klan.

Los hombres libres de Jones es un filme bastante gráfico –casi sin compasión por el espectador, al mostrar las crudezas de la guerra –las muertes, los innumerables heridos, la desesperanza no se dejan a la imaginación-, además de denunciar la enorme capacidad humana para el mal y para destrozarse unos a otros, incluso entre hermanos, como sucede en las guerras civiles. Pero lo verdaderamente desgarrador es cómo se presentan de manera contundente las terribles injurias, el odio gratuito y el racismo despiadado, que forman parte del episodio más vergonzoso de la historia de los Estados Unidos.

El legendario Newton Knight fue un hombre que levantó la voz ante tales injusticias e intentó hacer algo más allá de lo imaginable, encontró una causa por la que sí estaba dispuesto a morir y esa es una historia que vale la pena llevar a la pantalla grande. Fue un personaje controvertido por no sólo abogar contra la injusticia, sino por mezclarse con la raza oprimida, por mudarse a vivir entre la población de color, además de casarse con una antigua esclava, con la que tuvo cinco hijos. Que se suman a los nueve que tuvo con su anterior esposa Serena, viviendo todos juntos en el pequeño poblado de Soso, formando una comunidad interracial.

McConaughey está muy bien en el papel de sureño, con un acento que maneja ya a la perfección, creando un personaje que le va justo, y que saca adelante con bastante precisión. Se podría llegar a decir que en él se sostiene casi toda la película, pero en realidad, el resto de las actuaciones son buenas, los brutales acontecimientos, las terribles escenas –fotografiadas con destreza-, en locaciones y ambientes sumamente bien logrados, conformando al final una película realmente equilibrada.

Quizá se excede en cierta forma en el metraje de película, en su intento por abarcar tantos años en la historia, y habrá quien la encuentre un poco aburrida, sin embargo, los que gustan de los relatos históricos, bien fundamentados, seguro la encontrarán, no sólo entretenida, sino enriquecedora.