Críticas

En busca de la absolución

El pasado

Otros títulos: The Past.

Le passé. Asghar Farhadi. Francia, 2013.

El pasado aficheTenso melodrama moderado y dosificado en una estructura a lo Faradhi. Esta vez, la intriga opera en orden cronológico, con poco tiempo de espera la caja de sorpresas se va nutriendo de aperturas varias hasta redondear una historia donde la culpa circula de manera alternativa entre los personajes.

Perfectamente podría ser el ensamblaje de algunos capítulos de un culebrón de la tarde, la nimiedad del asunto va cobrando alta dimensión al punzar emociones, las explicaciones se vuelven necesarias, la culpa suele ser algo con lo que nadie quiere lidiar.

Farhadi complejiza siguiendo la pista, va diagramando un camino con menos vueltas y retrocesos; especie de tránsito seguro y afincado que mantiene la incertidumbre bajo una lupa constante. Al expandirse, los sucesos son expresados con mayor nitidez y precisión. A cada paso hay una novedad, pero siempre engarzada en la misma cuestión: el intento de autoeliminación y su causa.

Luego de 4 años, Ahmad retorna a Francia para divorciarse; encontrará a su mujer con otra pareja, Samir; quien tiene a su esposa en estado de coma tras un intento de suicidio. El conocimiento o ignorancia de la relación clandestina es la piedra de toque con la que juega el guion: ¿quién será el responsable de la tragedia?, ¿sabía Céline de la infidelidad?

Drama civilizado, combina lazos familiares inestables, abiertos a cambios y derivaciones tan permanentes como inciertas. Marie lleva tres matrimonios y va por un cuarto; Lucie los ha padecido todos, ya no quiere más, es el personaje clave que abre el conflicto; una serie de confusiones y dudas impulsa el guion hacia la búsqueda de descubrimientos tranquilizadores. La mirada penetrante de Farhadi se las ingenia para absorber y desplegar una serie de microclimas afectados a desavenencias que confluyen en la misma raíz.

Una historia cotidiana, quizá un tanto exagerada desde la implicancia, aunque no alejada de posibles realidades. Si bien, rinde sobre bases sólidas deudoras de alguna aparente irresolución, no opera hacia el desconcierto, sino en sentido evolutivo; los cabos sueltos son mínimos y ofrecen la posibilidad de concluir por inferencia a partir de gestos y acciones.

El pasado fotograma

El filme no apela a las típicas elisiones de Farhadi, recordar Nader y Simín, una separación (2011) y El viajante (2016). En el primer caso se omite la caída de Razieh por las escaleras; en el segundo, no vemos  lo que ocurre cuando el comerciante ingresa al apartamento de Rana; las aclaraciones irán llegando en posteriores movimientos de guion.

El pasado opera de forma diferente; la historia progresa en diálogos que contribuyen a resignificar un suceso central, no podría catalogarse de elidido debido a que trasciende el tiempo diegético, es previo a los acontecimientos que suceden en la narración. Por tanto, la historia avanza en una suerte de acumulación de datos ampliatorios. Lucie es el eje central que regula los secretos, dosifica la información para generar toda una “investigación”. La indagatoria apunta a las causas del intento de suicidio, la función es discernir responsabilidades, establecer donde está la culpa.

Podríamos decir que el enigma progresa en el discurso y no por la reconsideración de situaciones elididas. El texto fílmico se propaga en una continuidad prospectiva abonada en diálogos inteligentes que van tentando interpretaciones cada vez más “precisas”. Es lo que hace a El pasado una película un tanto diferente a las demás, aunque siempre mantiene el estilo del realizador.

El melodrama circula por canales bien diferentes a los de una telenovela, aunque el asunto, y su consideración, están a la altura. A ojos vista, es claro que el intento de autoeliminación no responde a efectos generados por el contexto; son muchas las alternativas a tomar ante la situación crítica de supuesta infidelidad; sin embargo, los personajes batallan por mantenerse alejados de la identificación con cualquier posible influencia que hubiese ocasionado los hechos. Existe la preocupación por no contactar con la culpa.

Esta cuestión podría haber sido resuelta en sentido maniqueísta; una disputa entre el bien y el mal a la espera de la consabida imputación de los malignos, suerte de idas y venidas para satisfacción del consumo masivo.

Farhadi está más allá de esas circunstancias, pretende un trasiego de instancias dialogales que expresen el sentimiento humano general ante cuestiones que ponen la vida en riesgo. La lucha entre buenos y malos no es materia prima, importa la preocupación de las personas por mantenerse ajenas a responsabilidades consideradas de alta gravedad por su vinculación con la muerte del otro.

Le Passé escena

El sentimiento adhiere a patrones culturales de onda participación en el colectivo, se expresa en la inquietud por decisiones en el tiempo, por eso, hay un alerta constante en la búsqueda de momentos del pasado previos a la tragedia. Quién hizo o dijo qué cosa, en qué momento, cuánto puede haber incidido; son constantes preocupaciones para los implicados.

Otro concepto presente en la filmografía de Farhadi, y en especial en este filme, es el de relativismo. Si bien, las explicaciones llegan, nunca alcanzan a ser absolutas, siempre dejan una especie de rendija por donde cabría considerar otras posibilidades. El peso de la lógica esbozada fomenta contundentes demostraciones que, sin embargo, dejan alguna puerta abierta a interpretaciones alternativas. ¿Fue leído el email?, ¿tendrán el coma y su evolución la respuesta final?

La trama salpica sensaciones más vinculadas al intento de recomposición de una vida que a la disolución de los afectos; otro punto esbozado que queda colgado en la relatividad de las circunstancias.

Ahmad, Marie y Samir protagonizan un juego donde, si bien la delimitación parece clara, todavía existe espacio para pensar en las reales motivaciones; las decisiones asumidas aún ofrecen dudas. Algunos pasajes dejan entrever intereses residuales, frente a vínculos anteriores en vías de cancelación; es más una intención de reconstrucción de objetivos desarticulados, que de nuevos comienzos sobre una sólida base afectiva. La preocupación de Samir por la conciencia de Céline, el intento de Marie en mostrar a Ahmed una vida restaurada (no hace la reservación de hotel), son instancias que incorporan al otro ante lazos amorosos supuestamente culminados. Instancias tan deliberadas como innecesarias, quizá alberguen alguna inconsciente esperanza de retorno a un pasado que no vuelve.

Le Passé plano

Película rodada fundamentalmente en interiores, incluso con diálogos dentro de un vehículo; los espacios exteriores son escasos, remiten a brevísimas conversaciones, tanto en el bar, como en la calle o el jardín. Realidades íntimas que participan todo el tiempo de un despliegue de argumentos en disputa hacia el esclarecimiento.

Un cúmulo de emociones a flor de piel se manifiesta en la intención de establecer el portador o circunstancia de la culpa. Las tensiones van definiendo un tema específico, se aglutinan en torno al establecimiento de razones para una tragedia de resultado inmodificable. Otra vez, como en todo el cine de Farhadi, la moral estará sobre el tapete.

Impecable reparto. Mención especial para Elyes Aguis en el personaje de Fouad, expresa la inestabilidad de un niño en el esfuerzo por adaptarse a una situación con “madres” intercambiables. Alcanza a navegar entre la frustración y la agresión amainadas en toques de docilidad que apuntan a un anticipo en la madurez.

Cine que nos remite a escenas cotidianas, diálogos que nos conducen, con atrapante fluidez, hacia un desenlace tan inesperado como inadvertido. Interesante esquema explicativo, se desprende de un proceso en intensidad de emociones que sitúan la cinta en la categoría correspondiente: un melodrama claro, inteligente y concreto.

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Ficha técnica:

El pasado  / The Past (Le passé),  Francia, 2013.

Dirección: Asghar Farhadi
Duración: 130 minutos
Guion: Asghar Farhadi
Producción: Coproducción Francia-Irán; Memento Films Production
Fotografía: Mahmoud Kalari
Reparto: Bérénice Bejo, Tahar Rahim, Babak Karimi, Ali Mosaffa, Pauline Burlet, Elyes Aguis, Jeanne Jestin, Sabrina Ouazani, Valeria Cavalli

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