Críticas

Swallow my soul

Posesión infernal: El despertar

Otros títulos: Evil Dead: El Despertar.

Evil Dead Rise. Lee Cronin. EUA, 2023.

Respetar lo anterior, lo que nos precede, significa normalmente reconocer la importancia y el valor de algo. Es, en efecto, un concepto que tiene dos significados, ya que se subrayaría tanto el valor cultural como la bondad estructural de una obra de arte (de un filme, por ejemplo, que es de lo que queremos hablar aquí). Más allá del simple hecho de decir “fue fundamental” o “nos gustó”, el respeto lleva así a establecer un reconocimiento social, una forma de carácter global (por lo menos, se espera) que va a mostrar la razón del acto mismo de respetar, poniendo en marcha una serie de diálogos no tanto entre la obra original y nuestra manera de mostrar respeto, sino más bien entre esta última y el grupo de personas que se reconocen en ella. O, en palabras más llanas, el respeto que se tenga por una obra fílmica se convierte, normalmente, en el acto de reconocerse entre amantes de la obra misma, en un juego de espejos en el que tomamos parte por ser capaces de reconocer los elementos mismos sobre los cuales se basa el homenaje.

En el caso de Evil Dead Rise, la cuestión del homenaje y del respeto logra ir más allá de la simple voluntad de decir que, sí, las películas originales de Sam Raimi son dignas de mérito. El director, Lee Cronin, demuestra su capacidad de dosificar todos los elementos que no pueden sino llevarnos a reconocer los objetos de homenaje y, al mismo tiempo, de construir una obra con la que entretener a los espectadores. Y, obviamente, la creación de una conexión entre esta película y las de Raimi (sin olvidar el soft reboot de hace algunos años) se manifiesta también en el hecho de reproducir los mismos esquemas, no en cuanto pereza por parte de un guion flojo, sino como manera inteligente de insertarse en un discurso de autonomía y de filiación: estamos ante una arquitectura, de hecho, que no rechaza su contexto de formación (en todos los sentidos) y que, al mismo tiempo, nos propone una clave de reelaboración de las obras originales.

Es entonces, en el concepto de reelaborar, de volver a moldear, que encontramos una mirada interesante que nos lleva hacia el splatter más puro. Una película que, efectivamente, adapta para los que amamos los chorros de sangre (como, a veces, la necesidad de cerrar los ojos ante ciertas escenas), o sea, una obra que logra respetar a sus antepasados aumentando el carácter no solo horrorífico y sangriento, sino también de claustrofobia que se respiraba en las originales. Y, de hecho, si el marco en el que Ash Williams se movía estaba representado por una selva de la que resultaba imposible escapar, a menos de viajes temporales, aquí la acción se sitúa en una ciudad, sí, pero dentro de las duras fronteras de un condominio asfixiante. Esta revolución conceptual, entonces, no se presenta como un cambio radical, sino como el juego estructural en el cual se mantiene la forma profunda (la arquitectura textual, la gramática del juego) y se presentan variaciones con las que ofrecerle algo nuevo al público.

No es un remake, entonces, ni lo que podría ser una verdadera secuela (¿quizás spin-off sea la palabra que estamos buscando?). Obra capaz de sustentarse por sí misma y, al mismo tiempo, obra que necesita la visión de las precedentes para ser comprendida hasta en los más pequeños detalles, juega también con los topoi del horror, como la necesidad de no permitir que cada personaje resulte intocable (la muerte es algo que le puede pasar a cualquiera) o los descuartizamientos con sus ríos de sangre. Más allá del simple homenaje, entonces, y perfecto ejemplo de homenaje al mismo tiempo, la película logra atrapar al espectador con una estructura narrativa, unos diálogos y unas actuaciones de alta calidad. Es, por supuesto, una película para los aficionados, los que hemos amado el arco narrativo de Ash, y es también una película capaz de ser vista por cualquiera (siempre y cuando nos guste el horror y su subgénero splatter). Pequeña obra artística pop, Evil Dead Rise sí merece ser vista.

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Ficha técnica:

Posesión infernal: El despertar  / Evil Dead: El Despertar (Evil Dead Rise),  EUA, 2023.

Dirección: Lee Cronin
Duración: 97 minutos
Guion: Lee Cronin
Producción: Rob Tapert
Fotografía: Dave Garbett
Música: Stephen McKeon
Reparto: Lily Sullivan, Alyssa Sutherland, Morgan Davies, Gabrielle Echols, Nell Fisher

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