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Festival de Cine Fantástico de Sitges 2016

Festival de Sitges 2016

A propósito del Festival de Sitges 2016

Las calles de Sitges este año te sumergían en un lugar, de este planeta, que pertenece a una galaxia dentro de un Universo repleto de realidades paralelas y ficciones creadas, donde “no existe lo desconocido, solo lo temporalmente desconocido”. Esta ha sido una edición que ha celebrado por todo lo alto el 50º aniversario de la mítica Star Trek. Una mano gigante con el saludo vulcano, situada a un lado de la alfombra roja que reviste la entrada del Auditoti, daba la bienvenida al espectador más fiel de toda la galaxia, el que asiste religiosamente, desde hace 49 años, al más importante festival de cine fantástico terrícola.

Han sido nueve días en los que Sitges se ha desdoblado para que la jugosa oferta cinéfila se extienda mucho más allá de sus cuatro salas de cine. En el mundo exterior han tenido protagonismo tanto las lluvias torrenciales como las hordas de muertos vivientes de la ya mítica Zombie Walk, pero además, han podido verse también en los espacios emblemáticos del municipio, varias exposiciones centradas en el mundo Star Trek, destinadas a los más trekkies. Dentro de las salas de cine han podido disfrutarse los encuentros con figuras de renombre internacional asentadas en el género fantástico, como Christopher Walken, Max Von Sydow, Bruce Campbell, Paul Schrader, Barbara Crampton o Rob Zombie y Sheri Moon  ─quienes presentaron 31, su último juego survival macabro con asesinos y víctimas más que peculiares─,  y nacionales, como Terele Pávez o Nacho Vigalondo, quien acudía para presentar Colossal, su película más ambiciosa hasta la fecha.

La programación ha estado formada por más de 200 películas. Una cifra inabarcable que, como ya es habitual, exige de una buena selección y organización previas para no perderse en el tumulto. Un maremágnum que se presentaba en un total de doce secciones y subsecciones con las que el Festival  pretende clasificar la diversidad de las propuestas presentadas. Dicha agrupación, conformada a partir de similitudes básicas, resulta innecesaria y redundante, a la vez que provoca confusión, cuando es evidente que la mayoría de los filmes cumplen con más de un criterio y podrían incluirse casi en cualquier sección. Esto ocurre cuando se intenta acotar y etiquetar lo heterodoxo e ilimitado. Porque así es el cine fantástico, del que el Festival de Sitges es adalid.

Sitges, Festival de Cine FantásticoLa deriva de esta edición, ha situado al thriller como género estrella, como viene siendo habitual en los últimos años, aunque pocas son las propuestas que lo cultivan en términos absolutos, al crear fusiones con otras facciones del fantástico. Por otro lado, tendencias como la producción de remakes, han confirmado que la brecha ya no da más de sí y como prueba de ello, dos de las películas más promocionadas por el festival. Desde la inauguración, con Inside (Alexandre Bustillo, 2016), y dentro de la Sección Oficial, con Blair Witch (Adam Windgard, 2016), propuestas que desmerecen ante sus predecesoras. Con cintas como esta última, el found footage parecía que había agotado todos sus recursos, sin embargo, es gracias a la fusión de subgéneros cómo Operación Avalanche ha conseguido convertirse en una de los trabajos más sorprendentes de la Sección Oficial, al saber incorporar al material encontrado de base, el thriller y el falso documental con una gran trama de intriga de la conspiración.

SitgesEn la indagación de propuestas que exploran el mestizaje de géneros nos encontramos con The Lure (Agnieszka Smoczynska, 2016), que reutiliza las sirenas, como seres mitológicos de dientes afilados, dentro de un musical setentero de excéntricas coreografías. En la expresión de los sentimientos de las sirenas hermanas protagonistas, en su relación y en la convivencia con los humanos, existe una clara reivindicación del papel que ocupa la mujer en la sociedad.

Las películas más importantes de esta edición se caracterizan por su afilado e inteligente uso del potencial metafórico del fantástico. Cintas que saben guardar, tras una primera capa argumental, un riquísimo subtexto en el que poder escarbar. En este sentido, el film ganador de la sección Noves Visions One, Under the Shadow (Babak Anvari), nos enfrenta a los horrores de la guerra, la situación política y el rol de la mujer en el Irán de los años ochenta, mediante una historia de terror en la que los genios o djiin, seres mitológicos de la cultura árabe, acechan en la oscuridad.

El palmarés ha sido uno de los mejor repartidos y celebrados en años. El hecho de que una película como Swiss Army Man haya sido la ganadora, siendo una de los trabajos más arriesgados por su complejo tono, que apuesta por una inventiva desacomplejada, indica una decisión alejada de cualquier prejuicio. Tanto como que el Premio José Luis Guarner de la Crítica haya sido otorgado a The Neon Demon (Nicolas Winding-Refn, 2016), una de las cintas más esperadas y polémicas de la temporada. Si nos remontamos a la pasada edición del Festival de Cannes, esta tuvo una recepción que pasó a la historia por los insultos al director tras su proyección y donde lo más bonito que pudo decirse sobre el filme fue a cerca de su cuidada estética. De igual modo, es sorprendente cómo el último film de Park Chan Wook, The Handmaiden, ganador del Gran Premio del Público, pocos meses antes, en el Festival de la Costa Azul, tuvo una aceptación fría y de muy bajo impacto, donde parte de la prensa cinematográfica creyó ver un discurso machista detrás de las escenas eróticas. Hay que destacar la importante presencia del cine coreano dentro del Festival, posicionado como una de las cinematografías más saludables y equilibradas, que vive un momento glorioso. Muchas de las producciones que son mainstream en Corea, entran en el circuito de los festivales internacionales más importantes y, en ocasiones, consiguen alcanzar los mercados occidentales con éxito, mediante la postulación de un cine que aboga por la conservación del sello autoral, con una evidente libertad creativa que, ante todo, no subestima al espectador, sino que lo contempla como cómplice.

Exteriores Sitges 2016Yeon  Sang-ho ha conseguido el logro de presentar en Sección Oficial sus dos últimas películas. Seoul Station, animación que funciona a modo de prólogo, donde se muestran las raíces del contagio de un virus que afecta a la capital coreana, cuyo desarrollo veremos en Train to Busan, ganadora de los Premios a la Mejor Dirección y a los Mejores Efectos Especiales. Dos perspectivas complementarias al origen de la infestación, donde quedan retratadas las diferencias de los estratos sociales.

El extraño (The Wailing, Na Hong-jin) ha conseguido el Premio a la Mejor Fotografía y el Premio Focus Asia. Un filme que construye su historia como una lucha encarnizada entre el bien y el mal. Un thriller a fuego muy lento, donde lo sobrenatural tiene mucha presencia. Intensa y con una gran carga psicológica.

Por último, fuera del palmarés, cabe destacar los dos trabajos que Kiyoshi Kurosawa ha presentado, como dos de las piezas imprescindibles de esta edición: Le Secret de la chambre noir (Daguerrotype), su primer proyecto fuera de Japón, y su particular thriller, Creepy. También, subrayar como uno de los filmes más libres y desprejuiciados a Antiporno, del japonés Sion Sono, del que también ha podido verse The Whispering Star.

Los invitamos a leer las reseñas de la lista de nuestras diez mejores películas de esta edición. Larga vida y prosperidad al Festival de Sitges. Nos volveremos a ver en su 50º aniversario.

 

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