Críticas

Las chicas solo piden respeto

La batalla de los sexos

Otros títulos: La guerra de los sexos.

Battle of the sexes. Jonathan Dayton, Valerie Faris. EUA, 2017.

Un tema tan actual, tan instalado en el debate social como el «Ni una menos» (o su versión anglosajona «Time’s Up», esgrimido por Oprah Winfrey en su discurso al recibir un Golden Globe honorífico hace unos días) era algo completamente impensado hace algunas décadas. Ante varias denuncias de actrices que rompieron el silencio de una vez por todas, personajes como el reconocido productor Harvey Weinstein o Kevin Spacey (acusado por Anthony Rapp) se vieron acorralados, tomando la condena de la industria un nivel tal, que han sido literalmente apartados de toda actividad cinematográfica y social. Si nos trasladamos a 1972, la realidad era muy diferente. Billy Jean King, campeona de varios Grand Slams, era la figura de todos los torneos mundiales de tenis, hasta que notó que a las estrellas del circuito femenino se les pagaba muchísimo menos dinero en premios que a sus pares masculinos. Ella misma iniciaría una cruzada, posteriormente dándole vida a La Guerra de los Sexos, libro de su autoría, al que le llegó el momento de ser adaptado a la pantalla grande.

La pareja de directores Jonathan Dayton y Valerie Faris tienen dentro de su filmografía un gran número de trabajos relacionados con la producción de videos musicales. Entre los más destacados encontramos 1979, de Smashing Pumpkins; She’s Got Issues, de The Offspring; All around the World,  de Oasis; y el muy famoso video Californication, de los Red Hot Chili Peppers. En 2006, el dúo californiano dejó, casi definitivamente, el mundo de los videoclips para dirigir su primer largometraje, Pequeña Miss Sunshine (Little Miss Sunshine), una tragedia relatada en tono de comedia, estilo que se repite en Ruby Sparks (2012), su segundo filme. Para La Guerra de los Sexos, que los reúne nuevamente como directores, retoman la estética que habían empleado en Pequeña Miss Sunshine, con el agregado de una ambientación de época muy bien lograda.

Billie Jean King encabeza una campaña feminista en el ambiente del tenis, obteniendo el repudio de los dirigentes (todos hombres), así como algunos compañeros del circuito y otros tenistas retirados. Entre ellos, se encontraba Bobby Riggs, un múltiple campeón retirado que desafió, a sus 55 años, a Margaret Court y luego a la mismísima King. Lo que La Guerra de los Sexos pretende dejar en claro es que el feminismo no está en contra de los hombres, sino que lo que busca es respeto de su parte, tal como lo explicita el personaje de Emma Stone en un pasaje del filme.

Si al trabajo de Dayton y Faris les agregamos un guion excelentemente escrito por Simon Beaufoy, el resultado final es La Guerra de los Sexos. Beaufoy es responsable de guionar dos películas de Danny Boyle: Slumdog Millionaire (2008) y 127 Horas (127 Hours, 2010), habiendo la primera ganado el Oscar a mejor película en la ceremonia de la Academia de 2009. También coescribió los guiones de Los Juegos del Hambre: En Llamas (The Hunger Games: Catching Fire, Francis Lawrence, 2013) y Everest (Baltasar Kormakur, 2015). Si hay un detalle que prevalece en sus trabajos, es la construcción de protagonistas que se enfrentan a una adversidad que aparenta ser insuperable, pero su esfuerzo y perseverancia logran sobreponerse. Y todo ese viaje de superación se convierte en emotivo.

Steve Carell, actor que en sus inicios estuvo más relacionado a la comedia, cercano al humor de Ben Stiller, vuelve a estar bajo la dirección de Dayton y Faris, luego de protagonizar un papel muy relevante en Pequeña Miss Sunshine. Carell (así como Stiller) se despega de ese humor que lo caracterizaba al encarnar a Bobby Riggs, algo que no solo demuestra que es un gran actor, de gran versatilidad, sino que explica que sus últimos trabajos sean bastante variados. Emma Stone, quien da vida a Billie Jean King, es otra actriz que ha ido de menor a mayor a lo largo de su carrera, demostrando su nivel en las recientes Birdman (Alejandro González Iñárritu, 2014) y La La Land (Damien Chazelle, 2017). Ha compuesto su personaje de tal manera, que resulta imposible que no nos contagie de esa sed de justicia que envuelve el tópico de La Guerra de los Sexos. La subtrama asienta la realidad planteada en la cinta (aquella que afirma que el feminismo no es machismo “al revés”), a través de Marilyn Barnett, personaje representado por Andrea Riseborough. Con el objetivo de no develar nada es que me reservaré de hacer un comentario al respecto, pero la misma es una forma de reforzar la idea de que el feminismo no es violento ni vengativo, como desde muchos sectores se quiere difundir. O quizás, una respuesta a aquellos que consideran que el movimiento que procura derechos para las mujeres es un fiel reflejo de la violencia masculina y no una respuesta hacia la misma.

El cine de Dayton y Faris suma un nuevo capítulo y se cruza con una temática que se encuentra muy a flor de piel actualmente, demostrando que ambos están a la altura de lo que requiere un tema tan sensible.

Tráiler:

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Ficha técnica:

La batalla de los sexos  / La guerra de los sexos (Battle of the sexes),  EUA, 2017.

Dirección: Jonathan Dayton, Valerie Faris
Duración: 121 minutos
Guion: Simon Beaufoy
Producción: Cloud Eight Films, Decibel Films, Fox Searchlight Pictures
Fotografía: Linus Sandgren
Música: Nicholas Britell
Reparto: Emma Stone, Steve Carell, Andrea Riseborough, Sarah Silverman, Bill Pullman

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