Críticas

Valencia: anguilas y cañas

El silencio del pantano

Marc Vigil. España, 2019.

Cartel de El silencio del pantanoMarc Vigil, director de El silencio del pantano, es conocido por dirigir muchos capítulos de populares series de televisión españolas como El ministerio del tiempo, Aída o Águila roja. Para su opera prima en la gran pantalla ha decidido relatar la historia de la novela homónima de Juanjo Braulio (2015), adaptada por los guionistas Sara Antuña y Carlos de Pando, también noveles en cine.

Q es un escritor que ha logrado el éxito profesional tras dos novelas negras ambientadas en su propia ciudad, Valencia. Lo que los lectores desconocen es que no es tanta la creatividad que posee, sino que peca de un gran don de escritura… y de carencia de humanidad: los crímenes sobre los que escribe no son ficción, sino la pura realidad. Él asesina, él escribe. ¿Por qué? Porque puede. Pero la desaparición de su última víctima, una figura política de primera línea, le traerá consecuencias.

La selección de Carretero como el blanco de tiro es una crítica y denuncia a la corrupción política. El ser catedrático de Economía y exconseller y diputado de la Generalitat le convierte en una persona importante, influyente y protegida, que tiene a la Guardia Civil de su parte. Es lo que Q denominaría una “caña”: alta, dura y vacía por dentro. Estos dueños del pantano -y por lo tanto, de la ciudad- no miran por los demás, “las anguilas”, que tratan de sobrevivir en el barro y en la basura que les desechan. Pero hay más: los políticos y los policías están involucrados en un blanqueamiento de dinero en pequeños comercios con poca productividad y que pasan inadvertidos. No todo es lo que parece, ¿verdad? El silencio del pantano, ya lo indicaba el título.

El tratamiento del monólogo inicial de Q sobre la fauna y la flora de la zona -la voz en off y los travellings lentos y precisos por el convite- es un gran indicio de que durante el largometraje no va a ser todo tan explícito como lo es el mensaje. Hay que estar preparados para pensar, interpretar y así poder construir la historia. Es un filme complejo que cuenta con la peculiaridad de una trama metalingüística, una dentro de la otra. Se combina la realidad con la ficción; el relato del libro con los sucesos reales. Utilizan el montaje paralelo para conectar todas las tramas -la del escritor, la política y la de los gitanos con la droga-. El lenguaje cinematográfico es exquisito y está muy cuidado.

El silencio del pantano

Se respaldan en el fuera de campo y en los travellings pausados para crear imágenes llenas de contenido potencialmente descriptivo, narrativo y, a la vez, artístico. Gracias a la herencia del original literario, los escenarios principales son las localizaciones exteriores, que se convierten en un personaje más. Valencia es una ciudad de contrastes: la parte moderna (con la Ciudad de las Artes y las Ciencias), la que emana poder (con los edificios de la sede política) y la tradicional o antigua (con las viviendas de la gente común, los parques o descampados). La puesta en escena estilizada se ve favorecida con un avispado tratamiento audiovisual, en el que predominan los tensos silencios, los sonidos de las aves del pantano, la música de intriga (con los violines como instrumentos destacados) y unos pitidos agudos que aumentan de intensidad cuando se eleva el estrés o la incertidumbre de la narración.

Todo apunta a que la inexperiencia en el medio, del equipo creativo, haya sido la causante de que este filme no se pueda calificar como uno de los mejores thrillers españoles. Es una película imperfecta, porque no hay giros narrativos que te dejen con la boca abierta ni cambios de ritmo en la narrativa; es bastante calmada y plana. Tampoco contiene la intriga deseada en un cine de tales características, ya que desde el principio se puede intuir quién es el asesino y cómo sale parado de toda la situación. Por lo tanto, el objetivo de la trama es indeterminado y confuso.

El silencio del pantano - Fotograma

De todos modos, se nota el trabajo y el esfuerzo de dirección. Cuentan con los ingredientes imprescindibles de un buen thriller: hay violencia, incomodidad, consiguen expresar lo más oscuro del ser humano y de la sociedad, y fusionan las temáticas principales (venganza, asesinatos, robos, atracos, droga, policía, política) de un modo original, cinematográfico y estilizado. Las intenciones están puestas y se transmiten, pero se han quedado a las puertas.

 

Tráiler

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Ficha técnica:

El silencio del pantano ,  España, 2019.

Dirección: Marc Vigil
Duración: 87 minutos
Guion: Sara Antuña, Carlos de Pando, Juanjo Braulio (Novela)
Producción: Iñaki Juaristi y Antonio Asensio
Fotografía: Isaac Vila
Música: Zeltia Montes
Reparto: Pedro Alonso, Nacho Fresneda, José Ángel Egido, Carmina Barrios, Àlex Monner, Maite Sandoval, Javier Godino, Raúl Prieto, Luis Zahera, Zaira Romero

Una respuesta a «El silencio del pantano»

  1. Indignarse es el único calificativo que merece. Lástima de tecnica narrativa, personajes y actores, para que unos gilipollas fallen en la cosmovisión más sencilla de la realidad que desconocen.

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