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El inquilino del 221b Baker Street: Sherlock Holmes en el cine

Estatua de Sherlock Holmes

Uno de los personajes que, sin duda, más veces se ha llevado a la gran pantalla ha sido el célebre detective literario Sherlock Holmes, creado por Sir Arthur Conan Doyle. Pocos personajes pueden presumir, no solo de haber sido adaptados innúmeras veces, sino de haber despertado el interés de directores de gran prestigio. Así, en los últimos años se han estrenado dos largometrajes y una serie de televisión.

Dirigida por Guy RitchieEn el cine, el director Guy Ritchie ha convertido a Robert Downey Jr. en el más famoso inquilino de Baker Street en dos ocasiones, en Sherlock Holmes (2009) y en Sherlock Holmes. Juego de sombras (Sherlock Holmes: A Game of Shadows, 2011). El resultado, aunque desvirtúa un tanto la esencia del personaje, al que convierte en un borrachín pendenciero experto en artes arciales y boxeo, no está nada mal, ya que transforma al detective en un héroe de acción, pasándolo por el filtro de la postmodernidad e incluso de Matrix (The Matrix, Wachowski Brothers, 1999), sin renunciar, por ello, al brillante método deductivo que siempre ha caracterizado sus investigaciones.

Dirigida por Guy RitchieNo podían faltar en las cintas de Ritchie personajes como el Doctor Watson (Jude Law), el Inspector Lestrade (Eddie Marsan) o la señora Hudson (Geraldie James). El villano de la primera entrega era Lord Blackwood (Mark Strong), pero ya al final de la película se dejaba entrever una amenaza mucho más peligrosa, la del Profesor James Moriarty, el eterno antagonista de Holmes. Lo más curioso es que, desde un punto de vista de trasposición literaria, la segunda entrega resulta mucho más interesante, ya que incorpora dos personajes fundamentales en la saga de Sir Arthur Conan Doyle, el hermano mayor de Holmes, Mycroft (genialmente interpretado por Stephen Fry), y su eterno antagonista, Moriarty (al que incorpora un comedido Jared Harris, sin duda, lo mejor de la película), que cobra el protagonismo anunciado en la primera entrega. No me detendré más en las películas de Ritchie, de quien ya se ocupó brillantemente en estas mismas páginas (virtuales) Javier Moral.

Holmes y Watson en nuestros díasY si no podemos imaginar a un Sherlorck Holmes menos británico que Robert Downey Jr. (lo que no impidió que ganara el Globo de Oro en la categoría de mejor actor de comedia por este papel), lo contrario ocurre con el actor que ha interpretado a ese mismo personaje en la serie Sherlock, Benedict Cumberbatch. Lo más llamativo de la serie creada por Mark Gatiss y Steven Moffat es que traslada a Holmes y a Watson hasta nuestros días, y combina el contenido de series como CSI: Crime Scene Investigation o Bones con el método deductivo del famoso detective. Completan la galería de personajes Martin Freeman (Watson), Rupert Graves (Lestrade), Una Stubbs (Señora Hudson), Mark Gatiss (Mycroft) y Andrew Scott (Moriarty).

La lupa, la pipa y la gorraDe todas maneras, este es solo el final de una historia que comenzó a finales del siglo XIX, cuando Conan Doyle creó el personaje de Sherlock Holmes, protagonista de cuatro novelas y más de cincuenta relatos. Aunque el personaje fue creado en 1887, cuando se publicó Un estudio en escarlata, no alcanzó la fama hasta 1891, cuando empezaron a publicarse por entregas las aventuras de Sherlock Holmes en The Strand Magazine. Si bien no era el primer detective de la literatura, pues debemos recordar al astuto Auguste Dupin, protagonista de “Los crímenes de la Rue Morgue”, de Edgar Allan Poe, Sherlock Holmes se convertirá en el más famoso, en modelo para todos los demás. Conan Doyle intentó matar al personaje en 1893, cuando Holmes y Moriarty se despeñan por la cataratas de Reichenbach, en Suiza. Al final, no tuvo más remedio que resucitarlo.

La vivienda de HolmesLas primeras versiones cinematográficas de Sherlock Holmes fueron coetáneas al personaje, si bien, entre las muchas películas pertenecientes a la época del cine mudo, podemos destacar la visión del personaje que ofrece Buster Keaton en El moderno Sherlock Holmes (Sherlock Jr., 1924). Antes, sin embargo, ya había interpretado al famoso detective, tanto en los escenarios como en los platós, William Gillette, si bien no se conservan copias de esas películas. Entre 1921 y 1923, el actor británico Eille Norwood encarnó al detective en cuarenta y siete películas, pero el primer Sherlock Holmes reconocido fue John Barrymore, que encarnó al detective en una versión de la obra de Gillette dirigida por Albert Parker en 1922. El primer intérprete que le puso voz al personaje de Conan Doyle fue Clive Brook en The Rerurn of Sherlock Holmes (Basil Dean, 1929), y repitió papel en Una aventura de Sherlock Holmes (Sherlock Holmes, William K. Howard, 1932). Durante la década del treinta, hay varios actores que se ponen en la piel del famoso detective (Raymond Massey, Robert Rendel, Reginald Owen, Hans Alberts…), e incluso uno, el británico Arthur Wontner, que rueda cinco películas entre 1931 y 1937, pero todo cambia cuando se estrena The Hound of the Baskervilles (Sydney Lanfield, 1939) y entra en escena Basil Rathbone, posiblemente el mejor Sherlock Holmes de todos los tiempos, con permiso, claro está, de Peter Cushing y Robert Stephens, de quienes hablaremos a continuación.

Película de 1939El saldo para Basil Rahtbone y el rollizo Nigel Bruce (su inseparable Watson) es de catorce películas entre 1939 y 1946. Las dos primeras, The Hound of the Baskervilles y Sherlock Holmes contra Moriarty (The Adventures of Sherlock Holmes, Albert Werker, 1939), producidas por la 20th Century‑Fox, las restantes, por la Universal. Hay una diferencia fundamental entre las primeras, ambientadas a finales del siglo XIX, y las de la Universal, que habían trasladado al personaje hasta la década del cuarenta del siglo XX, actualizando el contexto, por tanto. No obstante, el público recibió encantado la propuesta de la Universal. He aquí las doce películas de la Universal en las que Rathbone hizo de Holmes: Sherlock Holmes and the Voice of Terror (John Rawlins, 1942), Sherlock Holmes and the Secret Weapon (Roy William Neill, 1943), Sherlock Holmes en Washington (Sherlock Holmes in Washington, Roy William Neill, 1943), Sherlock Holmes desafía a la muerte (Sherlock Holmes Faces Death, Roy William Neill, 1943), La mujer araña (Spider Woman, Roy William Neill, 1944), La garra escarlata (The Scarlet Claw, Roy William Neill, 1944), La perla maldita (The Pearl of Death, Roy William Neill, 1944), La casa del miedo (House of Fear, Roy William Neill, 1945), El caso de los dedos cortados (Woman in Green, Roy William Neill, 1945), Persecución en Argel (Pusuit to Algiers, Roy William Neill, 1945), Terror by Night (Roy William Neill, 1946) y Dressed to Kill (Roy William Neill, 1946).

Basil Rathbone es HolmesDe las doce películas de la Universal, La garra escarlata es la que se ha convertido en clásica, a pesar de que, en el momento de su estreno, tuvo una recepción bastante tibia. Lo más curioso es que confluían dos factores que anunciaban lo peor, aunque, finalmente, no fue así: una historia totalmente original y ambientada en Canadá. Hay muchos puntos de unión entre La garra escarlata y The Hound of the Baskervilles, de ahí su éxito. La despedida de Rathbone del papel de Holmes provocó un vacío de trece años en los que nadie se atrevió a estrenar una película sobre el famoso detective. Años más tarde, cuando se estrenó el largometraje de animación Basil, el ratón superdetective (The Great Mouse Detective, Ron Clements, Burny Mattinson, David Michener y John Musker, 1986), se rendía homenaje a Holmes y al actor que tantas veces lo interpretó. Quien recogió el testigo de la Universal fue la productora británica Hammer, con su director más emblemático, Terence Fisher, en una nueva adaptación de El perro de Baskerville (The Hound of the Baskervilles, 1959), en la que Peter Cushing hacía de Holmes, André Morell de Watson y Christopher Lee de Sir Henry Baskerville. El propio Cushing volvería a ser Sherlock Holmes en una serie de televisión que se emitió en 1968, de ahí que su rostro nos resulte tan familiar como el célebre detective.

Peter Cushing es Holmes en El perrro de Baskerville de Terence FisherAl contrario que la versión de la Fox, la de la Hammer no se ajusta demasiado a la novela, pero ahí radica su pecado y su virtud, ya que no se trata de una película tan pesada como la de Basil Rathbone, sino una reinterpretación de la misma historia, en la que se mantiene, eso sí, la atmósfera de misterio que encontrábamos en los páramos de Dartmoor. Esta película no se puede entender aislada, sino que debemos situarla en el contexto de reinterpretación de los clásicos de terror de la Universal que emprendió Terence Fisher en los años cincuenta y sesenta. Hay quien piensa que Cushing logra superar, en el papel de Holmes, al mismísimo Rathbone, pero cada uno tuvo su estilo y su época.

Dirigida por Terence FisherEn la década del sesenta, se estrenaron dos largometrajes basados en el personaje de Conan Doyle: la producción alemana El collar de la muerte (Sherlock Holmes und das Halsban des Todes, 1962), también dirigida por Terence Fisher, en la que Christopher Lee se convierte en el famoso detective, y lo acompañan Thorley Walters como Watson y Hans Söhnker como Moriarty; y Estudio de Terror (A Study in Terror, James Hill, 1965), en la que Sherlock Holmes (John Neville) se enfrentaba al caso de Jack el Destripador con la ayuda de Watson (Donald Houston) y su hermano Mycroft (Robert Morley). Resulta curioso que ese mismo argumento fuera retomado en Asesinato por decreto (Murder by Decree, Bob Clark, 1979), en la que Christopher Plummer y James Mason vestían las ropas de Holmes y Watson, respectivamente.

Dirigida por Billy WilderY ahora llegamos a uno de los momentos más importantes de la filmografía sobre el inquilino del 221b de Baker Street. Se trata de la penúltima película dirigida por el maestro Billy Wilder, La vida privada de Sherlock Holmes (The Private Life of Sherlock Holmes, 1970), una pequeña joya, sofisticada, irónica y decadente, aunque en su momento no gustó al público ni a la crítica. Bajo el pretexto argumental de haber encontrado en una caja de seguridad nuevas historias escritas por Watson, pero no publicadas en su momento por tratar cuestiones delicadas, asistimos a una nueva aventura holmesiana, en la que el misógino Holmes se enamora de Gabrielle Valladon (Genevieve Page). Robert Stephens y Colin Blakely están inmensos en sus papeles de Sherlock y Watson. Entre los innumerables atractivos del film, encontramos a Christopher Lee haciendo el papel de Mycroft. Todo ello acompañado por una de las mejores partituras de Miklós Rózsa, lo que equivale a decir una de las mejores partituras de la historia del cine.

Dirigida por Gene WilderAunque en muchas ocasiones se han incorporado elementos cómicos a las películas de Holmes, y La vida privada de Sherlock Holmes es uno de los mejores ejemplos, de forma puntual, el famoso personaje ha servido como pretexto para comedias más o menos disparatadas. Veamos un par de ellas. En El hermano más listo de Sherlock Holmes (Sherlock Holmes’ Smarter Brother, 1975), Gene Wilder, director, guionista y actor principal, trataba de hacer con el personaje de Conan Doyle lo mismo que había hecho Mel Brooks en El jovencito Frankenstein (Young Frankenstein, 1974), y para ello contó con el mismo reparto: él mismo, Madeline Kahn, Marty Feldman… Los papeles de Sherlock (el propio Wilder era Sigerson Holmes, el hermano menor del famoso detective) y Watson recayeron en Douglas Wilmer y Thorley Walters, respectivamente. En Sin pistas (Without a Clue, Thom E. Eberhardt, 1988), el Doctor Watson (Ben Kingsley) contrata a un actor borrachín, Reginald Kincaid (Michael Caine), para interpretar al personaje que ha creado para sus historias, Sherlock Holmes. Supone, sin duda, una interesante vuelta de tuerca, aunque la película, en su conjunto, resulta fallida.

Serie para Granada Televisión.La filmografía de Holmes no se agota, ni mucho menos, con todos estos títulos, pero ya nos vamos acercando al final de este breve repaso. Elemental, doctor Freud (The Seven‑Per‑Cent Solution, Herbert Ross, 1970) supone un interesante ejercicio (¿qué hubiera pasado si…?) basado en una novela de Nicholas Meyer, que se encargó del guion. En este caso, Alan Arkin era Freud; Nicol Williamson, Holmes; Robert Duvall, Watson; y Laurence Olivier, Moriarty. Y este es un buen momento para hablar de las series de televisión. Ya nos referimos a la serie interpretada por Peter Cushing y John Mills, pero no deberíamos olvidar a Jeremy Brett, que interpretó al personaje en cuatro temporadas, The Adventures of Sherlock Holmes (1984‑1985), The Return of Sherlock Holmes (1986-1988), The Case‑Book of Sherlock Holmes (1991-1993) y The Memoirs of Sherlock Holmes (1994), además de en los telefilmes The Sign of Four (1987) y The Hound of the Baskervilles (1988). David Burke fue Watson durante la primera temporada, y Edward Hardwicke en todas las demás.

Holmes según MiyazakiY, sin movernos de la televisión, podemos pasar a la animación, ya que Hayao Miyazaki se encuentra detrás de un proyecto tan interesante como Meitantei Holmes (1984-1985), en la que convertía a Holmes en un sabueso, esto es, en un perro. Y, en torno a esas mismas fechas, Barry Levinson estrenó en cines El secreto de la pirámide (Young Sherlock Holmes, 1985), que relata el encuentro entre Holmes (Nicholas Rowe) y Watson (Alan Cox) durante su juventud, al mismo tiempo que presenta al personaje de Moriarty (Anthony Higgins). Se trata de una película de la factoría Spielberg destinada a un público juvenil, pero de una factura impecable y con interesantes propuestas argumentales, si bien todos sabemos que Holmes y Watson se conocieron cuando ya eran adultos, concretamente en la novela Un estudio en escarlata.

Al igual que hablamos de un canon holmesiano en literatura, hay un canon cinematográfico, y en él encontraremos, necesariamente, las películas de Basil Rathbone, Peter Cushing y Robert Stephens. Antes de concluir, deberíamos recordar que, en estos momentos, José Luis Garci se encuentra rodando Holmes. Madrid suite 1890, en la que Gary Piquer y José Luis García Pérez se han convertido en la inseparable pareja Holmes/Watson. De todas maneras, me parece que a Holmes le queda cuerda para rato, al menos en el cine. Elemental, queridos lectores.

Holmes y Watson siempre juntos

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3 respuestas a «El inquilino del 221b Baker Street: Sherlock Holmes en el cine»

  1. Eres todo un sabueso, mi querido Joaquín. Ahora debo añadir otros títulos a la lista de espera de películas por ver.

    Enrique Posada

  2. Lo que se refiere a la reciente serie de la BBC, creo que va de más a menos, siendo los últimos episodios algo flojos. Y es que uno no se termina de creer a un Sherlock tan maleducado y arrogante.

    La vida privada se Sherlock Holmes pudo ser una la película definitiva del detective, pero se quedó «solo» en una buena película. El final no le hace justicia al resto de la película, aunque eso sí, creo que vimos al mejor Mycroft de todos.

    Por último solo comentarte que pasa un poco de puntillas por una película, a mi juicio, muy interesante, «Asesinato por decreto». creo que también es una de las grandes películas de Holmes, ¡¡¡a pesar de Donald Sutherland!!!.

    Enhorabuena por el artículo!!

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