Entrevistas 

Democracia en peligro – Charlando con Anders Hammer

Anders Sømme Hammer nace en Noruega, en 1977. Su profesión es la de periodista. Do Not Split, una de sus obras más recientes, ha sido nominada en la categoría cortometrajes documentales de la 93.ªedición de los Oscars.

EEI: ¿Cómo acabaste en Hong Kong? ¿Se trató de una decisión consciente, o sea que querías estar allí, o fue algo casual?

Anders Hammer: Estaba viajando en la parte oriental de Asia cuando empecé a seguir las noticias sobre las protestas pro-democracia en Hong Kong, en el verano de 2019. Ya me había ocupado de la Primavera Árabe en 2011 y de las represiones de los Hermanos Musulmanes en 2013, y quería saber algo más sobre cómo los manifestantes se estaban organizando, y cómo la protesta misma se estaba desarrollando por las calles. Tomé un avión de Taiwán a Hong Kong para verlo con mis ojos. Pensaba que las protestas en Hong Kong por los derechos democráticos básicos eran uno de los eventos más importantes de la política internacional.

Quería acercarme lo más posible para grabar la intensidad de las calles, en las que se encontraban aquellos jóvenes manifestantes que lo estaban arriesgando todo por su futuro.

Lo que intentaba hacer en Hong Kong era entender cómo una manifestación sin un líder podía desafiar a una de las naciones más poderosas del mundo, China. Mi objetivo ha sido el de rodar un documental para que los espectadores puedan sentirse como si estuvieran en aquellas calles, para que la cámara sea los ojos de los manifestantes. Espero que, recreando aquella intensa atmósfera, las personas empiecen a ocuparse de la desaparición de la democracia en Hong Kong. Espero que esto pueda llevar a que los gobiernos no cierren sus ojos ante la supresión de los derechos humanos básicos por parte de China.

EEI: En el documental no entrevistas a nadie pro-China; el punto de vista es el de los manifestantes. ¿Qué fue lo que te llevó a esta decisión? A lo mejor, ¿solo querías darnos el punto de vista de los “buenos”?

A. H.: Inicialmente había intentado entrevistar también a los pro-Pekín y a la policía, y efectivamente había logrado entrevistar a algunos de los primeros, pero el resultado no estaba bueno. Como a muchos de los reporteros, a mí también los manifestantes pro-Pekín me habían acusado de estar produciendo fake-news. No logré hacer que confiaran en mí lo bastante para llevar a cabo entrevistas que fueran interesantes, algo que sí me resultó posible con los pro-democracia. De todas formas, tuve la oportunidad de rodar cerca de la policía, sobre todo durante el primer período. Pero no fue posible entrevistar a los policías en las calles, y, después de unas semanas, la policía empezó a tener un comportamiento poco gracioso hacia nosotros de la prensa; por ejemplo, nos maltrataban verbalmente, nos empujaban o disparaban en nuestra dirección.

EEI: ¿Crees que este documental podría ser un problema para ti? ¿Crees que el darles espacio a los manifestantes para que puedan expresarse podría crear cierto malestar por parte del Partido Comunista Chino?

A. H.: Después de que Do Not Split recibiera una candidatura para el Oscar, comparecieron muchas noticias en los medios locales chinos, en los que se decía que no se podía transmitir el show [se refiere a los Oscar] y que no se le debía prestar atención a nuestra película. Lo que esto significaba era que al Partido no le había gustado nuestro documental, si bien nunca nos contactaron directamente. Para nosotros es importante que nuestra película haya logrado llevar la atención sobre la situación crítica de Hong Kong. Desde mi punto de vista, no hablaría de un problema, sino de un privilegio.

EEI: Cuanto más sabemos, más fuertes llegamos a ser. Sin embargo, no basta saber, ya que se necesitan también la verdad y una mente despejada para decir cómo interpretar los hechos correctamente. ¿Crees que los que han visto o van a ver tu documental tendrán la misma reacción, o sea que lo que está pasando es la supresión violenta de una democracia y de sus defensores?

A. H.: Creo que en nuestro documental vemos a un gran grupo de personas luchando por mantener sus derechos democráticos básicos. Desafortunadamente, durante la grabación pude ver un cambio negativo en relación a la libertad de la prensa, la libertad de expresión y la libertad de reunión. La Ley de Seguridad Nacional, que había sido puesta en marcha en el verano de 2020, era un intento claro y dramático por parte de las autoridades de bloquear otras protestas democráticas del mismo tipo. Después hemos visto una paulatina desaparición del mundo democrático, por ejemplo, a través de los arrestos en masa de los activistas y de los políticos de la oposición, y de la supresión de las organizaciones mediáticas.

EEI: ¿Cuál crees que será la lectura del documental en el futuro? ¿Será la grabación del comienzo del fin para Hong Kong y su sistema democrático, o será el comienzo de un movimiento que llevará a China hacia la democracia? ¿Hablamos de esperanza o de desesperación?

A. H.: Yo espero que nuestro documental muestre el coraje de los manifestantes que luchan por preservar sus derechos humanos básicos. Obviamente, estos son tempos malos en Hong Kong. Pero pueden cambiar. Ha habido muchas olas de protestas en Hong Kong, y es posible que haya muchas más en el futuro.

 

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