Críticas

Una apuesta hacia el futuro

AIR: La historia detrás del logo

Air. Ben Affleck. EUA, 2023.

Air aficheIntroducción donde la cultura pop de los 80 oficia de marco contextual para una historia que cambió los procedimientos de marketing. La empresa Nike y sus intentos negociadores por hacerse un lugar en el deporte del baloncesto. Michael Jordan será la apuesta, el polémico elegido; la disputa será con otras dos marcas de prestigio: Adidas y Converse.

Ben Affleck trabaja con una cámara inquieta; los travellings circulares entretejen un clima de indecisiones que no admite estancamiento; es como si la sugerencia de mayor movilidad fuese  respuesta inmediata ante las dificultades en la resolución. Contraste entre el desacuerdo paralizante y el movimiento creativo. Es momento de definir con conocimiento de causa, Sonny es quien sabe al respecto, visión a futuro que se propaga en una fantasía que extrae su lógica de la observación. Apología del emprendimiento, una semántica que rescata la audacia del término, las estrategias atentan contra la costumbre; la apuesta es riesgosa en alto grado, Sonny traerá la novedad bajo presión.

Drama deportivo lineal propuesto desde un vaivén de conflictos que muestran la importancia de la flexibilidad y el riesgo; la fe es el eslabón necesario, posibilita el éxito, no solo en el deporte, también en la empresa. Pruebas contundentes apelan a exitosas negociaciones, un golpe frontal al capitalismo conservador y de escritorio.

Deloris Jordan, madre del deportista, es encarnada por Viola Davis con sobriedad. Un liderazgo moderado que pondrá freno a las solicitudes de Nike; equiparación de roles que decapita intenciones corporativas. Es el balance que nivela pretensiones en medio de una estética de oficinas; los escritorios suelen ser amables campos de batalla, soporte de inciertas negociaciones.

La tensión estará ausente, es algo de lo que el filme adolece. Los conflictos circulan entre cacareos que descargan temores; los lugares son móviles, en cualquier momento pueden ceder, la presión financiera bloquea la creatividad en medio de un clima negociador adverso; la competencia va ganando, sin embargo, la cinta no sabe conducir la intensidad adecuada, se pierde en diálogos, protestas, quejas e incertidumbres que culminarán en un innovador salto al vacío experimentado con la algarabía propia del triunfo.

El ritmo decae, por momentos nos invita a parpadear. La historia se vuelve un tanto reiterativa y anodina, da la sensación de que las discusiones y negociaciones aluden a un suceso menor en la historia del financiamiento en el deporte.

Air fotograma

Narración prolija que nunca pierde el control, película de oficina que se centra en detalles creativos provenientes de la experiencia de vida; Sonny es aficionado al básquetbol con olfato, lo técnico se desbarata ante la simplicidad del sentido común callejero. Las lógicas conservadoras, que protegen fuertes ganancias empresariales, aflojan la cincha a la “vulgaridad” de la intuición, triunfa el hombre común. No es que Sonny refleje tal cosa, sino que el juego se vuelca a esa faceta.  Se abre un espacio por falta de alternativas, la premonición guía  posibilidades, lo mundano es apertura a un “saber” siempre disponible, inutilizado por el prejuicio de la tradición conservadora. Es el gran mito que levanta la película, el esmero se destina a la irrupción de lo novedoso.

El filme es un recorte en el tiempo con planteos a futuro, se centra en un éxito trasladado a resultados más posibles que reales. El tiempo develará las consecuencias explicitadas casi junto a los créditos, el final de la cinta nos “rebela” lo que ya sabemos, la ficción dará paso a la información. El corte abrupto no incomoda, es recorte de perspectiva sobre el fondo de sucesos que nos sitúa en el enfoque: intención en la comunicación de eventos presumibles de alto riesgo, se asumen con alegría, lo que sucederá después será otro cuento.

Alex Convery es el responsable del guion. Síntesis que no agobia con datos innecesarios, nos facilita acceso claro a una visión sobre los hechos. Privilegio para la innovación en la estrategia, un mundo reconocido a los audaces, la cuerda floja como aliciente, instinto de conservación invocado en las asperezas del discurso. Se siente, se explicita.

La puesta en escena es con planos y contraplanos e, incluso, algunos movimientos de cámara que giran en semicírculo o a medias, para solo quedar en la intención. Sonny y Phil consiguen expresar el apremio al que están sometidos. Sabido es el juego de habilidades negociadoras, como tal se experimenta, se acepta en medio de la incertidumbre y el riesgo. Matt Damon y Ben Afleck, un aceitado intercambio concede complicidades solapadas, la discusión de momento solo deja entrever que, más allá de las presiones, nada es absoluto.

Air plano

El espíritu de la llegada alienta la competencia, Nike se nutre de ausencia en conocimientos de la calle que permitan acceder a una psicología posible. Michael Jordan se escabulle tras la imagen de su madre. Deloris, en su rol de matriarca comprensiva, albergará las claves de la intermediación, más lógica del sentido común al acecho. Sonny irá develando los puntos clave, una tarea, abierta y directa, culminará centrada en mera cuestión de intereses económicos como salvaguarda del esfuerzo equiparador.

La marca se llena de contenido en el deporte, le deberá a Michael Jordan su éxito, la balanza se inclina hacia un espacio sin precedentes que recorta pretensiones a un poder fijo, inalterable; Nike deberá compartir utilidades, aunque, en un hipotético caso de mayores ganancias, la empresa siempre triunfa.

De la nada surge una promesa, el riesgo se asume en aras del futuro personal, doble jugada en medio de un emprendimiento que, como tal, quiere crecer en el mercado. La competencia en el deporte se traslapa a la competencia en el negocio; el símil se da la mano en la confluencia de intereses; asociación para triunfar, lugar común donde confluyen el talento y la intuición; suerte de tarea adivinatoria en función de recursos inexplicados afincados en la experiencia de lo cotidiano. El aficionado hará su aporte, será tabla de salvación en la tormenta de las marcas.

Filosofía del emprendedor, riesgo a tomar, el ejemplo de Phil Knight (Director General de Nike) se hace esperar ante la insistencia de Sonny; lección de flexibilidad de la que dependerá el éxito, aunque a veces cueste.

Un par de tenis es más que un par de tenis, la indumentaria deportiva en el rol de fetiche para los fans; explotación de la ilusión del portar lo ajeno. Estrategia de activación en la fantasía del otro, fórmula de ejercicio de un consumismo que ya mostraba su hilacha en los 80 y mucho antes, quizá no explotado con la misma inteligencia. Un cheque en blanco a cuenta de apuestas al presunto talento.

Air escena

No es una película de deportistas, de hecho, Michael Jordan no aparece en la ficción, solo en alguna imagen de archivo. Un fuera de campo justificado por su función, en tanto pantalla que alberga lo que su público necesita. Construcción de una imagen a ser alojada en un zapato deportivo. Es el diamante en bruto que hará funcionar la rueda de la fortuna en la explotación de lo que solo él sabe hacer: jugar baloncesto. Pero, el juego, como éxito deportivo, en sí es irrelevante; la trascendencia se desplaza al movimiento de las masas, tema solo tangencialmente citado. La consideración del éxito no es tal sin los códigos de una preferencia social que lo enmarque. La zapatilla deportiva en función del deseo, la adaptación de Michael Jordan, a un satisfactor de necesidades, integra lo que sugiere desde una imagen construida por las masas. Producto que alimenta el mito, la captura de adictos al éxito imaginario se plasma en una zapatilla. Allí está el dinero virtual, en la concatenación del efecto Jordan y la masa de fans, responsable absoluta de todas las recaudaciones posibles. La conquista de un mercado imaginario, previsto desde la rutina, apunta al certero golpe en la psicología del consumidor. Tema solo presentado como una adaptación del calzado al deportista y no a la inversa.

El eje es puesto en el desencadenante de la euforia, promesa que potencia la lógica del riesgo, culminación que opera transformaciones para impregnar una historia futura que hoy, ya es presente.

https://youtu.be/KLyx_wvMkhk

 

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Ficha técnica:

AIR: La historia detrás del logo (Air),  EUA, 2023.

Dirección: Ben Affleck
Duración: 112 minutos
Guion: Alex Convery. Biografía sobre: Michael Jordan
Producción: Amazon Studios, Skydance Productions, Mandalay Pictures, Artists Equity. Distribuidora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), Warner Bros., Amazon Studios
Fotografía: Robert Richardson
Reparto: Matt Damon, Ben Affleck, Viola Davis, Chris Messina, Marlon Wayans, Chris Tucker, Jason Bateman, Gustaf Skarsgård, Matthew Maher, Julius Tennon, Jessica Green, Joel Gretsch, Barbara Sukowa, Tom Papa, Gabrielle Bourne, Lechristopher Williams, Dan Bucatinsky, Haylee Baldwin, Andy Hirsch, Tami Jordan, Zacorri, Ure Egbuho, Martina De Leon

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