Mala es cualquiera, villanas son pocas

Si bien el diccionario de la Real Academia Española identifica el término villano(a) como “rústico o descortés”, podemos entender a una villana como a una mujer malvada y cruel, capaz de hacer daño y de saltarse la ley, con tal de cumplir su cometido. Afortunadamente, suelen ser personajes de ficción, a quienes con cierta recurrencia hemos podido conocer a través de la literatura, del teatro o del cine.

Para el estereotipo cinematográfico, las mujeres buenas y virtuosas no suelen despertar en el cine mayor interés, salvo que el de ser el trofeo del protagonista masculino. A las malas, se las condena por atentar contra un orden social establecido. La villana suele ser inteligente, astuta y ambiciosa, capaz de ejercer un poder y disfrutar de una libertad, como pocas mujeres pueden lograr.

La gran pantalla les ha permitido magnificar su villanía dejando una huella imborrable. Grimhilde, la reina malvada de Snow White and the Seven Dwarfs del año 1937, es considerada como la primera villana de la fábrica Disney, que no ha dejado de lado, a lo largo de su historia, a otros personajes similares, quienes en ocasiones, suelen hacerle la vida difícil a sus encantadoras princesas. Maléfica en Sleeping Beauty o Úrsula en Little Mermaid son también otras de las malas más recordadas de este universo en el que ocupa un lugar especial Cruella de Ville en su versión animada para  One Hundred One Dalmatians (1961), o como Cruela deVil, en sus versiones reales con Glenn Close en 101 Dalmatians (1996) o Emma Stone en su transformación de Estella a Cruella en la película del mismo título del año 2021, ambientada en la Londres punk rock de la década de 1970.

Glenn Close nos ofrecería otra villana inolvidable, con su interpretación como la marquesa de Merteuil en Dangerous Liaisons (1988), la película dirigida por Stephen Frears, basada en la novela escrita en Choderlos de Laclos. En la Francia de finales del siglo XVII, esta mujer de gran belleza, no duda en utilizar sus armas de seducción para manipular y tramar una venganza contra el conde de Gercourt, un antiguo amante que la ha abandonado.

Marvel y DC Cómics nos han mostrado también algunas que han destacado de forma particular. Cate Blanchett, con su gran talento y capacidad para representar personajes de rangos diversos, lo hizo en Thor: Ragnarok (2017) como Hela, considerada como la primera villana del mundo de Marvel en alcanzar un papel destacado. Dos años antes, en 2015, Cate Blanchett había interpretado a Lady Tremaine, la madrastra del cuento, en Cinderella, bajo la dirección de Kenneth Branagh.  Sin llegar a ser una villana en el sentido estricto del término, su personaje destilaba un grado de maldad particular, que aplicaba con particular saña contra la protagonista del film, interpretada por Lily James.

Para DC Cómics, Margot Robbie en Suicide Squad interpretó a una desquiciada Harley Quinn, quien con sus colas rosadas y atuendo de “arlequín”, haría de las suyas con un bate de béisbol que le servía para drenar rabietas (afortunadamente, en un mundo de ficción). Además del personaje de Quinn, se podría incluir a Gatúbela, en su nombre original Catwoman, como se le llamaba a Selina Kyle, una ladrona de guante blanco, que con seductoras y peligrosas armas, mantiene una compleja relación de amor y odio con Batman. Michelle Pfeiffer la interpretó con gran éxito en Batman Returns (1992), mientras que Halle Berry lo hizo con menor suerte en Catwoman del año 2024, fracasando tanto ante la crítica como con el público. Anne Hathaway tomaría el personaje bajo la dirección de Christopher Nolan, en The Dark Knight Rises de 2012, con Christian Bale interpretando a Bruce Wayne/Batman.

La española Elena Anaya, recordada chica Almodóvar en producciones como Hable con ella (2002) y La piel que habito (2011), ambas dirigidas por el director manchego, y tras ser Aleera, una vampira en Van Helsing (2004), se convertiría en una de las antagonistas de Gal Gadot, quien interpretaba a Wonder Woman en 2017. Pronto, veremos a una venezolana, María Gabriela De Faría, como una villana (Ángela Spica, la ingeniera) en la nueva Superman que dirige James Gunn, con David Corensweet interpretando al hombre de acero.

Hablando de vampiras, es recordada Volturi Jane, interpretada por Dakota Fanning en la saga Twilight. Miembro de la familia de vampiros de más alto rango, Jane es una de sus más poderosas defensoras, capaz de producir dolor en la mente de otras personas, infundiendo miedo y controlando el orden en los enfrentamientos.

The Wizard of Oz, clásico de la cinematografía de todos los tiempos, ya nos mostró en 1939, en la película dirigida por Victor Fleming, a la actriz Margareth Hamilton, actuando en el doble personaje de la señora Gulch, convertida en “the wicked witch” (la bruja malvada) en el viaje que hace la joven Dorothy. La bruja también se vería interpretada por la ganadora del Oscar Rachel Weisz en Oz the Great and Powerful de Sam Raimi (2013), donde James Franco daba vida al señor Oz, y recientemente, por Cynthia Erivo, en Wicked de Jon M. Chu (2024), cuya segunda parte veremos este 2025.

Tilda Swinton fue igualmente una bruja en The Chronicles of Narnia, interpretando a Jadis, la Bruja Blanca, en las tres películas realizadas de la saga: The Lion, the Witch, and the Wardrobe (2005), Prince Caspian (2008) y The Voyage of the Dawn Treader (2010). Una mezcla de temas cristianos, con mitología griega y cuentos de hadas británicos, basadas en los libros escritos por C. S. Lewis. La Bruja Blanca, según el mundo mitológico  de Tolkien, es descendiente de Lilith, esposa de Adán. Por parte materna, su familia procede de una raza de genios, mientras que por la paterna, de una raza de gigantes, heredando por este lado su enorme altura.

Otras brujas recordadas son las célebres The Witches of Eastwick, interpretadas en 1987 para la película dirigida por George Miller (realizador de la saga de Mad Max), por Michelle Pfeiffer, Cher y Angélica Huston.  Esta última, repetiría con un personaje similar en  The Witches de Nicolas Roeg (1990), mientras que en 2020, Robert Zemeckis abordaría otra historia con personajes similares, en otra película con el mismo título (The Witches), contando con Anne Hathaway y Octavia Spencer como protagonistas y con el mexicano Guillermo del Toro como parte del equipo de guionistas, en el que participó el propio director, junto a Kenya Barris. The Craft (1996) y Hocus Pocus (1993), con Bette Midler y Sarha Jessica Parker, seguirían aprovechando el estereotipo de la bruja, para seguir con las andanzas de estas villanas con características tan particulares.

La Miranda Priestley interpretada por Meryl Streep en The Devil Wears Prada (2006), elevaría el personaje a otro nivel, a través de esta mujer capaz de hacer oscilar a la audiencia entre el odio y la envidia, tanto por la perversidad de sus acciones como por el poder que su personaje logra ejercer en ese competido medio de la moda.

El conjunto de películas de Harry Potter, también tenía a sus villanas como parte de su universo de fascinantes personajes. Desde Petunia Dursley, la cruel tía del protagonista, quien vive humillándolo, alimentándolo mal y encerrándolo, centrando todas sus atenciones en su hijo Dudley, hasta Bellatrix Lestrange, ¿quién no recuerda a ese personaje interpretado maravillosamente por Helena Bonham-Carter? Bruja británica de pura cepa, Bellatrix, formada en Hogwarts, no dejaría de ser fiel a Lord Voldemort, convirtiéndose en una de sus más peligrosas seguidoras y en férrea antagonista de Harry.

La actriz interpretaría al personaje en las cuatro últimas películas de la saga. Desde Harry Potter and the Order of the Phoenix (2007) hasta Harry Potter and the Deathly Hallows Part 2 (2011). Bellatrix no sería la única villana de la saga. Imelda Staunton interpretó de forma magnífica a Dolores Umbridge, tanto en Harry Potter and the Order of the Phoenix, como en Harry Potter and the Deathly Hallows Part 1 (2010). Helena Bonham-Carter sería luego Madame Thérnardier en Les Misérables, la versión de la novela de Víctor Hugo filmada por Tom Hooper en 2012, donde interpretó a este oscuro personaje, quien con la complicidad de su marido (Sacha Baron Cohen) eran capaces de esclavizar niños bajo una fachada de cuidadores de menores desprotegidos.

Helena Bonham-Carter sumaría además icónicos personajes de villana como el de Nellie Lovett en Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street (2007) o el de Iracebeth of Crims (la reina Roja) en Alice in Wonderland (2010) y Alice through the Looking Glass (2016), las tres dirigidas por Tim Burton, que sería el responsable de otras villanas de carácter “gótico”, como el interpretado por Miranda Richardson (Lady Van Tassel) en Sleepy Hollow (1999) o Angelique Bouchard (Eva Green) en Dark Shadows (2012).

En cuanto al género del terror, la villanía está más vinculada con los hombres que con las mujeres. Personajes como los interpretados por Linda Blair en The Exorcist (1973), Sissy Spacek en Carrie (1976) o Rebecca De Mornay en The Hand that Rocks the Cradle (1992) lucen más como víctimas que como malas perversas. Si bien en años más recientes, hemos podido ver personajes como los que aparecen en The Nun (2018) y M3gan (2022), capaces de llevar sus malévolas acciones a otro nivel, la Jennifer interpretada por Megan Fox en Jennifer´s Body (2009), dirigida por Karyn Kusama y escrita por Diablo Cody, rompería el estereotipo de la protagonista víctima, para convertirla en una vengadora capaz de crear un caos de destrucción y muerte.

Quentin Tarantino logró reunir en una sola película a un grupo inolvidable de villanas. En Kill Bill (2003), fue capaz de presentarnos a una auténtica constelación, formada por O-Ren Ishii (Lucy Liu), Vernita Green (Vivica Fox), Sofie Fatale (Julie Dreyfus), Gogo Yubari (Chiaki Kuriyama) o Elle Driver (Daryl Hannah), quienes fueron capaces de hacerle la vida a cuadritos al personaje de la Novia, interpretado por Uma Thurman, obsesionada en buscar venganza al despertar del coma que la mantuvo inactiva durante cuatro años.

En Hollywood, las villanas han estado presentes tanto en pantalla como detrás de ella. Así lo hizo saber Christina, hija adoptiva de la célebre Joan Crawford (1906-1977), en su libro Mommie Dearest, que fue adaptado para el cine por Frank Perry en 1981, con Faye Dunaway interpretando a la mítica actriz. Icónicos personajes como Mrs. Danvers (Judith Anderson), la perturbadora ama de llaves que recibe a señora de Winter (Olivia de Havilland) en Rebeca de Alfred Hitchcock (1940), irían perfeccionando sus habilidades para superar sus dotes de malas a villanas.

Louise Fletcher como la enfermera Ratched, en One Flew over the Cuckoo´s Nest dirigida por Milos Forman en 1975 y Kathy Bates como Annie Wilkes en Misery de Rob Reiner (1990), basada en la novela escrita por Stephen King, demostraron que las villanas también pueden merecer un Oscar, como de hecho lo lograron sus intérpretes.

Ser villana no siempre obedece a una causa familiar o social transformadora. Algunas lo son por nacimiento y disfrutan de esa independencia que han logrado, por encima de cualquier convencionalismo social que las habría encasillado en un estereotipo del cual se liberaron, alcanzando un estado que las convierte en las máximas exponentes del relato.