Críticas
Supervivencia de la especie
Los pecadores
Sinners. Ryan Coogler. EUA, 2025.
Mezclar los géneros significa unir elementos normalmente diferentes para que logren producir una obra nueva. Otro principio, por supuesto, es utilizar un género insertando cuestiones que, de por sí, no implican algo que está fuera de su alcance, sino que están permitidas si bien a veces no llegan hasta la superficie. En otras palabras, se puede jugar, en algunas ocasiones, con los límites mismos que cierran el discurso artístico dentro de sus bordes estructurales, y permitir así una reelaboración del producto sin que esto implique el nacimiento de algo completamente nunca visto antes. Es, de hecho, darse cuenta de que existe una estructura interior, subyacente, que no siempre ha sido elaborada y pulida hasta la obvia exposición de lo que un género puede esconder dentro de sí, para demostrar que, efectivamente, lo que parece “nuevo” es en realidad parte de un discurso que ya había sido empezado hace años (décadas y más) y que, en el camino de la historia, había ido sumergiéndose y subiendo a la superficie de vez en cuando.
El producto fílmico de Cooper, de hecho, une dos vertientes : el género de terror y el discurso del racismo, de los problemas culturales y sociales de unos Estados Unidos de los años treinta del siglo XX. Algo que, supuestamente, podría parecer novel, y que, sin embargo, pone esta obra de buena calidad dentro del proceso de crítica típico de parte de los filmes de este tipo, como pueden ser las grandes narraciones de Romero, Carpenter y Craven. Nada nuevo, se podría decir, lo cual no hay que leer como si de una acusación se tratara, sino del reconocimiento de una estructura discursiva (la de la crítica social) que el director americano ha sabido utilizar de forma inteligente para proponer al público un cuento que va más allá de la simple idea de crear una atmósfera de terror e inyectar dentro de un filme de monstruos lo que es, efectivamente, una consideración correcta sobre el hecho mismo de tener un color de piel diferente.
Y es así cómo se establece una lectura con unos bordes menos bien definidos de lo que es un monstruo, ya que si el antagonista resulta ser no completamente “malo” (y, por supuesto, lo puede ser) dentro de los cánones de lo que es un vampiro, menos difícil es la relación que se crea entre los marginados americanos y los miembros del Klan, justamente elementos negativos que hay no solo que rechazar, sino también erradicar de la sociedad (y de la cultura que nos forma y que nosotros mismos podemos modificar). Los monstruos ficticios, entonces, parecen tener una presencia menos horrible (si bien muy sangrienta) que los de “carne y hueso”, representados aquí por caracteres que, desafortunadamente, bien pueden aliarse al mundo en el que vivimos, elementos, en otras palabras, no solo ficticios sino basados en una realidad histórica demasiado negativa. Juego narrativo, entonces, ya que mezclando elementos reales y cuestiones ficticias se nos va insinuando en el cerebro hasta qué punto los monstruos son parte de nuestra vida diaria.
Es una película que pertenece a la lectura social, por supuesto. Quizás se acerque más a They Live que a Night of the Living Dead, por su voluntad de darle mucha importancia a la acción y al uso de la violencia como elemento de un cuento de supervivencia (palabra que llega a tener un valor fundamental dentro del discurso que Cooper nos regala, tanto dentro del universo ficticio como también de la cuestión étnica). El resultado es una obra que sabe cómo llevar a la superficie aquellos elementos que forman parte del cine de terror y que promueven una necesidad de reflexión por parte del público mismo. No nos ofrece solo el movimiento de los cuerpos, sino también momentos con los cuales poder pensar. Y esto, a lo mejor, es uno de los objetivos que cualquier obra fílmica tendría que alcanzar, ya que es la demostración de que también en las obras más pulp puede esconderse una serie de elementos que van más allá del simple entretenimiento, y que juegan con la necesidad de hablarnos y hacernos hablar sobre nosotros mismos.
Ficha técnica:
Los pecadores (Sinners), EUA, 2025.Dirección: Ryan Coogler
Duración: 138 minutos
Guion: Ryan Coogler
Producción: Zinzi Coogler, Sev Ohanian, Ryan Coogler
Fotografía: Autumn Durald Arkapaw
Música: Ludwig Göransson
Reparto: Michael B. Jordan, Hailee Steinfeld, Miles Caton, Jack O'Connell, Wunmi Mosaku, Jayme Lawson, Omar Miller, Delroy Lindo