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La tienda en la Calle Mayor. El Holocausto a través de lo cotidiano.

La tienda en la Calle Mayor - fotograma

La Nueva Ola Checoslovaca (Nova Vlná) fue un movimiento de vanguardia multidisciplinar que se desarrolló a lo largo de los años 60, rompiendo con las estructuras impuestas en las artes instauradas por la doctrina estalinista. Este movimiento destacó especialmente en el ámbito cinematográfico, donde encontramos las primeras manifestaciones de descontento social haciendo uso de las nuevas libertades políticas, caracterizadas habitualmente por la utilización de elementos como la ironía, la sátira y el absurdo.

Estas nuevas corrientes cinematográficas estrecharon la relación entre la historia y el cine, tomando la II Guerra Mundial como temática principal, que fue abordada desde diferentes prismas, donde los artistas debían tomar partida frente al pasado nazi y encontrar un camino posible para la construcción de un futuro digno. Dentro del marco europeo no podemos comprender estas nuevas tendencias artísticas sin el impacto directo de la guerra, a pesar de que en el cine checoslovaco no se trató de forma tan directa y concisa el conflicto bélico en comparación con los demás países que se encontraban bajo dominio soviético.

La línea que marcan los cineastas pertenecientes a la Nueva Ola Checoslovaca se define de un modo muy particular, con películas donde se recogen momentos históricos dentro del contexto de la guerra a través de personajes de a pie, que aportan una perspectiva cotidiana a este tipo de sucesos. De este modo, estas películas se alejan del tratamiento del resto del cine antibelicista, donde ahora tendrán cabida elementos como la sátira y la ironía junto a un uso experimental y totalmente vanguardista del lenguaje cinematográfico.

Este es el caso de La tienda en la Calle Mayor (Obchod na Korze, 1965), la gran obra en conjunto de los cineastas Ján Kadár y Elmar Klos, pertenecientes a la Primera Generación de esta vanguardia checoslovaca. Ambos suponen un gran ejemplo del nexo de una etapa anterior con la nueva generación de la Nova Vlná, considerando este film como uno de los más relevantes de toda la producción ligada a este movimiento.

La dupla Kádar y Klos logró en 1965 —entre muchos otros premios de repercusión internacional— el Oscar a mejor película de habla no inglesa, sorprendiendo al mundo con un alegato contra la guerra de carácter costumbrista y en clave de humor. La tienda en la Calle Mayor está rodada en el idioma eslovaco prácticamente en su totalidad, tomando como localización la ciudad de Sabinov, donde ambos directores colaboraron con el guion original realizado por el escritor Ladislav Grossman.

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La película narra, entre la comedia y el trágico dramatismo, el episodio histórico de la arianización de los comercios judíos en la Checoslovaquia fascista de 1942, a través de la relación entre un carpintero checo que es nombrado controlador ario de una tienda judía que pertenece a una anciana senil. Desde un primer momento, seguimos a nuestro carpintero protagonista Tóno Brtko —interpretado por Josef Kroner—, un hombre sencillo que parece no querer posicionarse ante la situación de la ocupación nazi, a pesar de que en su entorno todos parecen hacerlo. 

El conflicto se presenta cuando Markus, el cuñado de Tóno, un jefe fascista local, le ofrece la oportunidad de nombrarle controlador ario de una mercería ubicada en la plaza del pueblo que pertenece a la anciana señora Lautmann, magníficamente interpretada por la actriz Ida Kaminská. De este modo, Tóno acepta la irrechazable oportunidad de expropiarse del negocio, aunque no tardará en comprobar que en realidad apenas aporta beneficios, y tras conocer a la entrañable anciana medio sorda —que desconoce totalmente el proceso de arianización— se apiadará de ella e intentará encontrar una solución que no lo comprometa a él ni a la señora Lautmann.

Tóno comienza a avergonzarse cada vez más de su situación, especialmente tras la incapacidad de la señora Lautmann para comprender que ahora él es el propietario. De este modo intentará hacerse pasar por su ayudante para que ella crea que sigue al frente del negocio. Pero esta decisión únicamente será fuente de conflictos, ya que la codiciosa esposa de Tóno intenta aprovecharse de la situación, presionando continuamente a su marido y fantaseando con un ascenso de su estatus social, mientras que el proceso de arianización en la zona comienza a hacerse cada vez más evidente.

La tienda en la Calle Mayor - fotograma

Ján Kadár y Elmar Klos adaptan los esquemas de realismo clásico al estilo checoslovaco haciendo uso de una estructura inaudita, donde los tintes de comedia que caracterizan la primera mitad del film terminan tornándose en un trágico drama en la segunda parte. Una de las características más destacadas de la Nueva Ola Checoslovaca es el tratamiento psicológico de los personajes, casi siempre desde un punto de vista individualista que elimina los rasgos colectivos. De este modo se consigue lograr una química inigualable entre el carpintero despolitizado y la anciana viuda y senil que no comprende —o no quiere comprender— la declaración de las leyes contra los judíos. La situación con la señora Lautmann provoca una tierna empatía en el espectador desde el momento en el que Tóno comienza a sentir lástima por ella y a desarrollar cierto cariño, razón por la cual nuestro protagonista se verá continuamente entre la espada y la pared.

Markus, su cuñado, le advierte que ayudar a un judío es incluso peor que ser uno de ellos, lo cual aumenta considerablemente su miedo a que los soldados descubran su encubrimiento a la anciana cuando comienzan a llevar a los judíos del vecindario a los campos de concentración. Esta segunda parte del film se desarrolla sumergiéndonos en una sensación de angustia que irá in crescendo hasta el clímax final, donde la situación de ambos protagonistas encerrados en la tienda termina volviéndose verdaderamente incómoda. 

Este clima agobiante se consigue en parte gracias al apartado técnico, donde el virtuoso uso de la cámara consigue metáforas visuales y un uso muy sugerente del lenguaje cinematográfico, acompañado de una cuidada puesta en escena y un montaje dinámico, demostrando así por qué estamos ante una de las vanguardias más fascinantes de la historia del cine.

La tienda en la Calle Mayor - fotograma

La tienda en la Calle Mayor es una reflexión sobre el absurdo de estas situaciones de injusticia y abusos sobre el pueblo judío, combinando humor y drama para denunciar la barbarie fascista. Esta tragicomedia repleta de emociones se sostiene gracias a la pareja de actores que se complementan a la perfección y dan pie a varias reflexiones en una película distinta sobre la cuestión del holocausto. Y es que se esconden contundentes verdades a través de una historia aparentemente sencilla, la del conflicto moral de un hombre simple y despreocupado con una vida tranquila ante un contexto aterrador.

 

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