Críticas

Una oda a la nostalgia y la inocencia

Amigos imaginarios

IF. John Krasinski. EUA, Canadá, 2024.

«Nada de lo que uno ama puede ser olvidado. Uno siempre puede regresar»

(Amigos imaginarios, 2024)

Sigo sin entender la mala fama que se ha ganado Amigos imaginarios (IF, John Krasinski, 2024) en las redes. A duras penas pudo recuperar la inversión en la taquilla, y no logró destacarse entre las críticas de Internet. Quizás el público esperaba algo más animado, por tener animación combinada con imágenes reales pensaron que iban a reír o a encontrar algo muy a lo Pixar… Y no. Se encuentra más cerca del estilo de Un  monstruo viene a verme (A Monster Calls, J.A. Bayona, 2016) con un enfoque hacia la nostalgia y la inocencia, más dirigido al público adulto que al infantil. Y eso no la hace mala, solo que la balanza alegría/tristeza se enfoca más hacia esta última emoción, haciendo de la historia algo agridulce para el espectador que busca una película familiar.

Y desde que la cinta empieza, sabemos que no va por un camino de rosas: Un videoclip al estilo Up (Pete Docter & Bob Peterson, 2009), con todo y sus tristezas, nos resume toda la prehistoria para llegar directamente a Elizabeth, o Bea (Cailey Fleming), con 12 años, quien visita la casa de su abuela (Fiona Shaw) en Nueva York, mientras su papá (Krasinski) está en la clínica para una cirugía, en el mismo lugar donde su mamá (Catharine Daddario) murió años antes. En la casa de la abuela, los recuerdos abundan para Bea, la llaman y la buscan, como si estuvieran vivos, cerca a ella… Y bueno, casi.

Así es como Bea conoce a Blossom (Phoebe Waller-Bridge) y a Blue (Steve Carrell), dos AMI (Amigos Imaginarios) que son guiados y protegidos por Calvin (Ryan Reynolds), un hombre que se encarga de manejar la “agencia de colocaciones” que pone a los AMI que han sido olvidados con nuevos niños, porque sus creadores ya no los necesitan, y, por lo tanto, ni se acuerdan de ellos. Eso no suena tan grave, pero para los AMI sí lo es: al ser olvidados, corren el riesgo de desaparecer. Claro que sí, yo también me di cuenta de que suena un poco a Coco (Lee Unkrich & Adán Molina, 2017) y a otras películas animadas. Lo que sí tiene en común con este tipo de cintas son las subtramas que van directo al corazón del adulto. Por ejemplo, los AMI viven en un hogar de retiro, olvidados por todos sus niños. El paralelo de esto con la vida de los adultos mayores en el mundo contemporáneo es palpable y fácil de entender.

Esta fantasía contemporánea se complementa con la música de Michael Giaccino, que recuerda inevitablemente su exitoso trabajo con Disney (Nuevamente Up regresa al recuerdo), pero no por eso deja de ser fantástica, aportándole la magia y la inocencia necesarias a la historia, junto con las canciones de la nostalgia que se han vuelto un común denominador en bandas sonoras de cintas recientes. En este caso, hacen su aparición la gran Tina Turner, la maravillosa voz de Nat “King” Cole y hasta una hermosa versión de “Dream a little dream of me”, entre otras joyas musicales. Los efectos especiales son sorprendentes y funcionan de maravilla, la unión entre los personajes de fantasía y la realidad es fluida, casi perfecta, lo que contribuye a la verosimilitud de la cinta, al mejor estilo de ¿Quién engañó a Roger Rabbit? (Who Framed Roger Rabbit, Robert Zemeckis, 1988)

La película es una oda a la inocencia, la memoria y los recuerdos, cuando la vida era fácil y hermosa, cuando no nos complicábamos tanto con vivir, con el qué dirán y con las redes sociales. La misma inocencia que perdieron los que estaban en la sala conmigo (todos adultos): unos se fueron, y otros se pusieron a revisar su celular, mientras yo estaba cautivado con la magia en la pantalla, porque sí me atrapó. Los amigos imaginarios, para muchos de nosotros, eran los únicos lugares seguros de la niñez, un refugio para la vida, aquel en quien se podía confiar y nunca iba a defraudar.

Quizás tantas temáticas y el drama que abunda en la historia es la que ha producido los malos comentarios sobre la cinta. Unos han dicho que necesitan una cita con el psicoanalista después de verla, mientras otros la han tildado de “pesada”, porque habla del cáncer y la muerte. ¿Por qué la gente espera tanto de una película y le exige como si tuviera que ser perfecta, para las expectativas de cada uno? No es que sea su obligación contar una historia feliz solo porque tiene personajes creados por computador. Como siempre, para mí, lo importante es contar una buena historia. Krasinski, como director y libretista, se queda corto en su intento, pero tiene buenas intenciones y logra transmitir un mensaje claro, tierno y necesario.

Las actuaciones de todos son adecuadas y acertadas. Todas las voces de los personajes animados son geniales y bien elegidas. Reynolds es como un Obi-Wan Kenobi, con ese toque de comedia que siempre le aporta el actor a sus papeles, es una fórmula repetida hasta el cansancio que sigue funcionando y lleva a la gente a las salas. Krasinski es un papá casi infantil, siempre queriendo mantener la magia y la inocencia perdida por su hija ante una sacudida tan fuerte como la muerte de una madre, pero Bea siempre tan seria, tan adulta siendo solo una niña, carga ese dolor en su corazón que hasta se refleja en su cara.

Cailey Fleming, que interpreta a Bea, y Fiona Shaw, la abuela, son las que más se destacan. Fleming brilla y encanta en su primer protagónico en la pantalla grande, mientras Shaw demuestra un lado sensible y tierno, que poco se ha visto en los personajes que siempre la ponen a interpretar. Además, emociona con una escena de baile que encierra la esencia de la historia.

Amigos imaginarios es efectiva y hasta predecible. ¿Tiene eso algo de malo en una cinta familiar, que busca darnos justo en el corazón de la nostalgia? Para nada, antes de que venga la próxima y me haga emocionar igual, bienvenida. Estas historias también son necesarias. Con la difícil realidad que nos rodea, de vez en cuando es justo y necesario recordar las épocas de inocencia, cuando creíamos que la luna era de queso y todos los cuentos tenían final feliz.

Tráiler:

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Ficha técnica:

Amigos imaginarios (IF),  EUA, Canadá, 2024.

Dirección: John Krasinski
Duración: 104 minutos
Guion: John Krasinski
Producción: John Krasinski, Ryan Reynolds, Andrew Form, Jess Kidd, Michael Lerman, Allyson Seeger
Fotografía: Janusz Kaminski
Música: Michael Giacchino
Reparto: Cailey Fleming, Ryan Reynolds, Fiona Shaw, John Krasinski, Steve Carell, Phoebe Waller-Bridge, Louis Gossett Jr., Alan Kim, Liza Colón-Zayas, Bobby Moynihan, Catharine Daddario

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