Críticas

Rumbo a un nuevo Asgard

Thor: Ragnarok

Taika Waititi. EUA, 2017.

Cartel de Thor RagnarokEl dios del trueno retorna a las pantallas con su divino nombre en el título. Tercera entrega en solitario de las aventuras del asgardiano, luego de haber perdido su pista tras los acontecimientos de la descafeinada segunda parte de Los Vengadores. Para esta nueva aventura, nuevo director, Taika Waititi, reconocido gamberro tras la cámara, que impone el lavado de cara radical en la franquicia. Nuevos aires que dan personalidad a un personaje que, hasta el momento, no lucía con demasiado brillo en sus películas en solitario. Decir que Thor: Ragnarok es la mejor de las tres películas dedicadas al rubio vengador no es decir mucho, pero es que no queda más que aplaudir el sentido del humor militante en esta cinta para romper con todos los tópicos de un personaje engullido por un decoro dramático que parecía arrancar cualquier atisbo de diversión a sus peripecias.

Kenneth Branagh dio el pistoletazo de salida a la saga de Thor en el cine, con una película sosa de más. El director se quedaba en tierra de nadie con una película que bebía de las referencias shakesperianas habituales de Brannagh, excesivas y difuminadas por un mecanismo de funcionamiento interno en la película más simple que el manual de instrucciones de un chupete. El segundo intento, con Thor: El mundo oscuro (Alan Taylor, 2013) en manos de Alan Tylor, tampoco mejoraba el conjunto, con el agravante de reducir a la nada a un villano con tantas posibilidades como el elfo oscuro Malekith.

Está claro que, hasta el momento, ninguno de los responsables del Thor cinematográfico había conseguido dar con la clavija adecuada. Las películas pueden ser entretenidas, pero muy lejos en calidad de lo que merece un, en teoría, pilar base del universo creado por los estudios Marvel.

Si hay algo que reconocer al tinglado que tienen construido desde Marvel/Disney es su capacidad para equilibrar el cambio con una sensación de coherencia interna a prueba de bombas. Han sabido combinar géneros y dar los giros apropiados en el momento justo, al mismo tiempo que la factura de sus películas goza de identidad, tanto en el aspecto visual como el tono protagonista del enorme serial en pantalla que es su propuesta. Esto tiene sus baches, claro, porque en ocasiones da la impresión de que vista una, vistas todas.

Los protagonistas de Thor: Ragnarok

El caso es que ese espíritu de mutación en momentos clave da de lleno en la franquicia Thor. En cierto modo, Thor: Ragnarok es un ejemplo de valentía y libertad creativa, entendidos estos dos conceptos en un marco tan pétreo como es el cine de superhéroes. Me gusta que si contratas a un tipo como Waititi, reconocido espíritu burlón, dejes que lleve a cabo su trabajo con todas las consecuencias.

Taika Waititi se ganó el corazón de los aficionados al cine fantástico con la descacharrante comedia Lo que hacemos en las sombras (Taika Waititi, 2014) un prodigio de imaginación y sentido del humor enmarcado en un contexto de terror lleno de cariño por los clásicos. Con estas credenciales, estaba claro que la comedia sería uno de los puntos a explotar en el remozado de Thor, aunque, creo yo, nunca imaginamos a dónde llegaría el desbarre.

No hay escena sin chiste, chascarrillo, mamporro o equívoco. Todos los elementos de la historia del humor se dan la mano en Thor: Ragnarok, desde el chiste básico de golpe y porrazo a las bromas autorreferenciales, con guiños necesarios a los lectores de los cómics en los que se inspira. Muchos verán el giro como un movimiento demasiado brusco, en especial los muy fanáticos del personaje. Si alguien se aproxima a la película, esperando una adaptación de la famosa saga en la viñeta ideada por Walter Simonson en la década de los 80, puede salir en ambulancia por el síncope.

Pero no nos equivoquemos. El humor en Thor: Ragnarok evita un dramatismo lacrimógeno que hubiese dejado al personaje envuelto en llanto por la pérdida, un crepúsculo de los dioses previsible y lleno de líneas rectas hacia lo inevitable. Hay mucho de eso en esta entrega de Thor, pero camuflado con exquisita inteligencia por el astuto guion de Eric Pearson, Craig Kyle y Christopher Yost. En las dos horas que dura el invento, se dinamitan todos los conceptos clásicos que han sustentado al dios del trueno hasta el momento. Se destruye su mundo, su plantel de aliados, además de manera notoria y violenta. Sin embargo, tal nivel de transformación reduce el drama e impacto del espectador, que está pasando un rato genial de cine de aventuras con extra de risotada. 

Hela, la diosa de la muerte

De acuerdo, el humor a veces es absurdo de más, sonrojante incluso. Pero funciona. Mientras el mundo arde, mientras se da la vuelta al universo del dios del trueno, estamos demasiado ocupados alimentando al niño de ocho años que llevamos adentro, sin que se nos tome por idiotas durante el proceso.

Además, da la sensación de que todo el mundo se lo está pasando en grande. Chris Hemsworth se encuentra cómodo en el tono cómico de la película, se libra del manto de dignidad y nobleza que pesaba como una montaña en las anteriores películas. Fuera lastres. Mención especial para Cate Blanchet, deliciosa en su papel de villana implacable. La actriz ha llegado a un punto en su carrera en el que no debe explicaciones a nadie y hace lo que hace porque puede o porque la divierte, y hay mucho de eso en la Hela que lleva a la pantalla. Pantalla que, por cierto, devora en cada segundo.

Sin embargo, hay personajes que sí han sufrido con el cambio. Loki queda como un bufón traicionero, muy lejos del torturado prisionero entre dos mundos que ha pasado por el universo Marvel hasta la fecha. La variación sobre el mismo tema no luce tan bien en este caso.

Entretenimiento de alto octanaje, perpetrado con espíritu gamberro, que hace digerible el cambio de paradigma que, parece ser, da lugar a un nuevo comienzo para el personaje. Un mundo nuevo que bebe de los aires que otro amigo de lo bizarro, James Gunn, lanzó al universo Marvel. No se queda en eso. En Thor: Ragmarok, hay mucho de epopeya espacial de aires clásicos, como el Flash Gordon de Alex Raymond  (incluso de la delirante y absurda comedia involuntaria que fue su adaptación al cine). Un respiro en el masivo y, en ocasiones, repetitivo, género superheroico. Al cine, sin prejuicios, y diversión asegurada.

Tráiler:

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Ficha técnica:

Thor: Ragnarok ,  EUA, 2017.

Dirección: Taika Waititi
Duración: 130 minutos
Guion: Eric Pearson, Craig Kyle, Christopher Yost
Producción: Marvel Entertainment / Marvel Studios / Walt Disney Pictures
Fotografía: Javier Aguirresarobe
Música: Mark Mothersbaugh
Reparto: Chris Hemsworth, Tom Hiddleston, Cate Blanchett, Tessa Thompson, Mark Ruffalo, Idris Elba, Karl Urban, Anthony Hopkins, Benedict Cumberbatch, Jeff Goldblum, Sam Neill, Ray Stevenson, Tadanobu Asano, Taika Waititi, Stan Lee, Rob Mayes, Rachel House, Luke Hemsworth, Charlotte Nicdao, Matt Damon, Zachary Levi

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