Críticas

La soledad del profesor de griego

La versión Browning

The Browning Version. Anthony Asquith. Reino Unido, 1951.

Andrew Crocker‑Harris (Michael Redgrave) es un estricto profesor de Lenguas Clásicas que ha entregado los mejores años de su vida a los alumnos de quinto curso de un elitista colegio británico. Por motivos de salud, debe prejubilarse y abandonar el centro al que tanto ha dado. Es el momento de echar la vista atrás y hacer balance, pero el descubrimiento es desolador: su vida, tanto desde el punto de vista profesional como personal, ha sido un completo fracaso. Esta es la premisa argumental de la que parte La versión Browning, uno de los grandes títulos del cine inglés de todos los tiempos.

Fotogramade La version Browning01Aunque bastante desconocida en España, donde ni siquiera se estrenó comercialmente en salas, es uno de los hitos indiscutibles del cine británico. El título, algo críptico, hace referencia a la versión que el poeta inglés Robert Browning hizo del Agamenón de Esquilo, tragedia perteneciente al ciclo de Troya. La cinta se basa, a su vez, en una obra de teatro de Terence Rattigan que el propio dramaturgo convirtió en guion cinematográfico. La alusión al teatro griego clásico no es, desde luego, gratuita, ya que se establece un claro paralelismo entre la tragedia de Esquilo y la historia del profesor Crocker‑Harris, a quien los alumnos apodan “The Crock” o “el Himmler de quinto curso”.

En cierto modo, el tipo de profesor que encarna Michael Redgrave, un hombre estricto e inflexible con sus alumnos, se opone a visiones mucho más luminosas de la docencia, como las que se ofrecen en títulos clásicos como las dos versiones de Adiós, Mr. Chips (Goodbye, Mr. Chips, Sam Wood, 1939; Herbert Ross, 1969) o El club de los poetas muertos (Dead Poet Society, Peter Weir, 1989). Rattigan, como guionista, y Anthony Asquith, como director, manufacturan una cinta impecable. No se podía esperar menos de los responsables de títulos como El caso Winslow (The Winslow Boy, 1948) o The Final Test (1954).

Fotograma_La_version_Browning02Sin duda, uno de los grandes aciertos de La versión Browning es su protagonista, Michael Redgrave, que dota a su personaje de una amplia gama de registros, desde su distanciamiento inicial al reconocimiento del propio fracaso como profesor. Jean Kent, que hace de su esposa, Millie, supone un magnífico trasunto de Clitemnestra, que asesinó a su esposo, Agamenón, cuando este regresó de la guerra de Troya tras diez años de ausencia. Completan el reparto Nigel Patrick, como Frank Hunter, el profesor de ciencias; Ronald Howard, como Gilbert, el sucesor de Crocker‑Harris; y Wilfrid Hyde‑White, que es el rector de la escuela. Hay en Redgrave cierto amaneramiento que provocó, en su momento, una doble lectura de la película, ya que se llegó a afirmar que el fracaso del profesor radicaba precisamente en el hecho de no aceptar su propia homosexualidad.

Fotograma_La_version_Browning03La versión Browning, desde luego, no renuncia a ciertos recursos teatrales, de ahí que esté ambientada fundamentalmente en interiores, lo que le permite reflejar a la perfección la vida en un exclusivo colegio británico: desde las oraciones de la mañana hasta los discursos de final de curso, pasando por las aulas donde Crocker‑Harris y Hunter muestran métodos totalmente opuestos de enseñanza. Ahora bien, incluso alguien como Croker‑Harris es capaz de despertar la simpatía de un alumno, Taplow (Brian Smith), que, con su exigua asignación, le regala un ejemplar del Agamenón en versión rítmica de Browning; y no solo eso, sino que le dedica este hermoso epigrama: “Dios en la distancia mira con benevolencia a un gentil maestro”. Este pequeño gesto desmantela la coraza que Crocker‑Harris se ha ido construyendo durante años.

Fotograma_La_version_Browning04En 1994, Mike Figgis adaptó nuevamente al cine La versión Browning, con Albert Finney, Greta Scacchi, Matthew Modine y Julian Sands en los papeles principales. Entre los productores se encontraba Ridley Scoott, que considera la película de Asquith una de las obras maestras del cine. En la versión de Figgis, Finney sustituyó el amaneramiento de Redgrave por una sobriedad que se hace añicos cuando se emociona al leer algunos versos del Agamenón, escena que, curiosamente, no estaba en la versión de Asquith.

Hay, al cabo, una valiosa lección en esta película sobre la enseñanza: si un profesor ha llegado al extremo al que ha llegado Crocker‑Harris y es consciente de su distancia y su frialdad con respecto a los alumnos, eso quiere decir que es el mejor momento para abandonar la docencia y comenzar de nuevo, “antes que el tiempo muera en nuestros brazos”, como rezaba el verso final de la Epístola moral a Fabio.

Premios:

Festival de Cannes: Mejor Guion (Terence Rattigan) y Mejor Actor (Michael Redgrave).

Escena de la película:

http://youtu.be/7q3nKi-PEBE

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Ficha técnica:

La versión Browning (The Browning Version),  Reino Unido, 1951.

Dirección: Anthony Asquith
Guion: Terence Rattigan
Producción: Teddy Baird, Earl St. John
Fotografía: Desmond Dickinson
Música: Ludwig van Beethoven
Reparto: Michael Redgrave, Jean Kent, Nigel Patrick, Ronald Howard, Brian Smith, Wilfrid Hyde-White

4 respuestas a «La versión Browning»

  1. Una gran película, un gran tema. Una pena que al film inglés con la interpretación de Michael Readgrave no se lo pueda encontrar con subtítulos en español.
    La actualización de esta obra, ahora interpretada por Alberto Finney también es una película maravillosa, e impresionantemente actuada por Finney.
    Temas esplendorosos que hacen de estos filmes verdaderos clásicos y joyas del arte universal.

  2. Después de mucho tiempo he vuelto a ver este filme, en mi concepto, maravilloso.Una bellísima lección de humanidad que nos conmociona el corazón y el alma. Magistral la interpretación de Albert Finney . Si traspasando el tiempo y el espacio, uno pudiera situarse al lado del Profesor Crocker Harris y darle un fuerte, fortísimo abrazo, para que sepa que no está solo y que su nobilísimo corazón y su magisterio de altísimo nivel está absolutamente acompañado por quienes pudimos ver esta obra de arte, sería para todos una bendición, seres humanos como él merecen todo nuestro reconocimiento y admiración. Gracias, muchas gracias por la admirable lección de calidad de persona, que acogemos con inmenso cariño.

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