Críticas

Dos en la carretera

Green Book

Peter Farrelly. EUA, 2018.

Green Book, cartelDesde la pasada ceremonia de los Oscar, celebrada el 24 de febrero de 2019, Green Book ha pasado a ser el título que le arrebató la estatuilla a Mejor Película a la sobresaliente Roma (Alfonso Cuarón, 2018), pero lo cierto es que, al salir del cine, Green Book me dejó una gratísima impresión por muchas razones: por ser un tipo de comedia amable que ya casi no se realiza en Estados Unidos, por la extraordinaria pareja protagonista que forman Viggo Mortensen y Mahershala Ali, por reencontrarme con el cine de Peter Farrelly… Como afirmó Guillermo del Toro antes de entregar el Oscar a la Mejor Dirección, que se llevó finalmente Cuarón, todas las películas saldrían intactas de la gala, seguirían siendo las mismas, con o sin estatuillas.

Y, efectivamente, Green Book sigue intacta después de sus tres Oscar, aunque haya despertado las iras de los más fieles seguidores de Roma, La favorita (The Favourite, Yorgos Lanthimos, 2018) e incluso El vicio del poder (Vice, Adam McKay, 2018), sus más firmes competidoras. Pero dejemos a un lado estas polémicas y centrémonos en la cinta, dirigida por un irreconocible Peter Farrelly (en el primer trabajo que realiza sin su hermano Bobby, que hace unos años sufrió una tragedia familiar) y escrita por el propio Farrelly, Brian Currie y Nick Vallelonga (el hijo de Tony Lip).

Los hermanos Farrelly se habían hecho un hueco en la historia del cine gracias a sus comedias gamberras, que, merced a un humor grueso y políticamente incorrecto, de claro contenido sexual y escatología diversa, hacían las delicias de los espectadores, especialmente en los años noventa del pasado siglo, con títulos como Dos tontos muy tontos (Dumb and Dumber, 1994), Vaya par de idiotas (Kingpin, 1996) y la que podríamos considerar su obra maestra, la imprescindible Algo pasa con Mary (There’s Something About Mary, 1998). Pero su estrella parecía ir languideciendo poco a poco a lo largo de los últimos, con títulos ya menos exitosos, hasta que ahora, uno de ellos, Peter, ha dirigido en solitario una amable road movie que es, al mismo tiempo, una buddy movie que se enfrenta a un tema tan delicado como la segregación racial en los Estados Unidos en los años sesenta.

La verdad es que, en principio, Peter Farrelly no parecía dar el perfil para pilotar una aventura como esta, pero ha hecho un trabajo muy clásico y se ha llevado a casa dos premios de la Academia, como guionista y como productor. Al ver la película, tuve la sensación de estar ante una actualización del cine de Frank Capra, de títulos tan queridos como Sucedió una noche (It Happened One Night, 1934), ¡Qué bello es vivir! (It’s a Wonderful Life, 1946) o Un gángster para un milagro (Pocketful of Miracles, 1961), y entonces me di cuenta de que hace ya algún tiempo que Hollywood no manufactura películas de ese tipo, títulos que nos permiten reconciliarnos con un mundo que parece desmoronarse a nuestro alrededor. Green Book vuelve a tener ese tono, y lo consigue gracias a la intersección de dos mundos, representados en dos personajes antagónicos que habrán de compartir dos meses de carretera, viaje en coche (Cadillac DeVille del 62) y convivencia. Por un lado, tenemos al sofisticado pianista Don Shirley (Mahershala Ali ofrece un auténtico recital interpretativo), y, por otro, a un chófer/matón de origen italoamericano que vive en el Bronx, Tony Lip (Viggo Mortensen recuerda, por momentos, al Sylvester Stallone del primer Rocky), que tendrá que acompañarlo a través de un viaje por el sur de los Estados Unidos, en un auténtico descenso a los infiernos.

Sin duda, Green Book funciona como un reloj gracias a la química que existe entre los dos protagonistas. Hacía mucho tiempo que no veíamos una pareja masculina protagonista tan carismática, tan bien planteada. Al final, tanto Lip como Shirley se enriquecen mutuamente y se muestran sus propios fantasmas. Ambos son mejores gracias al otro, y eso supone una auténtica lección de vida. Aunque la película pasa muy de puntillas sobre los asuntos más peliagudos (el racismo, la segregación, la homosexualidad…), lo cierto es que el personaje de Don Shirley es muy complejo, ya que, como él mismo manifiesta en un momento, nunca será lo suficientemente blanco ni lo suficientemente negro para los demás. Resulta muy llamativo que sea el propio Tony quien le hable a Shirley de cantantes, costumbres y demás aspectos de la cultura afroamericana, que el pianista, que procede de una extracción social bastante alta y tiene una formación musical exclusivamente clásica, desconoce por completo. Es genial el momento en el que Tony, que está encantado de haber llegado a Kentucky, le explica a Shirley cómo se tiene que comer el pollo frito. Es verdad que se ofrece una visión demasiado tópica del mundo afroamericano, pero no está exenta de ironía y parodia.

Por lo demás, y como ya se afirmó al principio, se trata de una road movie que muestra la gira de un terceto en los dos últimos meses de 1962. Los estados que visitan son Pennsylvania, Ohio, Indiana, Iowa, Kentucky, Carolina del Norte, Georgia, Tennessee, Arkansas, Luisiana, Mississippi y Alabama. Aunque inicialmente el título iba a ser otro, finalmente se optó por Green Book porque esa era la guía que los afroamericanos debían utilizar para viajar por los estados del sur de los Estados Unidos, ya que en ella se indicaba en qué hoteles podían hospedarse y a qué restaurantes y cafeterías podían entrar, una realidad terrible y no tan lejana.

Tráiler:

Premios: Ganadora de tres Oscar (Mejor Película, Mejor Actor de Reparto y Mejor Guion Original), tres Globos de Oro (Mejor Película-Comedia o Musical, Mejor Actor de Reparto y Mejor Guion) y un BAFTA (Mejor Actor de Reparto); nominada a dos Oscar (Mejor Actor y Mejor Montaje), a dos Globos de Oro (Mejor Director y Mejor Actor-Comedia o Musical) y a tres BAFTA (Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Guion Original).

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Ficha técnica:

Green Book ,  EUA, 2018.

Dirección: Peter Farrelly
Duración: 130 minutos
Guion: Nick Vallelonga, Brian Currie y Peter Farrelly
Producción: Jim Burke, Nick Vallelonga, Brian Currie, Peter Farrelly y Charles B. Wessler
Fotografía: Sean Porter
Música: Kris Bowers
Reparto: Viggo Mortensen, Mahershala Ali, Linda Cardellini, Sebastian Maniscalco, Dimiter D. Marinov, Mike Hatton

Una respuesta a «Green Book»

  1. No he visto aún Roma, pero respecto a las otras dos que si he visto: Vice y La Favorita, creo que Green Book es una justa ganadora. Pudo haber ganado cualquiera de las otras dos y no me hubiese hecho ningún rollo, pero me alegró gane esta película, sencilla, entrañable y fácil de seguir. Que si bien no profundiza en los aspectos sensibles: racismo y homosexualidad, los muestra con sutileza, dejando que cada cual saque sus propias conclusiones. Presentó modos y costumbres y la forma de entender el mundo en ese momento de la historia americana. Por mi una justa ganadora.

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