Críticas

Nada nuevo por aquí

Creed II: La leyenda de Rocky

Creed II. Steven Caple Jr. EUA, 2018.

En esta seguidilla interminable de reversionados, secuelas y precuelas en la que parece estar sumergido Hollywood, no podía faltar Sylvester Stallone, quien fue sin dudas una de las principales estrellas del cine de acción de los años 80. Los numerosos personajes que ha interpretado lo han puesto en el olimpo de los actores de acción junto a otros iconos de aquella época, como Arnold Schwarzenegger y Jean-Claude Van Damme, por citar a algunos. Si bien Acorralado (First Blood, Ted Kotcheff), estrenada en 1982, le dio una nueva personalidad a Stallone; la de John Rambo; es mucho más común que al verlo, lo primero que pensemos sea “Rocky Balboa”. Luego de las cinco entregas que diera Rocky durante el período 1976-1990, llegó Rocky Balboa en 2006 sin mucho éxito, por lo que todo quedó en una saga que creíamos archivada… Hasta que apareció la historia del hijo de Apollo Creed en carpeta y revitalizó la historia en 2015, con el estreno de Creed: La leyenda de Rocky (Creed, Ryan Coggler). Por los indicios que aquel film nos entregaba y las intenciones públicas, tanto de Stallone como de MGM, ya por esa época sabíamos que la de 2015 era una película que iniciaba una nueva serie en el universo Rocky, y es Creed II: La leyenda de Rocky la segunda parte de la aventura de Adonis con el icónico personaje de Stallone como mentor.

Casi desde la misma concepción de esta segunda parte se supo que Ryan Coggler, director de la primera, no podría dirigirla, ya que su trabajo se superpondría con el de Pantera Negra (Black Panther, 2018), film que luego fue nominado a mejor película para la entrega celebrada hace unos días en Los Ángeles.  Con Coggler fuera del proyecto como director (aunque finalmente sí participó, pero como guionista y productor), en un principio se rumoreó que el director sería Stallone, aunque luego se anunció que el elegido sería Steven Caple Jr, convirtiendo nada más y nada menos que Creed II en su segundo largometraje. Creed II no trae nada nuevo y peca de usar estructuras ya empleadas en entregas anteriores, convirtiéndola en una mezcla entre Rocky III (Sylvester Stallone, 1982) y Rocky IV (Sylvester Stallone, 1985). Este pequeño “autorrobo” de formatos no impide que la trama sea entretenida, más allá de que desde los veinte minutos iniciales ya sepamos de qué va el desarrollo de la misma.

Los tiempos de la Guerra Fría quedaron atrás y ya no ocupan la temática principal de las películas de acción, pero Stallone y Coggler parecen ignorar eso, tomando la reciente disputa (¿mediática?) que existe entre Trump y Putin para reavivar la mecha entre Rocky e Iván Drago, aquel invencible soviético que matara a Apollo en el inicio de Rocky IV. Adonis (Michael B. Jordan), ya consagrado como campeón del mundo de peso pesado, es desafiado por el hijo de Iván Drago, Viktor (Florian B.Munteanu), quien es presentado de la misma manera que lo fuera su padre en la cuarta entrega de Rocky. El trabajo de Jordan como protagonista no es sobresaliente, pero cumple perfectamente al personificar a un boxeador conflictuado con sus propios fantasmas, además de deber afrontar cuestiones que la misma fama le impone. La interpretación de Munteanu, por su parte, no va más allá de la de un antagonista del que no sabemos casi nada, solo se lo muestra como un ser desalmado capaz de cualquier cosa sin ningún tipo de remordimiento, sin emitir palabra y del que sabemos poco y nada, un recurso que ya se usó para presentar a Iván Drago en los ochenta. Tessa Thompson regresa como Bianca, la novia de Adonis, quien lo hace «bajar a tierra» y se convierte en la voz de su conciencia al momento de debatir entre aceptar o no el desafío de Viktor Drago. Así como lo hizo Mickey en las primeras Rocky, Stallone es el mentor de Adonis, mientras que Iván Drago es nuevamente interpretado por Dolph Lundgren, en un papel que lo muestra alejado de ese luchador más cercano a un supersoldado soviético que a un deportista.

Un aspecto a destacar de Creed II es la fotografía, a cargo de Kramer Morgenthau, quien ha trabajado en algunos episodios de Juego de Tronos (Game of Thrones, Benioff/Weiss, 2012-), así como filmes del estilo de Thor: El Mundo Oscuro (Thor: The Dark World, Alan Taylor, 2013) y Terminator: Génesis (Terminator: Genisys, Alan Taylor, 2015). Morgenthau le imprime un estilo particular a su forma de concebir la lucha interna de Adonis por superar los miedos que le plantea aceptar el desafío que le impone la pelea contra el hijo de quien matara a su padre sin remordimientos, y de paso nos entrega la recreación de algunas escenas de su entrenamiento que nos harán recordar mucho a los viejos tiempos de la saga.

Hay un dicho que reza que “las segundas partes nunca son buenas”, pero como fue el caso de Rocky II (Sylvester Stallone, 1979), Creed II no le hace honor al mismo, comportando una muy buena secuela, aunque por todo lo antes expuesto, considere que no muestra nada nuevo ni muy impredecible que digamos. Solo resta saber si para Creed III ya están buscando algún reemplazante de Clubber Lang, y mejor no digo más nada para no darle ideas “nuevas” a Stallone a la hora de escribir guiones.

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Ficha técnica:

Creed II: La leyenda de Rocky (Creed II),  EUA, 2018.

Dirección: Steven Caple Jr
Duración: 130 minutos
Guion: Cheo Hodari Coker, Ryan Coogler, Sascha Penn, Sylvester Stallone, Juel Taylor
Producción: New Line Cinema, Chartoff Winkler Production
Fotografía: Kramer Morgenthau
Música: Ludwig Göransson
Reparto: Michael B. Jordan, Sylvester Stallone, Tessa Thompson, Dolph Lundgren, Florian Munteanu

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