Críticas
El espía que surgió del sótano
The Amateur
James Hawes. EUA, 2025.
El protagonista principal y casi absoluto de la producción norteamericana The Amateur (2024, EUA) se llama Charlie Heller al que da vida en la pantalla grande el actor Rami Malek. Este intérprete, de rostro muy particular, que se dio a conocer encarnando al recordado rockero Freddy Mercuri en la exitosa película Bohemian Rhapsody (2018, Reino Unido) acomete también la exigente tarea de intervenir como productor del proyecto haciendo valer su cargo y responsabilidad y evitar un maltrato de su personaje en el montaje definitivo. Parece ser que el oscarizado actor californiano había quedado muy descontento en el perfil de una figura que tenía que encarnar y al no disponer de la posibilidad de explorar su creatividad se apartó del plan. Para garantizarse que su Charlie Heller se ajustara a las características que él deseaba, decidió afianzar ese requisito desde el lado de la autoridad.
La película The Amateur es una nueva versión del largometraje Servicios secretos paralelos (Amateur, 1981, Canadá), de Charles Jarrott, inspirada en la novela homónima de Robert Littell, e interpretada por un joven y aterciopelado John Savage, Christopher Plummer y Marthe Keller en los principales papeles. Un entretenido thriller de espías, narrado con un estilo brioso propio de la década de los ochenta y que aprovechaba todavía el enconado contexto y avispero de agentes secretos, agentes dobles y topos entre las fuerzas de seguridad de occidente y los países de la Unión Soviética. Todo ese oscuro y siniestro telón de fondo se diluye en la nueva lectura menos política y encajada ahora en el mundo de la tecnología, la venganza y sicarios provenientes de otras latitudes.
Charlie Heller es un tipo dotado de un coeficiente intelectual impresionante. Trabaja como analista de datos y decodificador de archivos para la agencia de la CIA en Langley (Virginia). Vive en el campo, en los alrededores de Washington. Está felizmente casado con Sarah (Rachel Brosnchan), una mujer hermosa y encantadora. Su destreza y perspicacia es absoluta no solo en su cometido como funcionario del servicio de inteligencia sino que entre sus aficiones y metas está ensamblar las piezas motoras de una avioneta siniestrada en los lugares correspondientes, ponerla en marcha y volar. Estos datos iniciales ayudan a comprender las capacidades mentales y la habilidad manual de Heller. Un ser concienzudo y poseedor de una mente deductiva extraordinaria. Se puede decir que no se le resiste nada. Quizás, y no es un debe en su balance, es un hombre apocado, de aspecto frágil y fisonomía débil. Es decir, el típico hombre de oficina.
Además de todas la ventajas apuntadas, Charlie Heller es un ser humano excepcional en el terreno de la ética y la moral. Honrado y leal. Y si encuentra algo relacionado con la corrupción y descubre la ilegalidad de operaciones encubiertas provocadoras de la muerte de vidas humanas inocentes, no se arruga, no se calla e intenta denunciar el abuso de poder.
Lo que pasa que para denunciar el abuso de poder no solo hay que demostrarlo con pruebas y encontrar una persona que te crea, confíe en ti y te dé la razón, sino que hay que sobrevivir y esquivar a todos los matones, auténticos profesionales, que van detrás de ti por lo que sabes y el tremendo alcance de la información detectada.
En The Amateur, un correcto y entretenido thriller si logramos eludir la banalidad de su arbitraria propuesta con semejanzas más que razonables con el rebelde e impetuoso Jason Bourne, inspirado en la saga de novelas creada por el escritor Robert Ludlum, el principal motivo de la trama es la venganza. Heller pierde a su mujer, de la que está profundamente enamorado, en Londres, cuando por azar es tomada como rehén por parte de unos criminales de altos vuelos y ejecutada cuando los asesinos disponían de vía libre para huir y los bultos humanos les estorbaban.
Heller se queda consternado y rabioso. Su furia es controlada por esa peculiar forma de ser que tiene. Pero está conmocionado y su dolor por la ausencia lo lleva con resignación. Sabe perfectamente quienes han sido los asaltantes y el nombre y apellidos del hombre que apretó el gatillo. Cuando toda esta información se la pasa a los responsables de su departamento, éstos obvian la información y deciden esperar antes de ir tras ellos y capturarlos. Heller recibe con una desilusión y frustración profunda semejante pasividad y solicita pasar a ser agente activo y convertirse, en tiempo récord, en un despiadado soldado. Insignificante en el tiro con arma de fuego y escurridizo para el combate cuerpo a cuerpo. Sin embargo, tenaz y persistente en las maniobras letales que su intelecto le suministra.
Heller emprende un viaje por distintas ciudades para localizar al grupo de tres hombres y una mujer que constituían el equipo que asaltó el lugar donde su mujer estaba por motivos laborales. La película sigue una ruta cosmopolita, por diversas localizaciones, algunas muy exóticas como Estambul y una parada en Madrid para acabar con uno de los sicarios.
Mientras Heller busca venganza, el servicio secreto, es decir, quienes antes eran sus colegas de trabajo, van detrás de él porque el desencriptador conoce información secreta muy sensible para la agencia de espionaje norteamericana. En uno y en otro caso, como perseguidor y como perseguido, Charlie Heller se mostrará un tipo listo y muy resolutivo. No necesita apretar un gatillo (que se le da fatal) para deshacerse de sus contrincantes.
The Amateur recupera, salvando las distancias, a tipos como el que en su día encarnó Robert Redford, en la piel del entusiasta analista de datos Joseph Turner, alías Cóndor, un sagaz y perspicaz empleado de una sucursal de la CIA especialista en mensajes cifrados que detecta un complot en la genial, inquietante y perturbadora Los tres días del cóndor (The Three Days of the Condor, 1975, EUA), de Sidney Pollack. Una historia turbia alrededor de un funcionario, con similitudes con Heller, que sabe demasiado y desenmascara, no sin estupor, una anomalía en el sistema que salvaguarda al ciudadano y, por extensión, a la administración del estado narrado con un tono de abrumadora desconfianza hacia los considerados protectores del orden, paradójicamente, los responsables de nuestra seguridad. Charlie, en un aspecto más novelesco, trufado de giros rocambolescos y, alguno, inverosímil, hace lo mismo y practica la misma ortodoxia, hasta arrinconar a los villanos y subvertir el status quo de la legendaria agencia de espionaje descabalgando a quienes aprueban operaciones encubiertas. Ni James Bond lo hubiese hecho mejor.
Con todas sus arbitrariedades y casualidades, el producto, muy cosmopolita, siguiendo la estela justiciera de la franquicia Venganza (Taken, 2008, Francia), de Pierre Morel, patentada por el inasequible al desaliento Liam Neeson (que ha creado su propio género), es muy aceptable, en su simplista carga de denuncia, y deja dos horas muy distraídas.
Tráiler de la película:
Ficha técnica:
The Amateur , EUA, 2025.Dirección: James Hawes
Duración: 123 minutos
Guion: Ken Nolan, Gary Spinelli
Producción: 20th Century Studios, Fox 2000 Pictures, Hutch Parker Entertainment, Seed Productions.
Fotografía: Martin Ruhe
Música: Volker Bertelmann
Reparto: Rami Malek, Lawrence Fishburne, Rachel Brosnahan, Julianne Nicholson, Ciatriona Balfe, Holt McCallany y Jon Bernthal.