Críticas

Repitiendo la fórmula del éxito

John Wick: Pacto de sangre

John Wick: Chapter 2. Chad Stahelski. EUA, 2017.

Cartel de la película John Wick: Pacto de SangreEn 2014, luego de muchos años de estar alejado del género de acción, Keanu Reeves nos sorprendió con John Wick (Chad Stahelski, 2014), sobre un asesino a sueldo retirado que es forzado a regresar a su anterior oficio. La película fue muy bien recibida por la crítica y por el público, quienes anhelaban ver a Reeves en un papel así, similar a los que en su momento le trajeron fama, en cintas como Máxima Velocidad (Speed, Jan de Bont, 1994) y la posterior saga de Matrix (The Wachowski Brothers, 1999).

Dado el éxito de la primera entrega, era inevitable que el estudio buscara realizar una segunda parte, es por ello que este año se estrena John Wick: Pacto de sangre (John Wick: Chapter 2, Chad Stahelski, 2017). De hecho, la historia de John Wick fue concebida inicialmente como una trilogía, por lo que la secuela era prácticamente un hecho. La decisión se basó en repetir la fórmula de éxito, es por esto que el equipo se mantiene: la dirección estuvo a cargo de Chad Stahelski, el guion lo escribió Derek Kolstad y, por supuesto, Keanu Reeves encabeza la marquesina.

La película arranca exactamente luego del fin de la primera, lo que da una continuidad a la historia y nos sitúa emocionalmente donde nuestro personaje principal se encontraba al finalizar el episodio previo. En esta ocasión, John Wick es buscado por Santino D’Antonio (Riccardo Scamarcio) para saldar una deuda pendiente: asesinar a la hermana de Santino, logrando de esta manera quedar libre de pactos que lo aten a la vida de mercenario. Wick accede al pedido y viaja a Roma a cumplirlo, únicamente para darse cuenta de que él es ahora el objeto de persecución. Su cabeza tiene un precio, para no dejar cabos sueltos.

John Wick: Pacto de Sangre 1

Si bien John pasa de ser un vengador, en la primera película, a un perseguido en esta, este detalle no afecta en absoluto el desarrollo de las secuencias de acción. Me atrevería a decir que se presta para realizar persecuciones aún más exigentes y elaboradas, lo que eleva el nivel visual de la película. La primera parte se caracterizó por contar con excelentes escenas de peleas, coreografiadas, cuidando cada detalle, logrando efectos visuales y secuencias totalmente limpias. Esto no es la excepción en John Wick: Pacto de sangre. El director, junto a los coreógrafos, dobles y actores, merece una ovación de pie por lograr escenas tan reales y visualmente atractivas, que incluso generan en el espectador un “placer culposo” al disfrutar verlas. Mención especial merece la última secuencia en un salón de espejos, que ofrece muchos trucos visuales, así como la persecución en las catatumbas, que al ser realizada de noche, seguramente, representó un gran reto filmarla.

Al igual que en la primera entrega, el peso de la película recae sobre su protagonista, en este caso John Wick, interpretado por Keanu Reeves. El actor no decepciona y nos brinda nuevamente este personaje rudo, pero con el toque humano que tanto logró conectar con la audiencia en la primera cinta. Nos encontramos nuevamente con ese personaje que quiere cortar lazos de manera definitiva con el mundo mercenario en el que vivió durante tantos años. Reeves nos hace sentir nuevamente el conflicto del protagonista. John Leguizamo e Ian McShane –en un rol más extendido–, cumplen con sus papeles, elevando el nivel de las escenas de estos personajes secundarios, que, tal vez, si hubieran sido  interpretados por otros actores hubieran pasado inadvertidos. Una adición interesante al elenco es la aparición breve de Laurence Fishburne. Esta es la primera participación en conjunto de Reeves con Fishburne desde Matrix Revolutions (The Wachowski Brothers, 2003), por lo que es un momento especial para los fanáticos de aquella saga.

John Wick: Pacto de Sangre

John Wick: Pacto de sangre cuenta con todos los elementos claves que catapultaron a la primera parte a la gran aceptación del público, logrando así que la secuela funcione. Si bien no hay un mayor valor agregado, en relación con su predecesora, esta segunda parte es un testimonio de que, a veces, menos es mejor que más. Utilizar los factores de éxito que funcionaron anteriormente solo garantizó un producto de calidad y entretenimiento que será disfrutado no solo por quienes se deleitaron con la primera parte, sino que muy seguramente ganará nuevos adeptos. Más aún, el final del filme presenta un excelente set-up para el último episodio de la trilogía, que representa un cambio de reglas y punto de inflexión en la historia de este asesino a sueldo. Al igual que muchos, esperaré con ansias el desenlace de esta saga.

Tráiler:

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Ficha técnica:

John Wick: Pacto de sangre (John Wick: Chapter 2),  EUA, 2017.

Dirección: Chad Stahelski
Duración: 122 minutos
Guion: Derek Kolstad
Producción: Summit Entertainment, Thunder Road Pictures, 87Eleven, Lionsgate, TIK Films
Fotografía: Dan Laustsen
Música: Tyler Bates, Joel J. Richard
Reparto: Keanu Reeves, Riccardo Scamarcio, Ian McShane, Ruby Rose, Common, Claudia Gerini, Lance Reddick, Laurence Fishburne, John Leguizamo, Bridget Moynahan

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