Libros: 

Underworld USA: El cine independiente americano

Título: Underworld USA: El cine independiente americano

Autor/es: J. Hoberman

Editorial: Bafici - Buenos Aires.

Año: 2012

Underworld USA

Entre las diversas actividades del pasado Bafici, se presentó la edición en castellano de Underworld USA: El cine independiente americano, del influyente y reconocido crítico de The Village Voice, James Hoberman. El libro, una selección de sus textos fundamentales (publicados por primera vez en The Village…, Sight and Sound, Film Comment y ArtForum), fue presentado por el propio Hoberman en el ámbito del festival porteño.

Su trayectoria en la publicación norteamericana, que alguna vez fue sinónimo de vanguardia y espíritu independiente, va desde los años setenta, cuando dedicó sus palabras certeras a Eraserhead, el primer largometraje de David Lynch (“Aunque sus efectos especiales son impresionantemente repugnantes, Eraserhead es demasiado arty para la 42nd Street, por eso está aquí, hasta mediados de noviembre, buscando un culto”), hasta hace apenas unos meses, cuando fue despedido del medio y criticaba Seeking the Monkey King, de Ken Jabobs. Aunque esta última crítica no aparece en la presente edición, sí incluye una revisión de Taxi Driver,  después de treinta y cinco años (“Fue la película más cinéfila jamás hecha en Hollywood, reconociendo abiertamente a Bresson, a Hitchcock, a Godard, a los vanguardiasta Michael Snow y Kenneth Anger, y al John Ford de The Searchers. Es más, el antihéroe de la película, Travis Bickle –una combinación homicida entre Harry el Sucio y Norman Bates, que se describe a sí mismo como el Hombre Solitario de Dios- surgió de la mente del ex crítico Paul Schrader y, encarnado para toda la eternidad por el joven Robert De Niro, se convirtió en un personaje clásico de la narrativa norteamericana junto con Huck Finn y Holden Caulfield”).

En la Introducción, Hoberman calcula que en su paso por el periódico neoyorquino, durante los treinta y cuatro años de ejercicio, debió haber escrito unas dos millones de palabras dedicadas, en su mayor parte, a películas realizadas en Nueva York, su ciudad natal. Allí compartió espacio con dos grandes, Jonas Mekas, sinónimo de cine independiente, y con el teórico Andrew Sarris, que era el director de la sección de crítica cinematográfica.

“… Lo que tienen aquí son pedazos, elegidos y  reordenados como una película montada a partir de una crónica continua que ha durado más de treinta años y que sigue, aunque no de la misma manera. Es un placer para mí ver estos textos rescatados del papel de diario en proceso de descomposición o de las profundidades del ciberespacio reunidos aquí. Algunos artículos están apareciendo entre tapas por primera vez, como mi apreciación de Taxi Driver y mis intentos para describir el espíritu de Bob Dylan que ronda en I’m Not There. Estos escritos en particular para mí son más que críticas de películas, son la historia de mi vida”.

El volumen recoge textos marcadamente subjetivos, donde la pasión cinéfila y la inteligencia crítica de Hoberman sobrevuelan sus artículos, inspirados por el denominado cine independiente, enfocados en films de Jonas Mekas, Warhol, John Waters o Ken Jacobs, entre muchos otros. También incluye su famoso escrito sobre Flaming Creatures, de Jack Smith, que le valió su carácter de film de culto, por el análisis casi entomológico con que desgrana cada secuencia.

Encontramos textos sobre el universo de cine independiente, el modernismo o el movimiento beatnik, la ciudad de Nueva York o Los Ángeles. Críticas y reseñas sobre películas de Sam Fuller, Gus Van Sant, Kelly Reichardt o Harmony Korine… y un valioso texto sobre el Free Cinema y el cine Underground (“El bosque y los árboles”), donde a través de la figura de Jonas Mekas, revela situaciones en las que intervienen “una pujante clase bohemia, un nexo de poetas beat, trovadores de cafetería, músicos de jazz y actores del Método, expresionistas abstractos y apóstoles de Wilhelm Reich, lectores de Kierkegaard, bongoseros itinerantes y candorosos estudiantes jóvenes que usaban poleras negras y sweaters para ir a ver obras de teatro off-Broadway y películas extranjeras”. Todo un bestiario solidario con la escritura apresurada, pero no por ello ligera, de este cronista neoyorquino.

Underworld USA: El cine independiente americano es un buen refugio para quien quiera conocer los entresijos de una parte de la historia del cine estadounidense, la de aquel cine que se le plantó a la estructura comercial de producción y exhibición en los Estados Unidos, esa usina que sigue acaparando pantallas y espectadores, para proponer otro esquema, más humanizado y menos artificial.

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