Reseñas 

Todas las cartas. Correspondencias fílmicas

Todas las cartas. Correspondencias fílmicas

“La última vez que te escribí” es una de las frases que el cineasta Jonas Mekas le dice a José Luis Guerin en su particular intercambio epistolar, donde el sobre y el papel han sido sustituidos por una pequeña cámara en mano y una improvisada –por doméstica– sala de montaje. Se trata, desde luego, de un nuevo género cinematográfico, la “correspondencia fílmica”, que fue lanzado como reto intelectual por el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) y ha dado lugar a unos resultados sorprendentes.

Exposición Todas las cartas. Correspondencias fílmicasAunque hace ya mucho tiempo que el cine empezó a visitar los museos, su permanencia en las salas de exposición no viene de muy lejos. En realidad, Todas las cartas. Correspondencias fílmicas propone algo nuevo, no un diálogo convencional entre directores, sino una conversación entre sus filmografías, basada en su forma de ver el mundo y su vida diaria. Todo comenzó con la correspondencia que se estableció, entre 2005 y 2007, entre Víctor Erice y Abbas Kiarostami. El fruto de aquella propuesta fue tan sugerente que la iniciativa no se podía quedar ahí, era necesario abrirla a otros nombres, de geografías y generaciones distintas, de cinematografías alejadas entre sí, pero de universos creativos próximos.

Después de dejar el tiempo necesario para lanzar las propuestas y para que los directores implicados se comprometieran con el proyecto, Todas las cartas. Correspondencias fílmicas ha llegado a los museos en forma de exposición comisariada por Jordi Balló. El CCCB, además, ha contado con la complicidad imprescindible del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) de la UNAM, de La Casa Encendida y de Acción Cultural Española. La exposición se pudo visitar en la Plaza de las Tres Culturas entre el 27 de abril y el 31 de julio de 2011; actualmente se encuentra en el CCCB (donde estará hasta el 19 de febrero próximo) y en Madrid, en La Casa Encendida, y agota sus últimos días en el Centro Cultural Las Cigarreras de Alicante, donde José Luis Guerin la inauguró el pasado 24 de noviembre.

Todas las cartas. Correspondencias fílmicasNo deja de resultar extraño acudir a un museo para contemplar estas correspondencias fílmicas, pero en un museo se concibieron y es justo que sea allí donde se exhiban. En Las Cigarreras, por ejemplo, en una de las naves laterales de la antigua Fábrica de Tabacos, conocida actualmente como la Caja Blanca, el espacio se ha transformado en tres pequeñas salas de proyección con sesiones continuas de las cartas filmadas. Estas son las cinco parejas de baile que encontramos, los diez cineastas que recogieron el guante lanzado por Víctor Erice y Abbas Kiarostami: José Luis Guerin (Barcelona) y Jonas Mekas (Nueva York); Albert Serra (Banyoles) y Lisandro Alonso (Buenos Aires); Isaki Lacuesta (Girona) y Naomi Kawase (Nara); Jaime Rosales (Madrid) y Wang Bing (Shaanxi); y, por último, Fernando Eimbcke (Ciudad de México) y So Yong Kim (Pusan/Nueva York).

Cada director ha dotado a su correspondencia de un estilo personal. Así habla, por ejemplo, Guerin de sus cartas fílmicas: “son en blanco y negro, y sigo usando mucho del encuadre, controlo en cada momento lo que se ve y lo que se oye… Pienso más en términos de ‘rodar’”. Pero Albert Serra, por el contrario, ha optado por darle a su correspondencia la forma de un largometraje, El senyor ha fet en mi meravelles (2011), al que Lisandro Alonso ha contestado con un único mediometraje sin título. Otra opción es la que eligen Jaime Rosales y Wang Bing, que, más que cartas filmadas, se intercambian tres cortometrajes. Guerin y Mekas cruzan nueve cartas; Lacuesta y Kawase, siete; Eimbcke y Kim, ocho. Por fortuna, Intermedio ha editado en DVD la exposición, y uno puede llevarse a casa las siete horas de duración del proyecto, acompañado, además, por un magnífico catálogo. Solo se echa en falta la primera correspondencia, la que dio origen a todo, que se editará aparte.

Todas las cartas.En su tercera carta a Mekas, Guerin recupera material de archivo y muestra a Nika Bohinc, una joven cineasta eslovena que nos habla de la vida, del cine, del futuro. Guerin encontró a Nika en Lisboa, la grabó y después descubrió que la asesinaron en Filipinas, pero el director ha conservado parte de ella en su carta, y la ha compartido con Mekas y con nosotros. ¿Hay acaso mejor metáfora del cine?

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