Críticas

La Casa del Virrey

El último virrey de la India

Viceroy's House. Gurinder Chadha. Reino Unido/India/Suecia, 2017.

En 1993, Gurinder Chadha se convertí­a en la primera mujer de origen asiático que dirigí­a una largometraje de ficción en el Reino Unido, Bhaji on the Beach. Un cuarto de siglo después, con una sólida trayectoria como productora, guionista y directora a sus espaldas, tanto en cine como en televisión, Chadha ha estrenado una coproducción del Reino Unido, la India y Suecia que recuerda mucho a un tipo de cine de recreación histórica que ya no se suele rodar. Entre Bhaji on the Beach y El último virrey de la India quedan tí­tulos como ¿Qué se está cociendo? (What’s Cooking?, 2000), Bodas y prejuicios (Bride & Prejudice, 2004), Mi gato Angus, el primer morreo y el plasta de mi padre (Angus, Thongs and Perfect Snogging, 2008) o It’s a Wonderful Afterlife (2010), aunque su pelí­cula más conocida sigue siendo la excelente y ya casi generacional Quiero ser como Beckham (Bend It Like Beckham, 2002).

Es cierto que Gurinder Chadha siempre se ha movido muy bien en el terreno de la comedia, pero ahora se ha atrevido con una superproducción de época que recrea el proceso de independencia de la India (y de Pakistán) desde el punto de vista del gobierno británico, en concreto desde la perspectiva de la familia de Lord Louis Mountbatten (Hugh Bonneville), a quien se le encargó la delicada misión de ser el último virrey de la India y supervisar el proceso de independencia. El tí­tulo de la cinta en inglés, Viceroy’s House, se ajusta mucho más a lo que presenta el filme, ya que buena parte del metraje refleja la vida cotidiana en la residencia del Virrey, atendida por un ejército de 500 criados, traductores, cocineros, ayudas de cámara… La Casa del Virrey en Delhi tenía unas proporciones tan enormes que, a su lado, el Palacio de Buckingham parecía pequeño, tal como señala Lady Edwina (una magní­fica Gillian Anderson), la esposa de Mountbatten.

El último virrey de la India recuerda, salvando las distancias, a superproducciones como Gandhi (Richard Attenborough, 1982) o Pasaje a la India (A Passage to India, David Lean, 1984), pero en el relato que hace de la vida palaciega y en el cuidado de los detalles a la hora de preparar la mesa, ayudar a vestirse al virrey o servir el té, se encuentra mucho más cerca del cine de James Ivory, especialmente de tí­tulos como Lo que queda del dí­a (The Remains of the Day, 1993), o de esa rareza dentro de la filmografía de Robert Altman que supone Gosford Park (2001).

En sus mejores momentos, El último virrey de la India muestra un despliegue de medios, detalles y recreaciones que ya no resulta habitual, y eso es lo mejor de verla en el cine: asistir a un espectáculo de otra época. Al igual que ocurrí­a en Lo que queda del dí­a, encontramos dos tramas, una polí­tica y otra amorosa, pero, al contrario que Ivory, Chadha sitúa la polí­tica en primer plano y la amorosa en segundo, si bien relacionada con la primera. En la trama política, resulta fundamental la aparición de personajes como Gandhi (Neeraj Kabi), Nehru (Tanveer Ghani), Jinnah (Denzil Smith) o Churchill (Gerry George). La trama amorosa está protagonizada por dos jóvenes que trabajan en la Casa del Virrey, el hindú Jeet Kumar (Manish Dayal) y la musulmana Aalia Noor (Huma Qureshi).

Sin duda, la figura de Lord Mountbatten es uno de los alicientes de la película. Bisnieto de la reina Victoria y tí­o del Duque de Edimburgo, fue un militar de larga trayectoria que llegó a ser Primer Lord del Almirantazgo, pero que, en un determinado momento de su vida, aceptó a regañadientes ser el último virrey de la India, de ahí­ que resulte paradójico que fuera asesinado por el IRA en el verano de 1979, cuando ya hací­a muchos años que se encontraba retirado.

La partición de la India colonial en dos estados independientes en 1947, India y Pakistán, implicó la mayor migración forzada de la historia de la humanidad. Curiosamente, la familia de Gurinder Chadha acabó trasladándose a Inglaterra a causa de ella, así­ que, en cierto modo, la directora está contando su propia historia. Para ello, ha utilizado documentos secretos ya desclasificados que evidencian que el gobierno británico habí­a previsto la división de la India antes de que se llevara a cabo, y, para conseguirlo, no habí­a dudado en alimentar durante mucho tiempo las tensiones que existí­an entre los hindúes, los sijs y los musulmanes. Lord Mountbatten fue, en cierto modo, un convidado de piedra en todo el proceso y no pudo evitar las numerosas muertes ni los millones de desplazados. Chadha acierta al utilizar documentos visuales de la época para ilustrar su historia, sobre todo al final, cuando aparecen los créditos.

Tráiler:

 

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Ficha técnica:

El último virrey de la India (Viceroy's House),  Reino Unido/India/Suecia, 2017.

Dirección: Gurinder Chadha
Duración: 106 minutos
Guion: Gurinder Chadha, Paul Mayeda Berges y Moira Buffini
Producción: Paul Mayeda Berges, Gurinder Chadha, Christine Langan, Cameron McCracken, Deepak Nayar
Fotografía: Ben Smithard
Música: A. R. Rahman
Reparto: Hugh Bonneville, Gillian Anderson, Michael Gambon, Manish Dayal, Simon Callow, Lily Travers, Simon Williams, Om Puri, Huma Qureshi

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