Críticas

Adiós al Caballero Oscuro

El Caballero Oscuro: La leyenda renace

The Dark Knight Rises. Christopher Nolan. EUA y Reino Unido, 2012.

El_caballero_oscuro La_leyenda_renaceHan transcurrido ocho años desde los hechos de El caballero oscuro (The Dark Knight, Christopher Nolan, 2008), y Batman (Christian Bale) sigue desaparecido y recordado como responsable de la muerte de D. A. Harvey Dent. La aparición en Gotham de un terrorista enmascarado y una misteriosa ladrona de joyas provocan que Bruce Wayne tenga que recurrir nuevamente a su alter ego para salvar a su ciudad del caos.

Christopher Nolan es de esos directores que divide las pasiones de manera extremista. Considerado un genio incontestable y visionario por unos, otros creen que  es un director idolatrado en exceso. En La leyenda renace da una nueva vuelta de tuerca al personaje de Batman para mostrarnos su fragilidad y su lado más humano,  poniendo el broche final  a su particular trilogía. Nolan es un titiritero que distrae nuestra atención a su antojo, graduando la acción, permitiéndose una intro de alto voltaje para luego caer en una sucesión de recuerdos, presentación de la situación actual de los personajes e introducción de Catwoman (Anne Hathaway), abandonándonos a una especie de calma que provoca que el impacto en el espectador sea todavía mayor cuando se desencadena la acción. A partir de ese momento, tiene lugar una gestión meticulosa de la trama, que dosifica, minuciosamente, la liberación de nuestra adrenalina.

En las secuencias de acción se aprecia un dominio de la intercalación de planos, en la que Nolan lo capta todo, permitiendo que el espectador sea testigo del más mínimo detalle. Las escenas más agresivas son filmadas con una lentitud extrema, provocando que la ansiedad del espectador aumente. La secuencia de La Bolsa es un ejemplo de la pericia de Nolan, ofreciendo, en un escenario reconocible por el espectador, uno de los mejores momentos del film. Acusado en ocasiones de ser un director con truco, el efectismo visual del film no es gratuito. ¿Quién puede acusarle de haber querido cerrar su flamante saga con fuegos artificiales? Lo muestra todo, sin prisas, pues domina el ritmo con destreza, gracias a un excelente trabajo de montaje que permite enlazar las acciones de los diferentes personajes.

Nolan filma un Gotham apocalíptico con una espectacular disposición de los extras, sin perder de vista el desarrollo de la historia y dando protagonismo a todos los personajes, mientras la ciudad está siendo amenazada por un terrorista llamado Bane (Thomas Hardy). El diseño artístico es brillante: los decorados y exteriores responden acertadamente a la ubicación del caos y la hecatombe en una ciudad de estructura muy similar a la Gran Manzana.

A destacar, la impactante y sobrecogedora secuencia del estadio de béisbol, que recuerda, a pesar de la distancia de géneros y contenidos, la estructura de varias escenas de la saga de El Padrino (The Godfather, Francis Ford Coppola, 1972, 1974, 1990), en las que sucesivas acciones se superponen bajo una melodía que presagia una tragedia.

Las escenas rodadas en la cárcel subterránea nos ofrecen un respiro de este Gotham apocalíptico para comprender la difícil situación en la que se encuentra Wayne y, a la vez, vislumbrar el origen de la maldad de Bane.

La música de Hans Zimmer encaja perfectamente con el desarrollo de las secuencias y acompaña con su enérgica percusión los momentos álgidos de la historia.

A pesar de ser una gran película de acción, no deja de ser también una película de personajes, de pequeñas historias: la del teniente Gordon (Gary Oldman), la de Foley (Matthew Modine), la del nuevo inspector Blake (Joseph Gordon-Levitt), la de Miranda (Marion Cottiliard) y la de un emotivo Alfred (Michael Cane), que resurge en esta nueva entrega como la voz de la conciencia de Wayne. Se destaca, también, el personaje de Catwoman, que encaja perfectamente en una trama que no necesitaba de más superhéroes y la presencia fugaz de antiguos personajes aparecidos en Batman Begins (Christopher Nolan, 2005). Ante tanto actor con pedigrée, a Marion Cottiliard se le debe reprochar una escena final mal interpretada.

Es inevitable comparar a los malos de la trilogía. La estela del Joker de Heath Ledger marcará para siempre la saga de Nolan y no resultaba fácil ser el villano sucesor. Aún así, Bane es un personaje redondo, muy diferente a aquél, metódico y astuto, con una voz inquietante. El guión no deja cabo suelto por atar y ofrece al espectador información suficiente para colmar los interrogantes que provocan su personalidad y su temible atuendo. El villano logra asustar y angustiar durante la primera parte de la película, aunque acaba siendo sólo un personaje irritante por su constante aparición en escena.

Nolan nos mete en la psique de un Bruce Wayne atormentado por las dudas que le genera su máscara. Dolido y recluido en su mansión, su reaparición vendrá provocada por la intervención de Catwoman. Bale nos ofrece el mejor Batman, el más real, con sus límites e inseguridades, un personaje que va más allá del superhéroe. Como ocurre en las dos películas anteriores, quizá parte del éxito radique en que, en todas ellas vemos pocas veces a Batman y algo más a Bruce Wayne.

Se nos muestra un Gotham desesperado que es capaz de seguir a un loco para poder resurgir de sus propias cenizas. El film desata un discurso antisistema, ofreciendo un mensaje que no nos es desconocido y desembocando en un panfleto revolucionario. Se puede pasar por encima de estos discursos o bien obtener lecturas políticas para todos los gustos, pues éstas se encuentran implícitas hasta en las palabras de la mismísima Catwoman: ¡unos, tanto; otros, tan poco! No nos olvidemos que Batman es un superhéroe millonario.

Nolan cierra la trilogía con una muy digna secuela de El caballero oscuro, complaciendo hasta al más desconfiado fan de la saga, a aquél que veía con recelo una película que pudiera superar a la anterior. Si tendrá, o no, repercusión superior a El caballero oscuro, lo sabremos después de su revisionado. Si el Joker de Ledger crecía a base de ver una y otra vez la película, manteniéndose como el malo al que todos adoramos, es difícil todavía decir si la estela de Bane traspasará esa línea, a partir de la cual una película y su villano entran en nuestro misticismo particular.

Trailer:

Comparte este contenido:

Ficha técnica:

El Caballero Oscuro: La leyenda renace (The Dark Knight Rises),  EUA y Reino Unido, 2012.

Dirección: Christopher Nolan
Guion: Jonathan Nolan y Christopher Nolan, basado en un argumento de David S. Goyer y Christopher Nolan (personajes creados por Bob Kane).
Producción: Christopher Nolan, Charles Roven y Emma Thomas
Fotografía: Wally Pfister
Música: Hans Zimmer
Reparto: Christian Bale, Tom Hardy, Gary Oldman, Anne Hathaway, Morgan Freeman, Michael Caine, Marion Cotillard, Joseph Gordon-Levitt, Matthew Modine.

2 respuestas a «El Caballero Oscuro: La leyenda renace»

  1. Hombre y los pequeños grandes fallos de guión, como que le apuñalen en una escena y le revienten los riñones y luego siga salvando el mundo tan campante. El guión a mi entender da unos saltos y cabriolas que resultan risibles, primero uno es malo, luego bueno, luego finalmente malo. Yo pienso que si se gasta 1000 millones en películas así, como no gastan 25 en juntar a unos buenos escritores y confeccionar un guión que hace aguas constantemente. lo mismo me pasó con prometheus. mucha fanfarría visual pero la historia da pena.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.