Críticas

La calmada sensibilidad de Alix Delaporte

El amor de Tony

Angèle et Tony. Alix Delaporte. Francia, 2010.

El amor de TonyLa francesa Alix Delaporte escogió para debutar como realizadora un drama romántico, algo que suena arriesgado pues se trata de uno de los géneros más recurrentes en estos últimos tiempos, así como lo son las insufribles –en su mayoría- comedias románticas que nos llegan de Estados Unidos.

Por supuesto que como en todo siempre hay matices o mejor dicho grados, unos más o unos menos, en los resultados o alcances que como medio de expresión, el cine, a través de sus distintos y variados géneros, es utilizado para contarnos y conmovernos con las historias que se nos relatan. Y los resultados, por lo menos de la labor de Delaporte en su ópera prima, son bastante estimables.

Sobre todo porque no busca recargar las tintas con la historia de amor entre una ex convicta y un sencillo y tranquilo pescador, teniendo como marco no la gran ciudad, sino el puerto de Normandía.

Y aunque la historia se inicia con una fuerte escena, en la que podemos ver a la protagonista, Angèle (Clotilde Hesme) teniendo sexo con un hombre que le da luego un muñeco –y que descubrimos después que intenta torpemente dárselo a su hijo-, la película va acompañándola para mostrarnos su drama personal, su desorientación existencial, su condición marginal ante un mundo que parece negarle un lugar específico. De allí que su encuentro con Tony será decisivo, pues éste no será el galán al que estamos acostumbrados –es medio calvo y gordito- y hasta rechaza en principio esa predisposición de Angèle a tener sexo con cualquiera, en este caso con él.

Angèle et TonyDelaporte sabe de las limitaciones de su historia por eso pone énfasis más en los personajes, sobre todo en su protagonista femenina, que en otros aspectos. Hay una evolución de la cinta que va en paralelo a la de la protagonista y por consiguiente también a la de la relación con Tony,  un hombre de pocas palabras, solitario, temeroso de esa bella mujer que parece interesado en él. La cinta va alcanzando calidez, cierta luminosidad a medida que Angèle se integra a un mundo (a esa comunidad de pescadores) y se afirma su acercamiento tanto a su hijo como a Tony.

Por eso la realizadora destaca más la importancia de un gesto comprensivo (el de la madre de Tony hacia Angèle que indica que ella ya es aceptada) o la sencillez de una  pregunta concisa: “¿Tú realmente quieres casarte conmigo?”, que establecer obstáculos o conflictos entre los protagonistas y los personajes secundarios que pudieran oponerse a dicha relación. Tampoco es un manifiesto feminista, a pesar de ese cierto centralismo en la figura de Angèle.

El amor de TonyPara Delaporte, el drama, después de todo, parece estar en nuestro interior, en saber descifrar y enfrentar los miedos que surgen al encarar lo que nos rodea. En este sentido, es significativa la evolución de Angèle, quien de insegura pasa a ser capaz de volver a sentirse enamorada y amada. Todo esto engrandecido con una reveladora interpretación de Clotilde Hesme, cuyo rostro es toda una gama de sentimientos cambiante a lo largo de la cinta. Tampoco podemos dejar de nombrar a su compañero Gregory Gadebois. Con razón ambos fueron premiados con el César como revelación femenina y masculina.

En fin, una obra pequeña, sencilla, formalmente impecable pero también con mucha alma y sensibilidad, que abre la posibilidad de esperar algo mayor de su realizadora.

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Ficha técnica:

El amor de Tony (Angèle et Tony),  Francia, 2010.

Dirección: Alix Delaporte
Guion: Alix Delaporte
Producción: Lionceau Films / Cofinova 6
Fotografía: Claire Mathon
Música: Mathieu Maestracci
Reparto: Clotilde Hesme, Grégory Gadebois, Evelyne Didi, Antoine Couleau, Corine Marienneau, Dany Verissimo, Patrick Descamps, Lola Dueñas, Jérôme Huguet

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