Críticas

Por el sábado se sale

Saturday Night

Jason Reitman. EUA, 2024.

Quizás sea necesario hablar una sola lengua cultural. Las palabras pueden ser las mismas, por ejemplo, sin embargo la gramática de los costumbres históricos varía y, por ende, lleva a que solo puedan entenderse los que del mismo mundo vienen y en el mismo mundo viven. Cuestiones, por supuesto, de las que ya se ha ido hablando durante la historia del ser humano y que, memoria de estudios en la universidad, el pensador francés Montaigne ya definía como uno de los problemas a la hora de (con)vivir en este mundo. Se trata, efectivamente, de darse cuenta de que a veces para entender algo hay que estar dentro de un sistema cultural, algo que podríamos definir como solo en parte correcto ya que, quizás, todo ser humano sigue siendo el mismo conjunto de átomos y ADN. Podría ser también que la realidad está en medio de los dos extremos y que, más sencillamente, entender algo supone compartir la misma estructura física y los mismos puntos de referencia. Si así no fuera, efectivamente, muy poca fortuna tendría la necesidad de explicar mejor y más detalladamente la mente de cada pueblo. Y, por supuesto, la presencia de una misma base permite acceder a entender por qué algo resulta ser tan importante para algunos y no para otros.

Introducción que no quiere decir pronto de qué se habla, como siempre, y que nos lleva a producir una pregunta muy sencilla : ¿de qué habla este filme y porqué no hablar directamente de su estructura? (Os he engañado, las preguntas son dos) Y es que, efectivamente, la cuestión no es tan sencilla ya que el producto que se nos viene ofreciendo desde el mundo americano es, total y rotundamente, un producto para los estadounidenses, hechos por personas que han crecido en aquel mundo cultural que se define (obvio error) como el centro más importante de todo el globo en el cual estamos. Consecuencia : los espectadores de esta película podrán traer provecho de su (largo) cuento solo en el caso de conocer bien de lo que se está hablando (el programa televisivo Saturday Night), algo que, por supuesto, no todo el mundo conoce ni tiene que conocer. Aquí, entonces, es donde se sitúa el problema, ya que el resultado final decepciona en vez de despertar nuestra curiosidad (a la Barthes, quizás, con la cuestión de lo pop como elemento de análisis).

Los que ya conocen el programa no tienen mucho que hacer, aquí. Ya se sabe cómo todo va a acabar, en esta primera noche del programa. ¿Van a hacerlo o no? ¿Lograrán que el público americano vea a estos cómicos o no? Preguntas que nada que ver tienen con el juego de la estructura fílmica, ya que solo los que nada saben de SNL podrían no darse cuenta de que este programa sigue vivo desde décadas. Y, por supuesto, si de este programa nada se sabe, entonces, ¿por qué ver esta película? El caos que se va amontonando, las dificultades, las escenas que se insertan en el juego de “¿sabes lo que pasó?” (que el universo nos salve de los film- y de los tv-buffs), todo esto no tiene mucha importancia porque ya se sabe lo que va a pasar. Lo que sí puede ocurrir es que el espectador se pregunte la razón por la cual tendría que dedicar unas casi dos horas a ver algo así cuando más simple sería verse los primeros (algunos pasables, muchos otros ridículos) sketch de un programa cuya importancia es más de carácter histórico (de una historia de tercer tipo, por supuesto) y mucho menos intelectual o tan solo artístico (siento el uso de esta palabra, quizás resulte yo ser un poco snob).

La película nos habla de lo que fue, efectivamente, un programa no muy profundo, quizás a veces un poco banal, lo cual no implica, por supuesto, que no se puedan encontrar raros elementos de buena calidad (o que buena parte de los cómicos no tuviera su talento). Sin embargo, el cuento en sí resulta aburrido, como si no tuviese una idea clara de lo que efectivamente nos está proponiendo. Y el problema de cualquier producto artístico cultural es que, para que el público no se sienta defraudado, el espectador tiene que poder decir que, sí, algo ha encontrado en aquella obra, algo ha aprendido, algo ha capturado. O, en palabras más simples y menos didácticas, que no ha desperdiciado su tiempo, algo que nadie puede volver a darle. Saturday Night es una película bien estructurada, sí, pero que existe y no se sabe bien por qué, algo que allí está y que no nos enseña nada, no nos dona nada, y no nos permite decir, por lo menos, que aquellas dos horas han dejado una huella. Quizás solo sea necesario entender y vivir en su contexto cultural.

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Ficha técnica:

Saturday Night ,  EUA, 2024.

Dirección: Jason Reitman
Duración: 109 minutos
Guion: Gil Kenan, Jason Reitman
Producción: Jason Blumenfeld, Peter Rice, Jason Reitman, Gil Kenan
Fotografía: Eric Steelberg
Música: Jon Batiste
Reparto: Gabriel LaBelle, Rachel Sennott, Cory Michael Smith, Ella Hunt, Dylan O'Brien, Emily Fairn, Matt Wood, Lamorne Morris, Kim Matula, Finn Wolfhard, Nicholas Braun, Cooper Hoffman, Andrew Barth Feldman, Kaia Gerber, Tommy Dewey, Willem Dafoe, Matthew Rhys, J. K. Simmons

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